Una cita para tomar las 12 uvas de 2018 al ritmo de las campanadas del reloj

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Varias personas toman uvas en la Puerta del Sol durante las Preuvas. Archivo Efe

Efe – El aforo de la plaza ha sido limitado a 20.000 personas, lo que supone dos por metro cuadrado, una reducción de 5.000 personas con respecto al año pasado. Un ensayo general que ha supuesto una práctica para la noche especial que mañana se celebrará en la capital para dar la bienvenida al año 2018. Madrid (España), domingo 31 de diciembre de 2017. Fotografía: Varias personas toman uvas en la Puerta del Sol durante las Preuvas. Archivo Efe

Unas 20.000 personas, 5.000 menos que el año pasado, se han dado cita esta noche en la Puerta del Sol de Madrid para celebrar las tradicionales ‘preuvas’, en lo que ha sido un ensayo general para asistentes y para las fuerzas y cuerpos de seguridad de lo que será la llegada oficial de 2018.

MADRID (ESPAÑA), 31.12.2015. Varias jóvenes celebran la Nochevieja, un día antes de la noche de fin de año, en la madrileña Puerta del Sol. El reloj de la Puerta del Sol con las doce campanadas de media noche, el kilómetro cero de Madrid lleno de gente con ganas de pasarlo bien, las uvas, el confeti, los cotillones, los vasos de plástico y una multitudinaria fiesta han dado la noche de este miércoles, 24 horas por adelantado, la bienvenida a 2016. Miles de personas, en su mayoría grupos de jóvenes con afán de divertirse y muchas familias con niños pequeños, se han acercado esta media noche a la Puerta del Sol para disfrutar de las ya famosas «preuvas», una fiesta creada por aclamación popular que celebra por adelantado la llegada del Año Nuevo un día antes de lo que marca el almanaque. Sin embargo, en esta ocasión ha habido una novedad y es que en la larga historia de la plaza más famosa de Madrid por primera vez se ha contado una a una las personas que se han puesto delante del reloj de Sol a tomarse las uvas anticipadas -que algunos han sustituido por cacahuetes, aceitunas, gominolas y todo lo que daba de sí la imaginación- para recibir el Año Nuevo. Y para que todo saliera según lo previsto, alrededor de las nueve de la noche la Policía ha comenzado a desalojar la Puerta del Sol, muy concurrida a esas horas en plenas fiestas navideñas, para inmediatamente después dar comienzo al recuento y que el lugar volviera a llenarse poco a poco de gente que accedía a la plaza a través de las calles laterales: Alcalá, Carrera de San Jerónimo, Arenal y Mayor. En cada una de las esquinas de esas cuatro calles se ha colocado personal de Protección Civil, provisto de contadores, que ha ido dejando pasar a las miles de personas que acudieron a Sol a escuchar las doce campanadas, mientras la Policía Nacional se ha encargado de comprobar el contenido de bolsos, bolsas y mochilas y de asegurar que nadie entraba a la plaza con botellas u objetos peligrosos. El resto de las calles que dan acceso a la Puerta del Sol (Carretas, Correo, Preciados, Carmen y Montera) también han permanecido cortadas desde aproximadamente las 21,00 horas hasta después de las campanadas y no se ha permitido la entrada ni la salida a la plaza a través de ellas, ya que estaban previstas como vías de evacuación. Las cuatro bocas de Metro y Cercanías de la Puerta del Sol han estado también cerradas al público entre las nueve y las doce y media de la noche y en ese tiempo los trenes no han realizado paradas en esa estación, dentro del dispositivo de seguridad previsto para las «preuvas» de esta noche, que se repetirá en las «uvas» de mañana día 31. Un dispositivo que está compuesto por 600 efectivos: 300 agentes de Policía Municipal, 200 de Policía Nacional, 50 de Samur-Protección Civil y 50 de Bomberos, Selur y del Samur Social. Todos han velado esta noche por la seguridad de los que han celebrado las «preuvas», sin que se haya registrado ningún incidente destacable, a excepción de alguna caída o de la atención de alguna enfermedad que en ningún caso han revestido gravedad, según han informado a Efe fuentes de Emergencias Madrid. Bailes, cánticos y alegría han sido las notas más destacadas de una celebración en una noche fría, en la que personas venidas de Madrid, de otros puntos de España e incluso extranjeros han disfrutado de las campanadas tanto que muchos tenían el propósito de regresar mañana a la Puerta del Sol a «vivir las de verdad». Y es que no ha faltado detalle, salvo que se iluminara el nuevo cartel que se ha instalado bajo el reloj para felicitar el 2016. Pero para verlo hay que esperar a mañana, a que suenen las doce campanadas «de verdad». Archivo Efe

El kilómetro cero de la capital se ha convertido un año más en el escenario donde miles de personas se han dado cita para tomar las doce uvas, o también golosinas, al ritmo de las campanadas del reloj de la Real Casa de Correos un día antes de lo previsto.

Con público más joven que en otras ocasiones, los «lacasitos» han tomado protagonismo junto a otros elementos infantiles.

Así, la tradición centenaria, que ha traído a la capital a muchos visitantes, ha estado marcada un año más por el amplio dispositivo de seguridad que se ha realizado en colaboración y coordinación con Delegación de Gobierno, Ministerio del Interior, la Policía Nacional y con servicios como Renfe y Metro.

A pesar de ser un ensayo, muchos han sacados sus disfraces o sus mejores galas para combatir al frío que ha acompañado durante toda la jornada.

Otros visitantes en estas fechas de la capital desconocían el ritual. «No conocía el desalojo pero me parece una buena medida de seguridad», ha señalado a Efe José Antonio, de Salamanca, que se encuentra de visita en Madrid.

No obstante, asistentes al evento como Juan, de 18 años, conocían las medidas y también las apoya.

«Es importante y más teniendo en cuenta lo que hemos vivido en Barcelona este año», ha indicado.

Los únicos que se han quejado ante los agentes son los que tenían reservas en los restaurantes.

A pesar de ello, muchos grupos de amigos y familias se han congregado en esta cita «sobre todo para vivir las de verdad en casa».
«Siempre hemos querido sentir la sensación de tomar las uvas en la Puerta del Sol y con esta iniciativa se pueden conjugar las dos cosas», ha señalado Martín a Efe.

El portavoz de la Policía Municipal, Juan Antonio Méndez, ha destacado a Efe la ausencia de incidencias durante el evento y ha ensalzado el comportamiento cívico de los asistentes que se conocen las medidas de seguridad.

Por ello, a las 21.00 horas se cerraron los acceso a la Puerta del Sol, tanto a pie como desde las estaciones de metro o Cercanías Renfe, misma medida que se llevará a cabo en la noche vieja ‘oficial’. Media hora más tarde la plaza estaba desértica en una imagen que se repetirá este domingo.

Desde ese momento los cuatro accesos de entrada, calle Mayor, calle Arenal, calle Alcalá y carrera de San Jerónimo, fueron controlados por agentes de Policía Municipal y del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), en colaboración con Samur-Protección Civil.

En torno a las 22.30 los puntos de seguridad se abrieron para recibir a los visitantes.

El resto de las vías que llegan a la Puerta del Sol, calles Montera, Preciados, Carmen y Carretas, han funcionado únicamente de salida y como vías de evacuación.

Agentes de la Policía municipal y nacional, ayudados por personal de Samur-Protección Civil, han realizado el conteo de personas concurrentes para garantizar su seguridad física, así como la movilidad en la plaza, tal y como se ha hecho los dos últimos años.

En los puntos de control se han intervenido, en casos aislados, aquellos objetos que pueden suponer un riesgo para la seguridad, como petardos, envases de vidrio o bengalas, entre otros.

El aforo de la plaza ha sido limitado a 20.000 personas, lo que supone dos por metro cuadrado, una reducción de 5.000 personas con respecto al año pasado. Un ensayo general que ha supuesto una práctica para la noche especial que mañana se celebrará en la capital para dar la bienvenida al año 2018.