Redacción – El vicesecretario de relaciones internacionales de VOX, Iván Espinosa de los Monteros, ha asegurado que «este Gobierno» del presidente Pedro Sánchez (PSOE) y vicepresidente Pablo iglesias «es una amenaza para nuestra democracia» española. Ha dicho el dirigente verde durante una entrevistado con el periodista Carlos Cuesta, en la que el también portavoz del grupo parlamentario de VOX en el Congreso de los Diputados repasó algunos de los aspectos más interesantes de la actualidad política nacional. Barcelona (España), lunes 1 de junio de 2020.
El diputado madrileño fue preguntado sobre su incidente con el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y, contrariamente a lo esperado, respondió culpando a Pedro Sánchez por haber introducido a un «aliado» tan peligroso en el Gobierno de España.
Espinosa de los Monteros se refirió al partido morado como a gente que «no sabe gobernar y que, por ello, sigue haciendo oposición».
El político madrileño comentó que, con esta actitud, tanto Iglesias como Sánchez lo que hacen es «denostar las instituciones, rebajar la calidad democrática y reducir la credibilidad de las instituciones».
Otro de los aspectos sobre el que se ha pronunciado es sobre las medidas económicas adoptadas por el Gobierno, a las que definió como «nefastas».
Espinosa ha sido uno de los diputados más críticos con los planes presentados por las ministras Calviño y Montero y el principal impulsor del área económica del programa Protejamos España, cuya medida estrella ha sido proponer que el Estado pagara durante tres meses la nómina de los trabajadores a los que ha impedido realizar su actividad.
Espinosa de los Monteros terminó su intervención haciendo referencia «al miedo» que tanto en partidos como en sindicatos se ha tenido a expresar la disconformidad con las políticas del Gobierno.
El diputado de VOX comentó que el balance de las movilizaciones que había convocado su partido era positivo no sólo por la afluencia de gente que acudió sino por la «esperanza y la fibra moral» que demostraron tener unos asistentes cuyo único pecado, a juicio del establishment mediático, habría sido el querer expresarse cívica y respetuosamente.
