Redacción – Hasta 6.794 empresas ligadas a la industria han echado el cierre desde que Sánchez llegó a la Moncloa. La creciente desindustrialización, que lleva alargándose décadas en España, se ha visto especialmente agravada por la crisis sanitaria y económica del Covi-19. Madrid (España), 1 de junio de 2020.
Desde que Sánchez accedió al Gobierno, hace ahora dos años, numerosas compañías vinculadas a la industria extractiva o manufacturera han cerrado en nuestro país, lo cual implica un 6% del tejido industrial local.
Solo entre el mes de marzo y abril, unas 4.500 empresas industriales, ya de por sí en una delicada situación, cesaron su actividad y cerraron en España.
Pymes
Los mayores damnificados son, como en la mayoría de las ocasiones, las pequeñas y medianas empresas cuyo intervalo de empleados oscila entre los seis y los cincuenta.
La mayoría de los motivos hay que encontrarlos en la competitividad exterior, especialmente en la asiática, y en el alto precio de la energía en los costes de producción, algo que nuestra formación ha señalado en numerosas ocasiones, especialmente en lo referido al sector primario.
La denuncia de Iván Espinosa
El portavoz de VOX en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, ya habló sobre esta problemática, ligada también al diésel, en el «Debate a 7» de Televisión Española que tuvo lugar en noviembre del pasado año: “Ustedes desconocen que en España hay 17 plantas de producción del automóvil y mucha industria auxiliar que vive de esto.
«Hay fábricas en toda España y es una de las industrias que más pesan en el PIB. Un 12%». «La mera explicación de que van a subir el diésel genera paro«, añadió.
El programa de VOX
Esta problemática, silenciada por sucesivos Gobiernos de PP y PSOE, que han buscado hacer del turismo uno de ellos principales motores de la economía, es una de las demandas que VOX lleva reclamando desde su fundación, tal y como reflejó en la medida 43 de las 100 Medidas para la España Viva:
«Fomentar la reindustrialización de España en el contexto de la cooperación empresa – estado y así aumentar el peso de la industria en el PIB. Apoyar a las empresas españolas incorporando como computable, en los criterios de evaluación de los concursos públicos, que la empresa tenga su sede y que tribute en España. Apoyo a la I+D+I y a la expansión internacional de las empresas españolas».
Esta cruzada ciertas energías de producción no es nueva. El ejemplo más reciente lo encontramos de este cerco a la industria lo encontramos en la número dos del Ayuntamiento de Barcelona, que abogó por aprovechar la pandemia para «evitar que se reactive» la industria del automóvil.
Jorge Buxadé, señaló en Twitter la descabellada idea tras el cierre de Nissan, algo que reprochó a la alcaldesa de Barcelona: «Con lo de Nissan habéis arruinado la vida de 20.000 familias. 20.000. Con vuestro discurso de postureo ecologista al servicio de las grandes corporaciones sin patria y sin alma, la idiotez del diésel y el compadreo separata, sois culpables».
