Aragonès dice que «mantendrá» la Mesa de la traición a España con el Gobierno de Abascal y Feijóo si los españoles echan a Sánchez de La Moncloa

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), 19.08.2022. El presidente del Gobierno antiespañol que ocupa la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonès García, este viernes durante una entrevista con la agencia catalana de noticias. ACN

Lasvocesdelpueblo y Agencias.- El presidente del Gobierno antiespañol que ocupa la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonès García, no renunciará a la Mesa de la traición a España aunque haya un cambio de Gobierno en la Presidencia del Reino de España, La Moncloa.

En una entrevista con la Agencias Catalana de Noticias, Aragonès ha expresado que la traición a España es de Ejecutivo a Ejecutivo y que, en consecuencia, el «proceso de negociación debe continuar independientemente del Gobierno» que hay en La Moncloa, «porque el Procés continúa».

Por otra parte, el jefe del Gobierno secesionista no contempla someterse a una cuestión de confianza porque la ultraizquierda separatista CUP «no tiene sobre la mesa» garantizar la estabilidad, es decir que ERC ya tiene otros socios como la ultraizquierda Unidos Podemos (Los Comunes) o el PSC. «Si hay voluntad de dar estabilidad, deberemos hablar de todo; pero en estos momentos no está sobre la mesa esa posibilidad», ha dicho insinuando que no le tiene miedo a CUP.

Aragonès ha recordado que CUP decidió no apoyar los presupuestos de 2022 y mientras la izquierda radical Unidas sí que apoyó las cuentas de la Generalidad de Cataluña.

Por tanto, no se puede continuar «la cadena de confianzas». El dirigente de ha señalado que ahora es necesaria «estabilidad, sólidas mayorías para aprobar presupuestos y sacar adelante las transformaciones que necesita» Cataluña.

Sobre las relaciones del Gobierno separatista con CUP, Aragonès ha sostenido que su Ejecutivo «sigue trabajando en todos los aspectos que contenía el acuerdo de investidura» pactado con ellos. Sin embargo, deja la puerta abierta para que se puedan «reincorporar». «La mano está extendida a las fuerzas que apoyaron la investidura ya las que han ido facilitando la aprobación de los presupuestos», ha insistido Aragonès, en referencia a la ultraizquierda Los Comunes, con los que negociaron las cuentas el pasado año.

Por otra parte, y con el escenario de elecciones generales a las Cortes del Reino de España del próximo año, Aragonès ha asegurado que «mantendrá» la mesa de la traición a España aunque haya un Gobierno de de Vox y PP, presidido por sus líderes Santiago Abascal Conde y Alberto Núñez Feijóo.

El presidente del Gobierno separatista ha asegurado que el separatismo «no se levantará» de la Mesa de la traición a España. «Y si» un nuevo Gobierno en La Moncloa renuncia a dicha mesa, «tendrá que dar cuenta de por qué lo hace», ha añadido. «Nosotros no renunciamos a continuar un proceso para seguir exigiendo la celebración de un referéndum de independencia en Cataluña y la amnistía» de los delincuentes golpistas indultados parcialmente y los prófugos de la Justicia, ha manifestado.

El jefe del Gobierno secesionista, que defiende la vía del diálogo del Procés descartando un golpe de estado durante su mandato, ha pedido «tiempo» para que se vayan construyendo «las confianzas entre las partes -Gobierno de España y Gobierno separatista».

Aragonés ha admitido que los primeros acuerdos resultantes de este espacio son «parciales», que deben ir avanzando «hasta llegar a un gran acuerdo final, que nosotros defendemos que sea la amnistía y un acuerdo para celebrar un referéndum de independencia de Cataluña» .

En la última reunión de la mesa de la traición a España entre Gobierno socialcomunista del presidente Pedro Sánchez Pérez Castejón y el separatismo, el 26 de julio en Madrid, acordaron dar pasos por la «desjudicialización» del Procés -es decir que el Gobierno Sánchez deja de emprender acciones judiciales contra el procés-, prohibir el castellano/español en la escuela en Cataluña convirtiendo al idioma oficial de España en una lengua «curricular» en una parte de España mientras el catalán y el aranés pasan a ser las únicas lengua de la enseñanza (vehicular). Además, Sánchez y separatismo pactaron impulsar el catalán en el Senado, en el Congreso de los Diputados y en la Eurocámara.

Aragonés sostiene que este último compromiso «debe entenderse como una medida de construcción de confianza más que como un acuerdo sobre el fondo de la negociación». «Es de aquellos primeros acuerdos que permiten ver que ambas partes tienen voluntad de avanzar», ha comentado.

En cuanto a la «desjudicialización», está pendiente todavía de concretar con qué instrumentos debe realizarse. Se trata, pues, de «una carpeta abierta» que debe abordarse en las próximas semanas. Y es que el objetivo es que las reformas o herramientas necesarias para la «desjudicialización» lleguen antes de fin de año. Por eso Aragonés vaticina «semanas de trabajo muy intenso» para poder lograrlo.

En todo caso, el presidente del régimen separatista insiste en que los futuros acuerdos de la Mesa de la Traición a España deberán centrarse en «cómo se da respuesta» a los deseos y sueños del separatismo y «cómo se acaba con la represión», dice en referencia a la respuesta del Poder Judicial frente al golpe separatista en 2017 en Cataluña.

«El proceso de negociación debe seguir avanzando y será necesario que finalmente España diga qué propuesta tiene» para el separatismo. «La nuestra es un referéndum sobre la independencia de Cataluña». «¿Cuál es la de España?», ha expuesto.

Aragonés ha reconocido que, hasta ahora, España sólo ha puesto sobre la mesa propuestas concretas «que podrían servir para otros territorios donde no hay un conflicto político».

Aragonès ha dicho que habla «constantemente» con dirigentes de JxCat sobre la mesa de la traición a España, y que en «cada paso que se ha ido haciendo» se lo ha trasladado.

Jxcat, como el pasado año, tampoco se sentó en la última mesa de la traición a España. El jefe del Gobierno separatista dice que seguirá trabajando para que se incorporen «cuantas más formaciones, mejor».

Sin embargo, mientras tanto, ha instado a sus socios a construir una alternativa concreta a la mesa de la traición a España si no la consideran adecuada para resolver el Procés.

Por ahora, ha dicho, no se ha puesto sobre la mesa «pública ni privada» ninguna alternativa que sea «aplicable». «Lo que no haré es cometer la irresponsabilidad de abandonar un proceso de diálogo si no tengo una alternativa», ha concluido.