¿Y si aquel 11M era para que la Derecha no gobierne?

Pero no, enseguida me he dado cuenta que a pesar del pasado sangriento del PSOE, no puede ser posible que aún sabiendo que el sátrapa Pedro Sánchez Pérez-Castejón es —así lo repite constantemente— poner toda su carne en el asador para evitar que la derecha gobierne, no sería capaz de algo tan monstruoso. Además, en aquella época estaban el expresidente de Gobierno y exsecretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero y el exministro de Interior y exvicepresidente de gobierno, el difunto Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE)

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FOTOGRAFÍA. MADRID (REINO DE ESPAÑA) 11 DE MARZO DE 2004. ¿Y si aquel 11M era para que la Derecha no gobierne?.- Mayor atentado terrorista en Europa. Vista general de la Estación de tren de Atocha, Madrid, capital del Reino de España, tras la explosión registrada a primera hora de la mañana. Al menos 125 personas han muerto y centenares han resultado heridas en las tres explosiones consecutivas que se han registrado hoy en las estaciones de trenes madrileñas de Atocha, Santa Eugenia y El Pozo. Efe
FOTOGRAFÍA. MADRID (REINO DE ESPAÑA), 11 DE MARZO DE 2004. Mayor atentado terrorista en Europa. Vista general de la Estación de tren de Atocha, Madrid, capital del Reino de España, tras la explosión registrada a primera hora de la mañana. Al menos 125 personas han muerto y centenares han resultado heridas en las tres explosiones consecutivas que se han registrado hoy en las estaciones de trenes madrileñas de Atocha, Santa Eugenia y El Pozo. Efe

Barcelona (Reino de España), lunes 2 de septiembre de 2024 (Luis Torres Píñar).- Y si aquel atentado del 11M era para que la Derecha no gobierne. Estoy viendo una serie de televisión titulada «La víctima número 8», producida por Telemadrid y ETB con la colaboración de Mediapro. Es sorprendente lo que la mente es capaz de analizar con recuerdos de situaciones padecidas en España. El cómo se puede utilizar un atentado terrorista para desviar la atención del común de los ciudadanos. La serie representa la realización de un atentado presuntamente realizado por yihadistas, en este caso para desviar cualquier atención sobre el interés real de su ejecución. Todo ello me ha retraído al recuerdo de lo que se narra en el libro «El ocaso del mito socialista» referente al atentado del 11 de marzo del año 2004 en Madrid (España) y me ha hecho pensar: y si aquel atentado (….).

  • Al margen de quienes ejecutaron el atentado, sigue sin conocerse quién lo ordenó y planificó. Lo que sí parece incontestable es el fin: cambiar la orientación del voto de los españoles que estábamos citados a las urnas para el día catorce de marzo.

Pero no, enseguida me he dado cuenta que a pesar del pasado sangriento del PSOE, no puede ser posible que aún sabiendo que el sátrapa Pedro Sánchez Pérez-Castejón es —así lo repite constantemente— poner toda su carne en el asador para evitar que la derecha gobierne, no sería capaz de algo tan monstruoso. Además, en aquella época estaban el expresidente de Gobierno y exsecretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero y el exministro de Interior y exvicepresidente de gobierno, el difunto Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE), dos personajes nada sospechosos. El primero defensor a ultranza de la Venezuela bolivariana, el segundo defensor de que la organización terrorista, separatista y comunista Euskadi Ta Askatasuna (ETA), «no era capaz de semejante aberración». En fin, esas cosas que piensas la tarde de un domingo cualquiera.

Texto extraído literalmente del libro «El ocaso del mito socialista»: Un jueves once de marzo del 2004 entre las 07:37 y las 07:39, en la estación de Atocha en Madrid, se cometió el más sangriento atentado terrorista en nuestra Nación y en Europa. Como consecuencia del mismo, fallecieron 191 personas entre un total de 1841 seres humanos, que fueron atendidos por los servicios sanitarios. Todos ellos inocentes, ajenos a cualquier ambición política o religiosa de grupos terroristas, alentados, todavía hoy, sin la certidumbre de quien o quienes fueron los autores intelectuales de la criminal acción. Los sucesos acaecidos los días 12 y 13 de marzo, marcan una notable diferencia con respecto a cualquier otro atentado desde que se producen actos terroristas en territorio español. Nunca la oposición ha exigido con tanta saña, que el Gobierno dijera a la sociedad quienes eran los autores materiales de la masacre, tan solo un día después de haberse cometido el acto terrorista. Ángel Jesús Acebes Paniagua (Ángel Acebes), ministro del Interior, daba continuas informaciones manteniendo varias vías de investigación abiertas, ETA y grupos islamistas vinculados a Al Qaeda. En primeras instancias, Acebes aseguró que la autoría del atentado apuntaba sin dudas a la banda terrorista ETA. La oposición realizó varias declaraciones de condena del atentado. Poco duró el apoyo de los partidos políticos, la tarde del día doce ya empezaban a poner en duda las informaciones y las intenciones del gobierno todas las fuerzas de la oposición. La casualidad quiso que coincidiera con el traslado de las pruebas a dependencias policiales para su custodia y análisis. Curiosamente parece que los protocolos no se siguieron y se rompió la cadena de seguridad que debe continuarse con todas las pruebas y se destruyeron bastantes de ellas, sobre todo aquellas que podrían haber ofrecido pistas respecto al explosivo utilizado.

El sábado día trece de marzo, «jornada de reflexión», el entonces portavoz del PSOE, Pérez Rubalcaba dijo: «los españoles nos merecemos un gobierno que no nos mienta». Por su parte, Izquierda Unida (IU) acusó al gobierno de «dar un golpe de estado informativo». Otros decían que «el PP, utiliza el atentado de forma partidista». El resto de formaciones políticas se pronunciaban de formas parecidas en una cadena de despropósitos intentando todos ellos desacreditar al Partido Popular, buscando beneficio en el fruto del árbol que sabían iban a caer, no importaba que se tratara del día anterior a las elecciones y menos aún, el dolor de las víctimas, heridos y los familiares, que atónitos veían una lucha por los votos con cargo a sus interfectos.

Lo incomprensible, cómo vino a reconocer José Luis Rodríguez Zapatero a Ángel Acebes, es que él ya sabía hacía tiempo que el atentado era obra de islamistas. ¿Tenía acaso más información el candidato que el propio gobierno? Transcurridas apenas veinticuatro horas del atentado, el PSOE y sus medios afines descartaban cualquier posibilidad de que fuera ETA la autora de la masacre. Desde Vascongadas se decía que ETA, no era capaz de tamaña atrocidad. Se olvidaban de Hipercor, cuarteles de la Guardia Civil, autocares, y tantos otros crímenes cometidos por la banda. ¡Qué pena de memoria histórica contemporánea tienen algunos!

El PSOE encabezó el linchamiento, en ocasiones no solo verbal, dirigido al Gobierno y miembros destacados del Partido Popular. El día 13, jornada de reflexión, Mariano Rajoy, candidato a la Presidencia del Gobierno, exigió al PSOE que contuviera a sus afiliados, seguidores y algunos miembros destacados del partido en el acoso a las sedes de su partido, también solicitó amparo a la Junta Electoral. Esta se pronunció al día siguiente declarando ilegales las manifestaciones (ya se habían producido) y trasladó el caso a la Fiscalía del Estado…, nada más se supo. Nada pudo detener las acciones violentas, el atentado habría las posibilidades de ganar las elecciones y ante la recuperación del poder, todo valía. En un acto de dudosa educación democrática, nada se hizo por parte de nadie con autoridad dentro del partido socialista, para frenar las acciones violentas: «…y condenaré toda utilización política del terrorismo» (José L. Rodríguez Zapatero).

Hay que añadir la muerte del miembro del Grupo Especial de Operaciones (GEO), don Francisco Javier Torrontellas, fallecido en la intervención de Leganés, cuyo funeral se celebró en la intimidad no habiendo transcurrido siquiera 24 horas después de su fallecimiento. Quince días más tarde, su tumba fue profanada. Su ataúd extraído del nicho (todavía sin identificar la lápida), y su cuerpo fue rociado y quemado amén de otros ensañamientos. Trasladados los restos al Instituto Anatómico Forense, se certificó que coincidían con el cadáver del Agente muerto en acto de servicio.

Es curioso, nada mejor para destruir cualquier prueba, que el fuego. Al margen de quienes ejecutaron el atentado, sigue sin conocerse quién lo ordenó y planificó. Lo que sí parece incontestable es el fin: cambiar la orientación del voto de los españoles que estábamos citados a las urnas para el día catorce de marzo, tan solo tres días después de la masacre. Objetivo conseguido. Hubo muchos españoles que consideraron el atentado la respuesta del terrorismo islámico por la presencia de soldados españoles en la guerra de Irak, castigando al Partido Popular por la decisión del entonces presidente del Gobierno don José María Aznar López, concerniente al envío de tropas a Irak.

Cita: «El mar…, tampoco el cielo, son de color azul. Menos aún la izquierda, es como se muestra» (Luis Torres Píñar). ¡Gibraltar es español! Ahí lo dejo.

Luis Torres Píñar