EFE – Los alcaldes de confluencias de izquierdas de ocho ciudades han proclamado hoy que la «marea del cambio», uniendo fuerzas por el «bien común», es un movimiento «imparable» y han dado la bienvenida a los refugiados que buscan asilo en Europa huyendo de la guerra. <Fotografía: Los alcaldes de Barcelona, Ada Colau; Zaragoza, Pedro Santisteve; A Coruña, Xulio Ferreiro; el segundo teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello; el alcalde de Santiago de Compostela, Martiño Noriega; el de Cádiz, José María González «Kichi»; el de Pamplona, Joseba Asiron; y la de Madrid, Manuela Carmena, en el acto convocado hoy por Barcelona en Comú, en el que Carmena se ha congratulado de que la capital madrileña y la catalana hayan sido las primeras en declararse «ciudades de acogida». Foto/Efe>.
Tras los primeros 100 días de mandato, los alcaldes y alcaldesas Ada Colau (Barcelona), Manuela Carmena (Madrid), Dolors Sabater (Badalona), Pedro Santisteve (Zaragoza), Xulio Ferreiro (A Coruña), Martiño Noriega (Santiago de Compostela), Joseba Asiron (Pamplona) y José María González ‘Kichi’ (Cádiz) han participado en el acto «Ciudades por el bien común», celebrado en el polideportivo de la Estació del Nord de Barcelona, que se ha llenado de asistentes que han repetido el lema «Sí se puede».
«Aquí hay una marea y es imparable», ha espetado la anfitriona del encuentro, Ada Colau, que ha indicado que lo que une a todos estos alcaldes no son las siglas de partido, sino «la defensa del bien común y la política en mayúsculas de la gente», orientada a que «la ciudadanía mande de una vez por todas».
Colau ha reivindicado asimismo la necesidad de acoger a los que huyen de la guerra: «Frente a los que instalan vallas y alzan muros, nosotros tenemos un mensaje a los refugiados: Sed bienvenidos, nuestra tierra es la vuestra», ha dicho.
También la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se ha referido a la crisis de los refugiados y se ha congratulado de que su ciudad y Barcelona hayan sido las primeras en declararse «ciudades de acogida», unas capitales «del abrazo, el cariño y la emoción».
Los ocho alcaldes de las confluencias de izquierda se han encontrado hoy en Barcelona por primera vez para coordinar estrategias y compartir experiencias tras 100 días de mandato y han celebrado una reunión en el Ayuntamiento de Barcelona, antes de asistir a un acto político, abierto a la ciudadanía, en la Estació del Nord.
Desde el escenario, Colau ha reivindicado «el cambio» ante una crisis que «no es solo económica y social sino sobre todo política y ética» y ha añadido: «Hay que abrir las puertas y las ventanas para que entre aire fresco y se vaya el rancio».
Ante sus homólogos del resto de España, la alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater, ha considerado que desde la «radicalidad democrática» el derecho a decidir sobre cuestiones como la educación o la sanidad, pero también respecto a la relación entre Cataluña y España o sobre la independencia, un derecho que se debe de poder ejercer, ha dicho, «sin prejuicios».
Por su parte, el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (EH Bildu), ha clamado por la «libertad de Cataluña», porque la «libertad de Cataluña es la libertad de Euskal Herria y de todos los pueblos», al tiempo que ha loado el cambio «profundo» logrado en muchos ayuntamientos españoles con las candidaturas de confluencia, un cambio que debe ser «duradero».
El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha apelado a la «resistencia constitucional» desde los municipios para defender el «Estado social» ante los partidos tradicionales -PP y PSOE- que se «llenan la boca de legalidad» pero modifican la Carta Magna «cuando lo pide la Troika».
Por su parte, el primer edil de Santiago de Compostela ha señalado que esta «red de ciudades rebeldes» que «ponen primero a las personas» supone el «inicio del comienzo de un nuevo tiempo». «Es la mejor carta de presentación de lo que podemos conseguir si ponemos lo que nos une por delante de cualquier otro interés», ha incidido.
El gaditano José María González ‘Kichi’ ha aplaudido que en rincones de España se haya terminado con la «impunidad» de ayuntamientos con «las puertas cerradas» a los ciudadanos y ha indicado que «somos el faro del sur» de una «Europa que ha perdido el rumbo».
Xulio Ferreiro (A Coruña) ha afirmado que su ayuntamiento está «orgulloso de ser rebelde» porque en él los coruñeses «ya no se sienten intrusos» e incluso pueden participar en plenos desde el escaño ciudadano.
