Efe – El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, ha iniciado este viernes el debate de investidura mostrando su disposición a un «acuerdo sólido y estable» y comprometiéndose a buscar una solución al conflicto catalán que haga «inevitables» la amnistía y un referéndum de autodeterminación. Barcelona (España), viernes 26 de marzo de 2021.
El Govern que quiere presidir, ha explicado, «tendrá tres objetivos»: afrontar «las urgencias y desigualdades» generadas por la crisis, impulsar la «reconstrucción económica» y «encaminar la resolución del conflicto político haciendo inevitable la amnistía y la autodeterminación».
«Estoy preparado y tengo toda la energía para afrontar el conjunto de urgencias» de Cataluña y para «dar forma a la nueva Generalitat republicana», ha remarcado.
Aragonès se ha comprometido a hacer que «la resolución del conflicto entre el Estado español y Cataluña pase inevitablemente por la amnistía y la autodeterminación, por un referéndum de independencia y por la libertad de los presos y el libre retorno de los exiliados».
El pleno, encabezado por primera vez por la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha arrancado con 45 minutos de retraso -a las 10.45 horas, debido a las reuniones de la Mesa para discutir el voto delegado del diputado de JxCat Lluís Puig- en el Auditorio de la cámara catalana, más espacioso y ventilado que el hemiciclo.
Tras la intervención sin límite de tiempo del candidato a la investidura para exponer su programa de gobierno, será el turno de los líderes parlamentarios, de mayor a menor, que dispondrán cada uno de 30 minutos, y después de la réplica y las contrarréplicas se procederá a la votación, en la que los diputados serán llamados uno a uno a decir desde su escaño cuál es su voto: sí, no o abstención.
Para ser investido este viernes en primera votación, Aragonès necesita la mayoría absoluta, pero todo apunta a que no la conseguirá, ya que solo ha podido atar el voto a favor de los 9 diputados de la CUP, además de los 33 de ERC, sin poder convencer de momento a los 32 de JxCat para que le ofrezcan también su apoyo.
Si se confirma el fracaso de la primera votación, Aragonès dispondrá de una segunda oportunidad -previsiblemente el martes, dos días hábiles después- en la que le bastará la mayoría simple, aunque igualmente necesitará los votos a favor de JxCat para ser investido.
En caso de que Aragonès tampoco consiguiese ser investido en segunda votación, se abriría un periodo de dos meses -a contar desde este viernes- para intentar de nuevo una investidura y, si no fuese posible, el 26 de mayo serían convocadas automáticamente nuevas elecciones para al cabo de 54 días, ya en julio.