Lasvocesdelpueblo y Agencias – Tanto es así que una de las condiciones del candidato del PSOE, Pedro Sánchez, fue la presencia del líder de VOX en todos los debates de las elecciones del 28 de abril; además, tras el veto a VOX, Sánchez fue el único candidato que lamentó profundamente la de cisión de la Junta Electoral y la acató a su pesar. De hecho, Sanchez rechazó asistir al debate de Atresmedia y optó reconciliarse con radiotelevisión española (RTVE), una RTVE cuyo debate no contaba con la presencia de Sánchez por el veto de RTVE a VOX. El riesgo está allí; tras las dos apariciones de los candidatos en televisión podría moverse el voto un 3-4 por ciento, y eso, en un escenario como el actual, puede cristalizar en una mayoría de PP, Cs y Vox o en una de PSOE y Unidas Podemos, sin más apoyos.
Dos debates en días seguidos o un debate a doble vuelta, la terminología casi es lo de menos. Pablo Casado (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Unidas Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos) se enfrentarán el lunes a la presión política, social y mediática que despiertan estos eventos retransmitidos en «prime time».
Si nos quedamos con el 41% de los indecisos del CIS, sería probablemente por la cuestión Nacional. Y allí llega VOX con sus mitines multitudinarios. Como en 1993, ganarán los Sánchez, la élite corrupta del feminismo y los independentistas los dos debates del 28A: el de Atresmedia y el de RTVE pero, pero se creará una movilización del votante patriota español del PSOE, Podemos, Izquierda Unida, PP, Cs, etc. por el miedo a ver al independentismo y los proetarras en el poder en España. Asimismo, no se descartaría ver a VOX segundo o tercero en un empate técnico con el PP la noche electoral del 28 de abril de 2019.
MIEDO E INDEPENDENTISMO
El profesor de la Universidad Carlos III de Madrid Pablo Simón aboga por no medir el efecto del debate en quién gana o quién pierde, sino en quién consigue arrastrar «un clima de percepción» más favorable. «En 1993 Aznar ganó a González, pero se creó una movilización del votante socialista por el miedo a ver a la derecha en el poder», rememora.
Pero, ese escenario era el de una España de la «Derecha contra la Izquierda». En aquellos tiempos, ni estaba en juego la unidad Nacional ni se cuestionaba la legitimidad de España como Nación sino que existía unos terroristas asesinos de civiles con tiros a la nuca y coches bomba. Tanto es así que en Cataluña los españoles votaban diferente en unas elecciones autonómicas y al Congreso de los Diputados. Por eso, nunca el PSOE ha ganado hasta ahora las elecciones generales en Cataluña. Simplemente por que el electorado de derechas en Cataluña: los democristianos nacionalistas de Unión Democrática de Cataluña (UDC) de Josep Antonio Durán Lleida; los nacionalistas de la burguesía corrupta catalana de Convergencia-PDECAT-JxCAt de Jordi pujol Soley y Artur Mas Gavarró; y del PP de toda la vida variaba según los comicios. Muchos votantes naturales del PP votaban Convergencia a las elecciones autonómicas catalanas mientras votaban al PP a las elecciones generales.
Éste factor queda absolutamente descartado en las elecciones del próximo 28 de mayo de 2019. Convergencia-PDECAT-JxCAT es independentismo y destrucción de España mientras parte del PSC (PSOE Cataluña) es claramente independentista. Hoy en día en toda España, la gente no piensa en derecha o izquierda sino en como proteger la unidad del país.
De allí el castigo de los patriotas de izquierda y también de los patriotas españoles de la extrema izquierda a los llamados ‘Progres’, tal como se ha visto en Andalucía el pasado 2 de diciembre de 2018. Otros ejemplos son los cargos del PSOE que se han enfrentado a Sánchez y su gobierno por intentar mercadear España en una mesa de negociaciones con el independentismo en Cataluña con aquello de «mediador internacional del procés» o el principal partido de la extrema izquierda en España (Podemos) que ha decidido borrar de su programa electoral su propuesta de referéndum de independencia en Cataluña con tres preguntas, y eso sin dar ninguna explicación. Cabe recordar que tanto en las elecciones generales de 2015 como en las de 2016, Podemos llevó en su programa electoral el Referéndum pactado en Cataluña.
Si nos quedamos con el 41% de los indecisos del CIS, sería probablemente por la cuestión Nacional. Y allí llega VOX con sus mitines multitudinarios. Como en 1993, ganarán los Sánchez, la élite corrupta del feminismo y los independentistas los dos debates del 28A: el de Atresmedia y el de RTVE pero, pero se creará una movilización del votante patriota español del PSOE, Podemos, Izquierda Unida, PP, Cs, etc. por el miedo a ver al independentismo y los proetarras en el poder en España. Asimismo, no se descartaría ver a VOX segundo o tercero con un empate técnico con el PP la noche electoral del 28 de abril de 2019.
Será una victoria de España contra sus traidores y sus enemigos. Los últimos días de campaña de esta semana, Sánchez ha intentado transmitir tranquilidad al patriotismo de izquierdas pero, el mazazo vino desde Cataluña con la llamada a la unidad del independentismo para apoyar la investidura del candidato del PSOE, Pedro Sánchez, a cambio de un referéndum de independencia, por su puesto de un indulto masivo de los preso golpistas del Procés.
VOX, OMNIPRESENTE
El primer debate electoral de la campaña del 28A comenzará mañana a las 22:00 horas y el segundo, justo un día después. Los principales candidatos y sus equipos trabajan a destajo desde este domingo para anticipar las ventajas y sobre todo las trampas de un formato inédito.
Y volverán a enfrentarse 24 horas después, sin margen para el descanso.
Lo harán en la campaña más incierta por la llegada estrepitosa del ausente (Vox) y porque ahí fuera sobresale una realidad: la indecisión, que el CIS cifró hace dos semanas en el 41,6 por ciento.
Si a esto se le añade que más del 62 por ciento de la ciudadanía sigue la campaña fundamentalmente a través de la televisión (dato del Centro de Investigaciones Sociológicas de este mes de abril), los debates de mañana y de pasado son material volcánico para las candidaturas.
Encima será difícil medir la incidencia de los debates porque el martes (cinco días antes de la jornada de los comicios) entrará en vigor la prohibición de publicar encuestas en los medios de comunicación, según la Ley Electoral.
HISTORIA
El profesor de la Universidad Carlos III de Madrid Pablo Simón destaca la inexistencia de precedentes de dos debates electorales en días seguidos tanto en España como fuera del país, así que los expertos no tienen pasado al que agarrarse.
La irrupción del debate en una campaña española es un fenómeno reciente porque el recorrido empieza en 1993 con el doble cara a cara entre Felipe González y José María Aznar.
Tuvieron que pasar 15 años y tres elecciones generales (1996, 2000 y 2004) para volver a ver un duelo así, entonces entre Mariano Rajoy (PP) y José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), formato que se ha repetido hasta 2016.
La campaña de los comicios de ese año estrenó el formato «a cuatro» en un debate entre principales candidatos, pero sólo hubo uno.
Así que la carrera electoral de 2019 es atípica por muchas cosas, y no sólo porque la Semana Santa haya pillado en medio o por el auge de Vox, sino porque además albergará dos debates «a cuatro» en 24 horas.
VENTAJAS
El profesor de la Universidad Complutense Rafael Rubio menciona a Efe dos probables virtudes: que el primero servirá de «entrenamiento» para el segundo, por lo que si un candidato comete un error, tiene en el siguiente la oportunidad de rehacerse, y que después del martes seguirá habiendo campaña.
Pero precisamente en la estrecha secuencia de los debates aparece ya una trampa: las estrategias estarán condicionadas por el miedo a la equivocación en el primero.
Simón subraya que el de mañana «marcará el tono y las expectativas de los candidatos», en lo que coincide Rubio, quien por ello vaticina que el de RTVE será «más convencional», aunque con mayor audiencia, y el de Atresmedia «más propicio para la sorpresa».
TRAMPAS
Del mismo modo que un segundo debate tan pegado al anterior permite restablecer un error, puede también condicionar en exceso a quien lo cometa.
Rubio advierte de este riesgo, y avisa que en él influirá un componente meramente personal: «el descanso». Será tanta la presión que las opciones de «meteduras de pata» no son pocas.
Importa la experiencia, y aquí un candidato anda bisoño. Aunque Pablo Casado se ha curtido en decenas de entrevistas en televisión, no ha pasado por el trago de un debate «a cuatro» en el que se juega ni más ni menos que la Presidencia del Gobierno. Los demás, sí.
Por ello, Simón recalca una máxima: «Los errores se pagan más caros que las recompensas de los aciertos».
Ahora bien, como ocurre en cualquier competición o prueba, arriesga más quien más tiene que ganar, y en esa tesitura, dice el politólogo, se encuentran Casado, Rivera e Iglesias. Por el lado de la contención avanza Sánchez, toda vez que los sondeos le colocan en la victoria.
POSTDEBATE
Hay tanto juego y en un tablero tan lábil que los dos debates sin duda influirán en la campaña y probablemente en el resultado que den las urnas.
Rubio indica que tras las dos apariciones de los candidatos en televisión podría moverse el voto un 3-4 por ciento, y eso, en un escenario como el actual, puede cristalizar en una mayoría de PP, Cs y Vox o en una de PSOE y Unidas Podemos, sin más apoyos.
Simón, por su parte, aboga por no medir el efecto del debate en quién gana o quién pierde, sino en quién consigue arrastrar «un clima de percepción» más favorable. «En 1993 Aznar ganó a González, pero se creó una movilización del votante socialista por el miedo a ver a la derecha en el poder», rememora.
Qué determinará una atmósfera más o menos propicia será «la efectividad del mensaje», señala el profesor. Fundamental resultará «no enredarse en las trampas de los adversarios» y estar a la altura de la «expectativa».
«No es poca cosa, pero, claro, lo que está en juego es la Presidencia del Gobierno». Pues no. Lo que está en juego y a los mitines de VOX cualquiera familia española se puede remitir, es la unidad nacional de España. La presidencia del Gobierno de España es precisamente lo que nunca ha sido en juego durante los últimos 40 años d ela democracia española porque el independentismo de hoy, nacionalismo o catalanismo de ayer con los Pujol y a ellos hay que sumar a los supremacistas burgueses de toda la vida que son los de PNV, siempre han gobernado España y han estado en los pasillos de la presidencia de Gobierno de España tanto en la etapa del Pp como en las del PSOE, tengan o no mayoría absoluta. De hecho, el expresidente de Gobierno de España del PP, Mariano Rajoy Brey, teniendo mayoría absoluta, pactó todos los presupuestos de su gobierno con los independentistas de Convergencia pese a tener sobre la mesa el referéndum separatista del 9N de 2014.
Así que en juego está la soberanía Nacional y España se ha despertado.
