Agencias – Los conductores pierden al año ocho días de trabajo para acceder a Barcelona. El documento apunta que el tráfico en el área metropolitana de Barcelona genera una pérdida media de 52.000 horas diarias, el equivalente a 12,8 millones de horas anuales perdidas en la carretera. Barcelona (España), miércoles 28 de septiembre de 2016. Fotografía: Los accesos a Barcelona colapsado en una imagen archivo Efe.
Los conductores que circulan en hora punta para acceder a Barcelona pierden más de 65 horas al año en las carreteras a causa del tráfico, que equivale a ocho días de trabajo, según un informe que ha presentado hoy el RACC. El documento apunta que el tráfico en el área metropolitana de Barcelona genera una pérdida media de 52.000 horas diarias, el equivalente a 12,8 millones de horas anuales perdidas en la carretera.
Cerca de 200.000 personas que acceden a diario al área metropolitana de la capital catalana sufren retenciones de tráfico, lo que supone un coste económico de 137 millones de euros anuales, equivalente al 0,1 % del PIB de Cataluña, y 685 euros por usuario afectado al año, según explica el informe.
Asimismo, el RACC ha alertado de que la congestión en los accesos a la capital catalana puede incrementarse en un 50% si no se toman medidas «urgentes» como el aumento de la oferta y la calidad del transporte público, y la mejora en la gestión del tráfico. De acuerdo con el estudio, durante 2015 aumentó la movilidad y la congestión en las entradas de Barcelona en un 3 y 28 %, respectivamente, pese a que en los últimos diez años, a causa de la crisis económica, ha bajado la circulación un 9 % y los atascos un 51 %.
En este sentido, el presidente del club automovilístico, Josep Mateu, ha exigido al Ministerio de Fomento y Adif que realicen las inversiones comprometidas en Cercanías para evitar que la congestión en los accesos de Barcelona aumente un 50 %. «Hay que hacer un frente común y ser persistentes en esta demanda», ha declarado Mateu, que ha señalado que los ciudadanos escogen el coche como medio de transporte para acceder a Barcelona «por necesidad y no por gusto» ante las carencias del transporte público.
El RACC ha propuesto además, entre otras medidas, la creación de Bus-VAO de bajo coste en la B-23 y la C-31 Maresme, el refuerzo de los servicios de autobús, la ampliación y mejora de acceso a los aparcamientos, consolidar la línea ferroviaria transversal del Vallès y la creación de una vía específica para camiones para acceder al puerto de Barcelona.
Según el Manager Técnico de la Fundación RACC, Lluís Puerto, los efectos de la contaminación local, asociados a la movilidad, se han convertido en uno de los problemas principales que debe abordar la ciudad y el entorno metropolitano. Las entradas a Barcelona con mayor volumen de vehículos en días laborables son la A-2 desde Pallejà, la B-23 desde Molins de Rei, la C-58 desde Terrassa y la B-20 desde Montgat hasta el Nudo de la Trinitat, según ha informado la entidad.
Las vías transversales como las rondas o la AP-7 desde El Papiol a Mollet del Vallès también sufren un elevado tráfico y los corredores de las Rondas, el Vallès Occidental y el Baix Llobregat concentran cerca del 80 % de la congestión, tráfico diario que se produce en un 62 % de los casos entre las 7 y las 10 horas y las 17 y las 20 horas.
