Carta abierta de Teresa Coscojuela a la alcaldesa socialista de Hospitalet de Llobregat, Núria Marín Martínez

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Readacción (Teresa Coscojuela) – Señora alcaldesa de Hospitalet de Llobregat, usted me conoce en persona e ignoro el motivo porque antes de verme en el colegio electoral de Sant Josep de Pubilla Cases, en las municipales, nunca habíamos coincidido. Sin embargo, cuando me vio allí y yo le sostuve su mirada, usted se giró de espaldas y obligó a agacharse a uno de los suyos, cuchicheándole sobre mí. Fue muy curioso. Realmente mucho. Me pregunté de qué me conocía usted. Barcelona, 22 de noviembre 2014. Fotografía: La alcaldesa de Hospitalet, la socialista Núria Martín. Imágenes facilitadas por la Teresa Coscojuela. Lasvocesdelpueblo.

Supuse que de este, mi blog y la foto con la que doy la cara que, aunque ya tiene sus años, si le pone unas cuantas arrugas ya sirve. Y por supuesto, de haberle levantado la camisa más de una vez, publicando los gastos desproporcionados en sus reuniones a base de marisco y churrasco, además de usar nuestro dinero para pagar cositas en el extranjero, cositas progres.

 Comprendo que no me tenga en estima, señora Marín, pero es que ahora se trata de un asunto personal y sepa que va a resultarle peor que lo habitual.

Le estimulo a ponerse en contacto con la señora M. Dolors Fernández Bosch, 5a Teniente de Alcalde, responsable del Área de Benestar i Familias. Pregúntele, por favor, por quién el señor Daniel Ordóñez, sí, el de PxC, pidió que hiciera un esfuerzo para que todo no siguiera siendo un chanchullo de los suyos.

La señora Fernández se lo dirá. Lástima que su dedicación fue breve. En realidad, inexistente, dado que el trabajador social que llevaba mi caso me dejó plantada al cumplirse un año de la «maravillosa» atención alimenticia de la Cruz Roja. Aunque mi caso no había variado en absoluto, se ve que «no se puede mantener a todos indefinidamente». O sea, si en un año no encuentras a un novio rico que te mantenga, te jodes.

Ah… los «maravillosos» alimentos de la Cruz Roja. Arroz, legumbres secas y macarrones. Nada de verdura ni fruta frescas. Ni hortalizas. ¿Patatas? ¿Cebollas? ¿Ajos? ¡Ja ja ja! Y por supuesto, ni carne ni pescado. Un litro de aceite, seis de leche y una docena de huevos (al mes) Bueno, tampoco al mes, señora Marín, porque esto funciona durante tres meses y luego te aguantas uno hasta que te vuelven a enviar a la Cruz Roja.

Resulta que tengo diabetes en grado 2. Nada mortal de momento (eso espero), pero… tengo que hacer tres o cuatro comidas al día y ya me dirá usted qué puedo desayunar y merendar con semejante menú. Además, señora mía, la Cruz Roja no proporciona lácteos desnatados, conque igual la palmo gracias al Ayuntamiento de Hospitalet. Bueno, ya no, dado que esto se ha terminado y desde junio no recibo alimentos.

¿Sabe que tengo dos vecinas estupendas que me dan lo que pueden de vez en cuando? Claro que lo sabe. Por esto a los autóctonos nos dejan en la calle, porque tenemos familia y amigos y ustedes mantienen a los inmigrantes «que no tienen a nadie», pobrecitos… ¿Es usted consciente de que mantienen a los inmigrantes con el dinero de mi familia y amigos? No digo que con el mío, porque es inexistente, señora.

Y ahora vamos a lo del empleo. Según ustedes, si trabajo aunque sea una semana, cobraré una paga. Curioso, porque si yo pudiera trabajar, obvio que no me limitaría a una semana. Qué cosas tienen, señora Marín. ¿O no lo sabía? Apuesto a que no.

Bien, un amigo me ha hecho el favor de llamar telefónicamente (recuerde, carezco de audición), a la lista que los flamantes servicios sociales me han dado para solicitar empleo. Primero, señora, eso de tener que contactar telefónicamente cuando va dirigido a personas discapacitadas, ya es un error de tres pares. Téngalo en cuenta. Lo segundo es que no hay plazas para los trabajos que puedo desempeñar. Pero… me las han ofrecido como ¡enferma mental!

¿A qué juegan ustedes, señora alcaldesa y consistorio? Si acepto, en mi historial constará que he trabajado como enferma mental y esto es rotundamente falso. Me da usted pena, mucha pena. No sabe lo que hace, señora alcaldesa. ¿O sí lo sabe? Puede que sí, no es tan raro de todas maneras. La pasta es la pasta y se saca de donde sea, manipulando de todo.

La última vez que la vi en persona fue en la presentación del Premio de Novela Negra ‘La chica de la pistola en el tanga’, ¿lo recuerda? Usted no me vio a mí. No estuvo mal, sacó el floripondio de la mesita baja cuando los reporteros se lanzaron a echar fotos, para que no interfiriera en las imágenes, y el tonto del premiado pensó que le iba a dar a él la flor, ¡juas! Tiene usted muchas tablas, esto es evidente. Excepto cuando me ve. Entonces se pone muy nerviosa. ¿Mala conciencia?

Traducciones: Área de Benestar i Familias = Área de Bienestar y Familias; Sant Josep de Pubilla Cases = San Josep de Pubilla Casas.

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