Revisan la prórroga de la prisión preventiva del excomisario español José Villarejo

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), AÑO 2018. a Audiencia Nacional revisa este jueves la prórroga de la prisión preventiva del excomisario José Villarejo, que éste recurrió al considerar nula la vista celebrada por el juez instructor para acordarla. Efe

Efe – La Audiencia Nacional revisa este jueves la prórroga de la prisión preventiva del excomisario José Villarejo, que éste recurrió al considerar nula la vista celebrada por el juez instructor para acordarla, debido a que ese día sufrió una crisis de hipertensión que le trataron de paliar en la cárcel «de forma brusca». Madrid (España), jueves 12 de diciembre de 2019. 

En su extenso recurso de apelación, de 62 páginas, la defensa de Villarejo propone revocar la decisión de prorrogarle dos años más su estancia en prisión preventiva y que se le deje en libertad provisional sometido a vigilancia domiciliaria y con una tobillera de control telemático.

Para resolver estas peticiones, la sección tercera de lo penal celebrará una vista a puerta a cerrada a la que asistirá solo su abogado y los fiscales del caso, que fueron los que pidieron al juez Manuel García Castellón la prórroga de la prisión provisional del excomisario hasta el límite máximo de 4 años al haber cumplido en noviembre sus primeros dos años encarcelado por el caso Tándem.

La defensa de Villarejo, que ejerce el letrado Antonio José García Cabrera, plantea en su recurso que se decrete la nulidad de la vista celebrada el pasado 24 de octubre para decidir sobre la prórroga de prisión por las condiciones en las que se encontraba el excomisario.

Ese día, según el abogado, Villarejo estaba de baja médica y para poder estar presente en la vista mediante videoconferencia desde la cárcel de Estremera (Madrid), en la que está ingresado desde noviembre de 2017, «se le intentó bajar artificialmente su tensión arterial de forma brusca y en un corto periodo de tiempo».

El letrado considera que con esta actuación «se vulneró el derecho fundamental a la integridad física y moral del interno», que fue sometido «a un trato inhumano y degradante».

En cuanto al recurso en sí contra el auto por el que el juez acordó prorrogar su estancia en prisión por varios motivos, entre ellos el «evidente» riesgo de fuga, la defensa de Villarejo trata de rebatirlos todos para que se le deje en libertad.

Sobre el riesgo de fuga esgrime «su arraigo familiar, social, profesional y económico» y recuerda que cuenta con un domicilio familiar «en el que permanecería caso de ser decretada su libertad, viviendo en él junto a su cónyuge y a su hija de 11 años».

Otro argumento es «la propia edad del investigado», 68 años, y que induce a considerar que una persona «con una vida ya hecha» no se sustraería a sus obligaciones, y menos con «la enfermedad que padece».

Discrepa también de que haya riesgo de reiteración delictiva, dado que la supuesta organización criminal que Villarejo lideraría y que el juez definió como una «estructura paraestatal», «caso de existir, no podría operar por cuanto toda la estructura empresarial del investigado está intervenida judicialmente».

A todo esto añade que «transcurridos ya más de dos años desde la detención» tampoco «subsiste ya un riesgo de alteración y destrucción de fuentes de prueba de una intensidad tal que impida adoptar alguna medida menos gravosa» que la prisión.