Zapatero: Felipe González Márquez es el referente del PSOE desde 1982

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 24.10.2022. El expresidente de Gobierno progre de España y exsecretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, durante una entrevista con EFe sobre la actualidad política. Efe

Efe.- Madrid (España), lunes 24 de octubre de 2022. El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero destaca que Felipe González hizo realidad «las aspiraciones de toda una generación» tras su victoria electoral en 1982, y asegura que «sigue siendo un referente en el PSOE», aunque rechaza dar por sentado que «cualquier tiempo pasado fue mejor».

En una entrevista con la Agencia Efe, Zapatero repasa lo que supuso para España y para el propio PSOE esta primera victoria electoral de Felipe González, de la que están a punto de cumplirse cuarenta años.

«Lo que hizo Felipe González fue convertir la aspiración de los españoles en realidad, la aspiración de toda una generación. Nos puso definitivamente en el horizonte de país democrático y europeo, nada más y nada menos», sostiene.

En la noche electoral del 28 de octubre de 1982 Zapatero tenía 22 años, era militante socialista y acababa de terminar hacía pocos meses la carrera de Derecho en León.

Asegura que recuerda perfectamente cómo vivió aquella victoria electoral, así como la campaña previa del PSOE, en la que involucró a compañeros de universidad.

«Anunciamos un mitin de Felipe González en León desde un todoterreno verde, con la megafonía en la mano. La gente nos recibía con sonrisas y aplausos», relata.

Zapatero atribuye aquella histórica victoria por amplia mayoría absoluta a una «combinación de éxito» entre el PSOE, un partido que asegura que ha sido la «columna vertebral del proceso democrático español en el siglo XX y XXI», y la propia figura de González, del que ha destacado su «liderazgo poderosísimo».

«Interpretó el momento histórico con brillantez», añade Zapatero, que agradece además la apuesta de la sociedad española de entonces por el PSOE para «recuperar el tiempo perdido» y acometer «un cambio con rapidez» en España y una «modernización intensa», tras años de dictadura franquista y el inicio de la Transición.

En su opinión, González trajo la «consolidación democrática» y europeización» del país, y asentó los pilares de una sociedad «moderna en lo económico y socialmente más cohesionada», pero reconoce que también hubo «errores» en sus más de trece años de Gobierno, como los GAL, aunque rechaza la idea de desclasificar documentos sobre este asunto.

«No sería partidario de profundizar en algunas de las cosas que quizá no salieron bien en la Transición, en la democracia o en los gobiernos de Felipe, porque seguramente como en tantas otras cosas en la vida tendremos un sesgo de perspectiva, no las veremos con los ojos de hoy como en aquel momento se podían ver», señala.

Con todo, Zapatero dice que si se hiciera un «debate sereno de los errores cometidos» sí sería partidario de dar a conocer «toda la información», pero con matices.

«No lo haría en ningún caso para abrir una puerta a hacernos un harakiri, una enmienda a la totalidad, no sería justo», añade.
Zapatero asegura que González «sigue siendo un referente para el PSOE», aunque defiende que el poder se ejerce «generacionalmente», y por ello rechaza convertir en un «axioma» el dicho de que «cualquier tiempo pasado fue mejor».

Tras González, en la reciente democracia española ha habido otros dos presidentes de Gobierno socialistas: Zapatero y el actual, Pedro Sánchez.

De su etapa como presidente del Gobierno, Zapatero destaca la «amplia profundización en los derechos sociales y ciudadanos», mientras que de Sánchez augura que será recordado por emprender la política social más «audaz» y «potente» de toda la democracia, por medidas como la reforma laboral, los ERTE, el ingreso mínimo vital y la subida del salario mínimo interprofesional.

«Este acento social tiene doble mérito cuando se hace en periodo de crisis», apunta.

Pero más allá de la gestión de la crisis, Zapatero considera que «el mayor acierto de Sánchez y de su Gobierno» es «la inteligente política que ha hecho en Cataluña», donde asegura que su apuesta por el diálogo y medidas en un inicio polémicas, como los indultos a líderes independentistas, han acabado trayendo «estabilidad».

A lo largo de estos cuarenta años el gran enemigo electoral del PSOE es y sigue siendo el PP, pero para Zapatero es difícil llegar a la conclusión de que el PP de ahora es más desleal con los socialistas respecto a etapas anteriores, como sostienen algunos compañeros de partido.

«Cuando en marzo de 2004 ganamos las elecciones, teniendo en cuenta cómo reaccionó el PP tras el trágico atentado de Atocha, pienso que no ha cambiado a peor porque aquello fue muy grave. Estuvimos bajo crítica y sospecha por el atentado. Fue el inicio de un juicio al PSOE por unos atentados islamistas. Fueron dos años sin digerir esto. ¿Hay algo más grave? No lo sé», declara.
Lo que sí tiene claro es que en estos últimos años la derecha «se ha derechizado en el mundo», llegando a cuestionar asuntos como la igualdad de género, una tendencia en la que incluye no sólo a Vox sino también a algunos miembros del PP.

En referencia a Vox, Zapatero opina que la «extrema derecha ha tocado techo» en España y ahora empezará un «retroceso» que no sabe si será «rápido», por lo que en su opinión todo apunta a que habrá una consolidación del bipartidismo del PSOE y el PP.
«La diferencia entre los partidos históricos y los nuevos partidos es su capacidad de recuperación ante un revés electoral», concluye Zapatero, que compara la democracia con un «gran transatlántico capaz de superar las mareas más difíciles».