Traición a España. «¿Sanchez indultará a «La manada»» como a presos del Procés?

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 24.04.2019. Los candidatos a presidir el Gobierno de España tras las elecciones generales, Pablo Casado (PP) (i); Pablo Iglesias (Unidas Podemos) (2i); Pedro Sánchez (PSOE) (2d) y Albert Rivera (Cs) (d). Efe.

Lasvocesdelpueblo y Agencias – «¿Indultará a «La manada»?», Golpear, golpear, contraataques, zascas, «cada vez que Sánchez abre la boca, suben el pan y la luz»; «no es no», «nunca es nunca» y «falso es falso». A VOX le ha salido incluso muy bien no estar en esos debates. Madrid (España), miércoles 24 de abril de 2019. 

Golpear desde el primer minuto, sin respiro. Golpear a Pedro Sánchez. Golpear al adversario en la derecha. Golpear con Arnaldo Otegi y con Quim Torra, y golpear hasta con libros. Un repertorio de golpes que ha obligado al presidente del Gobierno a apartarse de su manual de su resistencia.

El candidato socialista afrontó los dos debates con la idea de resistir y puede que lo haya logrado, pero no ha sido desde la defensa. Ha aguantado los golpes y ha contraatacado, y si Albert Rivera le saca la tesis, él le entrega la «España vertebrada» de Fernando Sánchez Dragó y Santiago Abascal.

Se intuía que Pablo Casado iría a la yugular del líder del PSOE desde el arranque, pero ha reservado una sorpresa; quizá se la tenía guardada del lunes 22 de abril: con Rivera se ha enzarzado por el modelo económico y por la eutanasia.

El candidato de Ciudadanos ha desplegado de nuevo un arsenal de recursos, foto de mesilla de noche incluida, colocada en el atril como quien la mira antes de apagar la luz, y hasta ha dejado caer al suelo un papiro con la «corrupción del PSOE».

El líder de Unidas Podemos (atrás dejó la camisa azul del debate de RTVE) ha lucido jersey de cuello circular y mangas dudosamente largas y ha navegado entre dos aguas, soltando pullas por aquí y apelando a la serenidad por allá, y quizá por ese intento Rivera le ha erigido en «árbitro». Era ironía.

Todo esto mezclado deja un debate repleto de «zascas» muy contrapuesto al de ayer.

Aquí un repaso a cada candidato:

PABLO CASADO

Las primeras diferencias respecto al debate del lunes saltaron a la vista desde la llegada. Primero, traje conjuntado color azul (ayer ese pantalón gris oscuro con la americana azul, ¡ay!) y corbata roja.

En el plató, su estrategia ha sido el ataque. Ataque de manual. ¡Pim, pam! nada más empezar. El autocontrol del debate de RTVE, al baúl de los recuerdos.

«El más mentiroso es Sánchez», el paro no hace más que crecer desde que es presidente, «cada vez que Sánchez abre la boca, suben el pan y la luz», tiene cinco ministros con sociedades instrumentales sospechosas, Eguiguren y un caso de violencia de género… Y así.

Bronco ha sido el cruce precisamente sobre la violencia machista. «Es patético», le ha dicho porque se ha indignado con el intento del presidente de «confrontar con el Pacto de Estado». Además de los golpes, ha mostrado una actitud retadora: «Es un sucedáneo de presidente y a mí no me levanta el dedo; no me señale», y menos en un asunto como éste. Incluso le ha preguntado: «¿Indultará a ‘la manada'»?

Llegó el minuto del modelo territorial y redoble. «Quiere volver a Pedralbes», ha espetado a Sánchez, antes de acusarle de «blanquear» el terrorismo y el independentismo con sus cesiones a Otegi y a Torra.

PEDRO SÁNCHEZ

Le querían llevar al barro «las dos derechas» y al barro fue. Su declaración de intenciones tuvo forma de libro, y qué libro, el último de Sánchez-Dragó. Rivera le sacó la tesis, pues toma «España vertebrada».

Si en RTVE se contuvo, en Atresmedia no. En su actitud sólo ha mantenido el color del traje y de la corbata, y las alusiones a la justicia social y a la convivencia territorial. Para empezar no entra en sus planes pactar con Ciudadanos, por seguir ha afirmado que «no es no», «nunca es nunca» y «falso es falso» que haya acordado nada con los independentistas y para terminar hasta ha hablado de «las primarias de la derecha». Defensa-ataque.

Entre Casado y él ha habido intercambios, la mención al «parque temático de la corrupción» en Valencia ha sido efectiva, pero con Rivera se ha notado algo de saña.

«Vergüenza», «decepción», «mentiras» y otro golpe imprevisto: una carta de UGT en la que denuncia la instrucción de la Consejeria de Regeneración que dirige Ciudadanos en Andalucía para tener datos de trabajadores contra la violencia machista. «La lista negra», la ha llamado.

ALBERT RIVERA

En la larguísima espera sobre el plató, al líder de Ciudadanos se le vio moverse sin parar, nervioso quizá. Empezó el debate y no abandonó esa pulsión. Ayer fue el más aguerrido, hoy irrefrenable.

Como en RTVE, ha tirado de fotos con marco (en Atresmedia Idioia Mendia y el brindis navideño con Otegi), de gráficos y hasta de un papel enrollado que cayó hasta el suelo.

Iglesias le ha tachado de «impertinente» y «maleducado», pero es que Rivera decidió atacar a todos sin tregua.

Como las fuerzas del centro-derecha andan a la gresca entre votos confirmados y votos que vete a saber a dónde van, el líder de Ciudadanos ha procurado arrinconar a Casado con los impuestos y sobre todo con la eutanasia, incluida la enfermedad de su propia abuela.

PABLO IGLESIAS

Es probable que haya gente en estos momentos buscando en Google la marca del jersey de Pablo Iglesias, una prenda negra que tan sólo ha dejado asomar el cuello de la camisa y ligeramente los puños. El jersey en el que se ha golpeado el lado del corazón al final del minuto de oro.

El líder de Unidas Podemos ha llegado en taxi, primer cambio respecto al día de ayer, y en Atresmedia quien ha ido a asesorarle ha sido Noelia Vera, no su jefe de gabinete.

Iglesias ayer sacó la Constitución por doquier, pero hoy la ha citado dos o tres veces. Ha sido el guardián de las esencias del debate, ha demandado respeto y «mesura» en la cuestión catalana.

Pero el candidato de la ultraizquierda, aunque poco, ha sacado algunos golpes, también a Sánchez, «¿de las cloacas mejor ni hablamos, verdad?».

Y ojo, que también le ha lanzado un cable: «Incoherente» puede que sea, pero no consta que el líder del PSOE haya pactado nada con terroristas ni con independentistas. Llamarle «golpista» es una «barbaridad», ha sentenciado.

Han sido dos debates, más de ocho horas de programación televisiva entre ayer y hoy. Aunque parezca increíble, la campaña sigue.

VOX

Los organizadores de los dos debates: RTVE y Atresmedia han fracasado.

Quizás le ha salido mejor a VOX el debate con su ausencia.

Vetar a VOX fue un claro error para sus adversarios. Sánchez lo sabía. Sin VOX no había debate. El líder socialista fue el único candidato que defendió la presencia de VOX en los debates porque a él le iba muy bien tener a VOX a su lado.

Los dos debates han sido los peores d ela democracia española quizás por el golpe de estado independentista en Cataluña.

El líder de VOX, Santiago Abascal Conde ya se puede frotar las manos, los 8 millones de indecisos que dicen las encuestas son hoy, tras esos dos debates todavía más indecisos que antes de los dos debates.