Redacción – El Gobierno de España publicó ayer por la noche una serie de estadísticas sobre los infectados y fallecidos por coronavirus de cara a la elaboración de un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Madrid (España), miércoles 29 de abril de 2020.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, presumía de la posición de España en un estudio realizado por la OCDE que situaba a nuestro país como el octavo en la realización de test de detección del coronavirus con una cantidad de un total de 1.345.560 pruebas.
El retoque que ha introducido el ministerio ha consistido en añadir a la cifra de test PCR los test de anticuerpos. Si éstos se excluyesen, el dato para España se quedaría con 22 por cada 1000 habitantes, descendiendo al puesto decimoctavo de dicho estudio.
Unas horas después de haber presentado estos datos el mismo ministerio admitió la trampa, demostrando que VOX llevaba razón al desconfiar de la lealtad que tendría para con los españoles.
En este sentido, cada jueves en la comisión de Sanidad del Congreso, el portavoz del partido, Juan Luís Steegmann, reprochaba duramente al ministro los constantes cambios en el recuento de los fallecidos e infectados y recordaba una cosa que el presidente Sánchez se ha olvidado de comentar en su comparecencia para anunciar el procedimiento de «desescalada»: la importancia de la realización de test para poder elaborar un mapa del virus y saber, a ciencia cierta, cómo proceder al «desconfinamiento» de la población.
Steegmann, que ha presentado más de 24 proposiciones no de ley y más de 100 preguntas e iniciativas parlamentarias, ha vuelto a ver cómo se ignoran los consejos que, tal y como el diputado sostiene, «ofrece al ministro por el bien de los españoles» una vez más.
Con sus medidas este Gobierno está demostrando que su negligencia va más allá de lo esperado y que ha confinado durante más de un mes y medio a los españoles sin un plan de acción, por eso, desde VOX y siguiendo al presidente Santiago Abascal le repetimos: «Señor Sánchez y señor Iglesias, paguen las nóminas y váyanse».
