Efe.- Madrid (España), domingo 7 de mayo de 2023. Los dolores pélvicos y abdominales persistentes que no tienen una explicación lógica, el sangrado vaginal inapropiado o la sensación de plenitud con la comida, incluso con pequeñas cantidades de alimento, son síntomas leves del cáncer de ovario que se recomienda tener presente y consultar con el ginecólogo.
Completan la lista de síntomas la distensión abdominal progresiva, la pérdida de peso o dificultad para comer, o las molestias persistentes al orinar y al hacer deposición y que no se expliquen por otras causas, según ha recordado en un comunicado la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
La importancia de un diagnóstico temprano
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Ovario que se celebra este lunes, 8 de mayo, la SEGO ha hecho un llamamiento a la sociedad para reconocer estos síntomas que pueden ser indicativos de este tipo de tumor, que en etapas iniciales suele cursar sin síntomas o con síntomas muy leves que pasan desapercibidos y se confunden con procesos benignos.
Por esta razón, la mayoría de las pacientes, entre el 70-80 %, se diagnostican en una etapa avanzada de la enfermedad, de forma más habitual en mujeres postmenopáusicas, con la máxima incidencia entre los 50 y 75 años.
Factores de riesgo
Además de la edad, entre otros factores de riesgo se encuentran los antecedentes familiares de cáncer de mama, ovario, colon o endometrio, así como antecedentes personales de cáncer de mama, mutación en los genes BRCA1 o BRCA2, o ausencia de embarazos.
Se estima que este 2023 se diagnosticarán en España unos 3.600 nuevos casos de cáncer de ovario, enfermedad que globalmente representa el 3 % de los tumores de las mujeres y que supone la quinta causa de muerte tras el cáncer de mama, pulmón, colon y páncreas.
El cáncer de ovario provoca, en general, la acumulación de líquido en el abdomen, provocando lo que se denomina ascitis, que puede ser relevante, y causar distensión de la cavidad abdominal. También se puede acumular líquido en la pleura en torno a los pulmones y producir dificultad para respirar o sensación de falta de aire.
Por otra parte, el crecimiento de una masa ovárica en la pelvis puede afectar a las estructuras vecinas, principalmente la vejiga y el recto causando síntomas como diuresis frecuentes, diarrea o estreñimiento, y dolor abdominal o pélvico.
Pese a la dificultad de contar actualmente con una técnica para la detección precoz del cáncer de ovario y su identificación en estadios iniciales, se han producido notables avances en el tratamiento de este tumor, tanto en el uso de nuevas técnicas de cirugía menos invasivas y más precisas, como en la identificación y aplicación de nuevas terapias.
La tasa de supervivencia neta en este tipo de tumores ha ido creciendo en los últimos años y se sitúa en el 41 %, siendo mayor en las mujeres menores de 74 años, según los datos de la Red Española de Registros del Cáncer (REDECAN).