Sánchez trasladará a Puigdemont su rechazo al referéndum y a ser investido gracias a CDC y ERC

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El dirigente antiespañol y presidente de catalán, Carles Puigdemont Casamajó (i) junto al candidato a la investidura y líder del PSOE, Pedro Sánchez (d). Archivo rtve.

Agencias – El presidente separatista catalán, Carles Puigdemont Casamajó, y el candidato a la investidura y secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez Pérez-Castejón, se reunirán este martes a las 12:45 en el Palacio del gobierno regional de Cataluña, en una reunión en la que Sanchez le trasladará su rechazo al referéndum de autodeterminación separatista catalán de Juntos Por El Sí (JxSí) y Candidatura de Unidad Popular-Crida Constituyente (CUP-CC) y el Puigdemont le reiterará que no habrá acuerdo para la investidura si no avala esa consulta en Cataluña. El dirigente separatista excluyente de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), Puigdemont, le planteará la realización de un «referéndum de autodeterminación legal» solo en Cataluña y no en toda España como reza en la Constitución Española. Barcelona, 14 de marzo 2016. Fotografía: El dirigente antiespañol y presidente de catalán, Carles Puigdemont Casamajó (i) junto al candidato a la investidura y líder del PSOE, Pedro Sánchez (d). Archivo rtve.

Pedro Sánchez le mostrará también su rechazo a ser investido con el apoyo de los partidos que defienden la destrucción de España en cataluña. Según han informado a Europa Press fuentes del partido socialistas, el líder del PSOE acudirá a la reunión con estas «dos líneas rojas«.

El gobierno separatista catalanista espera que Pedro Sánchez explique a Puigdemont su propuesta para la investidura, que aunque resultó fallida en el primer intento, podría volver a intentarla en las próximas semanas si consigue los apoyos.

El gobierno de JxSí y CUP-CC apuesta por desplegar su hoja de ruta hacia la separación de Cataluña del resto d ela patria, si bien sigue a la expectativa de si un nuevo Gobierno de la Nación se abre a autorizar un referéndum de autodeterminación de Cataluña (solo en Cataluña)que, según subrayan fuentes del gobierno separatista excluyente catalán, cuenta con el «aval del 80% de los ciudadanos catalanes», que defienden el derecho a decidir en las urnas el futuro de Cataluña, dicen.

Más allá del choque de posturas en torno al referéndum separatista, desde el entorno de Puigdemont se valora la imagen de este martes como una puerta abierta al «diálogo» entre instituciones, que contrasta con las tensiones que siguen presidiendo la relación entre la Generalitat y el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

La reunión, a petición del líder socialista, se enmarca dentro de la ronda de contactos que Sánchez está llevando a cabo con diversos presidentes autonómicos con el objetivo de sondear el estado de sus comunidades y sus necesidades, dada su intención de volver a optar a la investidura como presidente.

Aunque este lunes 14 de marzo se ha visto con el presidente aragonés, Javier Lambán, y el viernes 18 de marzo prevé hacerlo con el valenciano Ximo Puig, el encuentro con el separatista Puigdemont tiene un alto simbolismo, pues Sánchez ha evidenciado su voluntad de tender puentes de diálogo con el gobierno separatista antiespañol de Puigdemont para intentar hallar solución al conflicto territorial.

Y es que, según fuentes socialistas consultadas por la agencias de noticias Efe, Pedro Sánchez considera que antes de encarar una política «de hechos» en Cataluña si finalmente logra ser investido, los socialistas deben empezar a mostrar una política «de gestos», como la normalización de relaciones con los separatistas de JxSí y CUP-CC y el restablecimiento del diálogo, casi inexistente en los últimos meses entre el expresidente antiespañol Artur Mas Gavarró y el presidente del Gobierno en funciones de la patria, Mariano Rajoy Brey.

Según fuentes socialistas, Sánchez pondrá sobre la mesa a Puigdemont distintas cuestiones para empezar a encarar esa búsqueda de una solución al conflicto catalán y, por ejemplo, planteará su voluntad de abordar la lista de 23 puntos pendientes que Artur Mas trasladó a Mariano Rajoy el 30 de julio de 2014 en la Moncloa; antes de iniciar a tope con el proceso separatista excluyente.

En este sentido, hay demandas de esa lista que el líder del PSOE considera que pueden ayudar a paliar las desigualdades y problemas sociales en Cataluña, así como la falta de inversiones; pero también hay reivindicaciones históricas que Sánchez considera lícitas, como por ejemplo el corredor mediterráneo.

El presidente separatista regional ha asegurado este lunes que el gobierno de JxSí y CUP-CC «dialoga con todos» y con «partidos políticos de todas las condiciones». Puigdemont ha dicho que «no será la primera (reunión), ha habido otras», y ha añadido que «los consejeros han tenido oportunidades para demostrar que la nuestra es una actitud de diálogo».

«Espero que no sea la última, porque seguiremos teniendo oportunidades para dialogar», ha dicho el separatista excluyente en la presentación en la sede del Banco Sabadell de un libro sobre el comercio catalán, según informa la agencias de noticias Efe.

La última vez que Sánchez acudió al Palacio del gobierno regional fue el 3 de septiembre de 2014, cuando se reunió con el entonces presidente separatista Artur Mas a dos meses para celebrarse el golpe separatista del pasado 9 de noviembre 2014. El líder socialista advirtió que esa votación era «ilegal» y propuso cambiar la Constitución Española como alternativa, y Artur Mas valoró positivamente que el PSOE formulara propuestas, pero insistió en que el objetivo es votar.

Sánchez siempre se ha mostrado contrario a un referéndum en Cataluña y ha propuesto una reforma de la Constitución como vía para mejorar el encaje catalán, aunque por ahora estos planes están pendientes de conseguir la investidura. El secretario general socialista siempre ha mantenido su disponibilidad a reunirse con el dirigente independentista para abordar desde el diálogo lo que considera una «crisis» en Cataluña por el desafío soberanista. Sánchez apuesta por «normalizar» las relaciones.

En una carta abierta en el periódico The Guardian, Puigdemont reivindicó que los votos de los separatistas son claves para una investidura y se abrió a dárselos al PSOE si este partido garantiza el referéndum de autodeterminación de Cataluña.

La suma PSOE, Podemos, ERC y Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) -ahora conocido en el Congreso de los Diputados como: Democracia y Libertad (DyL)- facilitaría la presidencia a Sánchez al sumar 176 votos sobre 350, aunque, por ahora, el PSOE y las dos formaciones separatistas aseguran estar muy lejos de un acuerdo.

En el reciente debate de investidura el candidato socialista trasladó a CDC la posibilidad de «tender puentes» con el gobierno separatista excluyente, y dijo que los socialistas están «dispuestos a hablar de todo» si los separatistas abandonan la senda de situarse «fuera de la ley» en cataluña.

Ante esta visita, el secretario de comunicación de Ciutadans partido de la Ciudadanía Ciudadanos (C’s), Fernando de Páramo, ha asegurado que el partido «se levantará de la mesa» si el líder socialista se aparta del acuerdo PSOE-Ciudadanos, que rechaza cualquier intento de Referéndum de autodeterminación.

Considera que Sánchez no puede hablar con Puigdemont de «saltarse la legalidad», de un referendum o romper la unidad de España, pues es el «único veto político» firmado con C’s. Por ello, ha dejado claro que «si Sánchez se sale de ese acuerdo y condiciones, C’s se levantará de la mesa, como ya habíamos dicho».

En rueda de prensa en la sede de C’s, ha recordado que el documento obliga a los dos partidos a «respetar la unión e igualdad de todos los españoles y a no celebrar referendos». «Si en esa reunión el contenido va a ser de hablar de medidas para mejorar la vida de los catalanes, bienvenida sea», y ha añadido que el PSOE no les había comunicado el encuentro, aunque tampoco cree que deban hacerlo. «No tenemos un canal directo ni estamos constantemente hablando de quién se reúne con quién», ha explicado.

Al preguntársele si desconfía de lo que Sánchez pueda ofrecer a Puigdemont, ha defendido haber puesto por escrito el acuerdo para garantizar que se cumpla: «No nos fiamos de los viejos partidos. Este es nuestro sistema de hacer política».