Sorpresas y acusaciones cruzadas en el inicio del juicio por amaño de partidos

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FOTOGRAFÍA. PAPLONA (ESPAÑA), 24.01.2020. Los once acusados son primera fila: Ángel Vizcay (i), exgerente; Diego Maquírriain (2i), expresidente de la Fundación Osasuna; Sancho Bandrés (3i) y Jesús Peralta (4i), exdirectivos; Juan Pascual (5i), exdirectivo; Miguel Archanco (6i), expresidente; fila de atrás: Cristina Valencia (i) y Albert Nolla (2i), agentes inmobiliarios; y Antonio Amaya (3i), Jordi Figueras (4i) y Xabier Torres (5i), exfutbolistas del Betis. Efe

Efe – El juicio que ha comenzado esta semana en la Audiencia Provincial de Navarra en el marco del llamado «caso Osasuna» ha deparado numerosas sorpresas, que comenzaron cuando, el mismo lunes, el exgerente Ángel Vizcay confesaba el amaño de varios partidos de Primera de las temporadas 2012-2013 y 2013-2014. Pamplona (España), viernes 2 de enero de 2020. 

Se esperaba con grandes expectativas la comparecencia de un acusado que ya había hablado de amaño de partidos tanto en su declaración policial como en una reunión con el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas.

Aunque se sabía que Vizcay era en gran medida quien había destapado el caso, no dejó de sorprender la rotundidad con la que el exgerente detalló en sede judicial los presuntos pagos a otros equipos, como Valladolid, Betis, Getafe o Español, por ganar, empatar o perder contra Osasuna. Los exdirectivos de Osasuna solo admiten un pago de 400.000 euros al Betis por ganar al Valladolid.

De todas estas operaciones, en este proceso se juzgan solo los 650.000 euros presuntamente abonados en total al Betis para determinar el resultado de dos partidos, al ser los pagos sobre los que existen más pruebas por los registros de un teléfono móvil, cuyo número comienza por 611, del que nadie ha admitido ser el titular.

Sin embargo, de poco le sirvió el esfuerzo económico a Osasuna, ya que otros resultados adversos hicieron que el equipo terminase descendiendo a Segunda.

Como todos los acusados en este juicio, que se prolongará hasta el 28 de febrero, Vizcay aseguró que nunca tuvo responsabilidades económicas de 2012 a 2014 y señaló que esas decisiones las tomaban personas como el tesorero o el contable.

Sin embargo, el entonces tesorero, Sancho Bandrés, aseguró en el juicio que él no libraba los pagos, no facturaba y no controlaba el movimiento de caja.

Resultó también llamativa la afirmación de Bandrés, sobrino político de Archanco, en el sentido de que permanecer en Primera puede ser «contraproducente» para un equipo desde el punto de vista económico y que descender a Segunda «no era un drama ni muchísimo menos».

Archanco, por su parte, volcó en su declaración las responsabilidades económicas en Vizcay y dijo que todas las retiradas de efectivo se hicieron a iniciativa del exgerente, que incluso, destacó, se ofreció él mismo a pagar al Betis 400.000 euros porque conocía al utillero del equipo y podía contactar con él.

En el juicio se ha tratado, entre otros muchos temas, sobre cuántas cajas de seguridad había en la sede del club, quién tenía acceso a ellas y qué había en el interior de las mismas. Archanco habló de dos cajas, una en contabilidad y otra «enorme» en su mismo despacho, pero de esta última no sabía nada porque se abría con una llave que él no tenía.

También ha quedado patente en esta primera semana de juicio que, en todo caso, los directivos de Osasuna no consideraban entonces que primar a un equipo por ganar fuera un delito, como aseveró el exvicepresidente Juan Pascual.

El exdirectivo Jesús Peralta fue más explícito al declarar que «pagar a otro equipo por ganar no es predeterminar nada» y eso «no es un amaño de partido».

Quien habría llevado los 400.000 euros a Sevilla para pagar al Betis fue el exdirector de la Fundación Osasuna, Diego Maquirriain, quien explicó que le dieron el dinero, de los que 60.000 euros habían salido de su propia cuenta, en un bolso pequeño o neceser.

Al acudir a la capital andaluza, le esperaban Vizcay y Peralta, que le dejaron en el hotel y se fueron a realizar el pago. Maquirriain aseguró que no sabía para qué se iba a utilizar el dinero, no recibió explicaciones sobre ello y tampoco lo preguntó.

Diferente versión dieron los exjugadores del Betis Antonio Amaya, Jordi Figueras y Xabier Torres, que destacaron que nunca han aceptado primas de terceros y justificaron de diferentes maneras, como una boda, la venta de un coche o la compra de una barca y un amarre, las retiradas de efectivo e ingresos en sus cuentas en la temporada 2013-2014.

Amaya fue el más rotundo de los tres al afirmar que «no existe dinero para comprar la dignidad» de un jugador de fútbol profesional, aunque admitió que hubo una reunión en un hotel madrileño en 2014 en el que «se habló» de un incentivo por ganar al Valladolid, pero no se llegó a hacer efectivo el pago.

El juicio continuará el próximo lunes con la declaración como testigo del actual presidente de Osasuna, Luis Sabalza, quien esta semana ha remarcado que no se está juzgando» al club, «sino a unos señores que estuvieron en Osasuna y a unos futbolistas que, al parecer, llegaron a un acuerdo con ellos”.