Sánchez ya tiene listo su plan de acercamiento de los presos etarras a Las Vascongadas

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CONGRESO DE LOS DIPUTADOS (MADRID), 27.06.2018. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia en el Congreso para informar de la posición que trasladará al primer Consejo Europeo al que asiste como jefe del Ejecutivo y que se inicia el jueves en Bruselas. Efe.

Efe – El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, pide apoyo al Parlamento para acercar a los presos de ETA. Se ha mostrado partidario de empezar por los «enfermos terminales y los que tienen 70 años»; ha sugerido que el Gobierno de Rajoy ya había pactado con el PNV dar este paso y ha descartado reunirse con las asociaciones de víctimas, lo que ya ha hecho el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha subrayado. En su comparecencia, también ha estado presente la crisis de Cataluña y la reunión que mantendrá el próximo lunes con el presidente catalán, Quim Torra, al que ha llamado a «acabar con la unilateralidad». Madrid (España), miércoles 27 de junio de 2018. Fotografía: CONGRESO DE LOS DIPUTADOS (MADRID), 27.06.2018. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia en el Congreso para informar de la posición que trasladará al primer Consejo Europeo al que asiste como jefe del Ejecutivo y que se inicia el jueves en Bruselas. Efe.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido hoy el «apoyo» del Parlamento para cambiar la política penitenciaria y acercar a Euskadi a los presos de ETA, lo que empezaría por los enfermos terminales y los de mayor edad y se haría de forma progresiva, individualizada y «siendo empáticos con las víctimas».

Sánchez ha planteado este asunto al pleno del Congreso en su comparecencia para informar del Consejo Europeo, en la que ha anunciado que tras sus conversaciones con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, España obtendrá más recursos económicos de la UE para cooperar con los países de origen y tránsito de la inmigración ilegal.

Dos días después de su reunión en Moncloa con el lehendakari, Íñigo Urkullu, el presidente ha defendido en sede parlamentaria que, una vez que ETA ha desaparecido tras ser derrotada por la democracia, su responsabilidad como Gobierno es «revisar» la política penitenciaria y «adecuarla a la nueva realidad».

Más tarde, en una conversación informal con periodistas, se ha mostrado partidario de empezar por los «enfermos terminales y los que tienen 70 años»; ha sugerido que el Gobierno de Rajoy ya había pactado con el PNV dar este paso y ha descartado reunirse con las asociaciones de víctimas, lo que ya ha hecho el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha subrayado.

En su comparecencia, también ha estado presente la crisis de Cataluña y la reunión que mantendrá el próximo lunes con el presidente catalán, Quim Torra, al que ha llamado a «acabar con la unilateralidad».

A instancias del portavoz de ERC, Joan Tardà, que le ha acusado de «dinamitar» la vía del diálogo con sus declaraciones de ayer en Berlín, Sánchez ha subrayado que, cuando dijo que había que pasar página al 1 de octubre en Cataluña, se refería a acabar con la vía unilateral.

A cinco días para su reunión con Torra, que ha anunciado que planteará a Sánchez la convocatoria de un referéndum pactado, el jefe del Ejecutivo ha subrayado que la Constitución es «el punto base para construir un nuevo consenso que de respuesta a la crisis» soberanista catalana y que acudirá a ese encuentro dispuesto a «dialogar» y a «establecer dinámicas cooperativas».

Tras recalcar que le «gustaría encontrar esa misma actitud» en el Govern, ha defendido que en las últimas semanas el «nivel de confrontación se ha visto distendido» y ha apostado por continuar en esa línea, al tiempo que se ha mostrado consciente de que el problema de Cataluña no se va a «arreglar esta legislatura».

Al PP, y en concreto a los candidatos a presidirlo, les ha reclamado «lealtad», que recuperen la «brújula» actuando con «sentido de Estado» y que «lideren la oposición, no la crispación».

También ha acusado al PP y a Ciudadanos de actuar con «egoísmo» y «eurofobia» por alertar de un supuesto efecto llamada en la acogida del Aquarius.

Una decisión que ha reivindicado como una llamada a la solidaridad de toda la Unión Europea, no como una acción de «marketing».

Convencido de que se va a avanzar en esa dirección en la cumbre europea que comienza mañana en Bruselas y de que el aumento de recursos económicos para que España coopere con los países de origen y de tránsito de la inmigración ilegal va a ser «importante», el presidente se ha mostrado dispuesto a liderar el diálogo con esos países en nombre de la UE.

Asimismo, ha defendido la necesidad de volver a los orígenes del proyecto europeo para fortalecerlo frente a la amenaza del «populismo identitario» y los «egoísmos nacionales que niegan las enseñanzas de la historia».

El portavoz del PP, Rafael Hernando, le ha pedido «menos vanidad política y más sensatez» con el problema de la inmigración y ha hecho hincapié en que el único proyecto de Sánchez es el de «pagar los favores» de quienes le hicieron presidente.

También el líder de Cs, Albert Rivera, le ha advertido de que los gestos humanitarios «tienen consecuencias» y le ha pedido una política de inmigración regulada y responsable, como la que tienen Canadá o Australia.

La intervención de Rivera ha estado salpicada, igual que la del PP, de referencias a la moción de censura que llevó a Sánchez al Ejecutivo «por la puerta de atrás».

Por su parte, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha pedido a Sánchez el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), que acabe con las deportaciones en caliente de inmigrantes y que cumpla el cupo de acogida de refugiados acordado en 2016.

Le ha demandado asimismo que tome ejemplo de los socialistas en Portugal y mire a la izquierda para gobernar con su colaboración.