Todo nuestro apoyo – Vuele el disidente «Capitán Bitcoin» con cuenta @CapitamBitcoin

Barcelona (Cataluña) Reino de España, sábado 3 de mayo de 2025 (Lasvocesdelpueblo).- Todo nuestro apoyo al disidente español, conocido en las batallas como «Capitán Bitcoin», cuya descripción de perfil es la siguiente en la red social X (antes Twitter): «Exiliado en Londres. Autor de Disidencia Activa: Manual Contra la Dictadura Progre, y del resto de la saga. Mi línea editorial no es para la masa», quien ha vuelto en primera línea con la cuenta con cuenta «@CapitamBitcoin» —solo ha cambiado la «n» de Capitán de su antigua cuenta «@CapitanBitcoin» por una «m«—, después de comprobar que los grupos totalitarios de dictadura WOKE habían difundido masivamente sus datos personas en redes sociales, poniendo en peligro la integridad física de sus familiares y la de él.

La cuenta que ha decidido cerrar la mañana hoy, sábado 3 de mayo de 2025, «@CapitanBitcoin» tenía un total de 531.195 seguidores; y poco después, su nueva cuenta «@CapitamBitcoin» ya ha registrado «1.555 Seguidores» sobre las 13:30 horas de la tarde. «Para todos aquellos que creen que publicando mi identidad o hackeando mi cuenta me van a parar, lo llevan claro», advirtió el disidente.

Siendo la palabra su único arma, como no podría ser de otra manera, capitán Bitcoin ha iniciado de inmediato lo mejor que sabe hacer, denunciar la nueva dictadura del siglo XXI, que se vende con el lema «Justicia Social».

LOS PRIMEROS HILOS DE LA NUEVA CUENTA DE CAPITÁN BITCOIN (@CAPITAMBITCOIN) CON FECHA, SÁBADO 3 DE MAYO DE 2025.

1.- A lo largo del siglo XX, los regímenes socialistas se caracterizaron no solo por su intento de transformación económica, sino también por su represión sistemática de la disidencia. Este patrón parece encontrar ecos preocupantes en la Europa actual.

Abro hilo:

2.- El socialismo real, desde la URSS hasta Europa del Este, China, Cuba o Corea del Norte, construyó sistemas donde la pluralidad política fue eliminada en nombre de la «unidad popular». Las consecuencias fueron brutales: censura, persecución, exilio y muerte.

3.- La represión no fue un accidente, sino una lógica inherente al modelo: si el Estado representa al «pueblo», cualquier crítica se percibe como traición o enemigo interno. Así se justificaron gulags, censuras y purgas.

4.- Hoy, en pleno siglo XXI, Europa enfrenta una deriva inquietante: el rechazo sistemático de ciertas fuerzas políticas democráticamente elegidas, bajo la etiqueta de «ultraderecha» o «peligro para la democracia».

5.-Casos como el intento de ilegalización o marginación del partido AfD en Alemania —que representa a más de 10 millones de votantes— muestran una tendencia preocupante: sustituir el debate político por la proscripción institucional.

5.- No se trata de defender ideas específicas, sino de advertir el principio: cuando una élite política decide quién puede y quién no puede participar en democracia, se erosiona el fundamento mismo del pluralismo.

6.- En nombre de valores supuestamente democráticos, se está socavando la democracia como proceso abierto, inclusivo y conflictivo por naturaleza. El disenso es una condición de la libertad, no una amenaza.

7.- La historia del socialismo, disfrazado actualmente de socialdemocracia, debería enseñarnos algo esencial: cuando se suprime la disidencia en nombre del bien común, el resultado no es estabilidad, sino autoritarismo disfrazado de virtud.

8.- Si el siglo XX nos enseñó algo, es que no hay autoritarismo más peligroso que aquel que se justifica con buenas intenciones. La censura nunca es neutral, y siempre sirve al que ya tiene el poder.

Han revelado la identidad mi hijo «@CapitanBitcoin» para silenciarlo, desacreditarlo e intimidarlo porque no toleran la disidencia, no soportan la libertad de expresión

9.- Europa debe elegir: o regresa al pluralismo real, con todas sus incomodidades, o camina hacia una nueva versión del totalitarismo —esta vez con rostro amable, lenguaje inclusivo y censura digital.

10.- ¿Estamos entrando en una nueva era de represión ideológica, donde la socialdemocracia, en nombre del «bien», impone un nuevo autoritarismo disfrazado de democracia?

Otros hilos

1.- ¿Cómo el progresismo europeo ha convertido el debate político en una caza de brujas ideológica? Una crítica a la deriva autoritaria de una izquierda que, incapaz de ofrecer prosperidad, responde con etiquetas y censura. Sigue leyendo.

2.- En lugar de debatir ideas, hoy muchos sectores progresistas prefieren desacreditar al disidente con palabras como «ultraderecha», «nazi», «fascista». ¿El motivo? Evitar confrontar su propia ineficacia y el fracaso de sus políticas.

3.- Este mecanismo no es nuevo: estigmatizar al que piensa distinto sirve para deshumanizarlo y así justificar la censura, la cancelación o incluso la persecución institucional. Todo por no alinearse con el relato oficial.

4.- ¿Es realmente «ultraderechista» quien critica la inmigración masiva descontrolada? ¿Es un «fascista» quien pide seguridad en su barrio o libertad económica? No. Son ciudadanos normales preocupados por su futuro y el de sus familias.

5.- La izquierda tradicional, que antes defendía a los trabajadores y a la clase media, hoy parece más interesada en imponer discursos morales que en resolver problemas reales: empleo, vivienda, energía, educación.

6.- Frente a eso, quienes se atreven a ofrecer alternativas —desde el sentido común, el orden o el mérito— son tachados de «enemigos del progreso», cuando en realidad muchos solo quieren lo que la izquierda prometió y no cumplió: prosperidad.

7.- Si algo necesita Europa hoy, es más debate honesto y menos etiquetas. Más ideas y menos dogmas. Menos censura y más libertad para disentir.

8.- Europa no está siendo arrastrada por la «ultraderecha», como repiten sin cesar. Está despertando ante el fracaso de una izquierda que prometió igualdad y entregó miseria y división.