Redacción.- Barcelona (España), Jueves Santo (Semana Santa 2022), 14 de abril de 2022. El presidente del Gobierno de coalición separatista de la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonès García (ERC), ha encabezado este mediodía el acto conmemorativo del «Día de la República Catalana», proclamada hace noventa y un años por Francesc Macià Llussà, —el separatista que firmó como «Francisco Maciá» hasta los 55 años y fue un político y militar, teniente coronel del Ejército de Tierra, presidente de Gobierno separatista de la Generalidad de Cataluña y uno de los fundadores de los partidos separatistas «Estado Catalán» e «Izquierda Republicana de Cataluña» y quien fue sucedido al frente de ERC por el genocida y violador de jóvenes catalanas en las llamadas ‘Checas Catalana’, Lluís Companys Jover, tras su muerte a los 74 años— un homenaje, ha dicho Aragonés, que debe servir «para reafirmar el compromiso republicano de la sociedad catalana» y para volver «a poner en valor la Justicia, la Libertad y la Fraternidad» como pilares y herramientas «para construir un futuro de prosperidad y bienestar para todos».
«Recogemos el espíritu de Francisco Marciá para seguir mirando el futuro en clave republicana», ha declarado Aragonés, porque «por encima de todo, la República sigue siendo la mejor propuesta para hacer avanzar Cataluña».
Aragonés ha calificado el golpe de estado separatista que dio Francisco Marcià en abril de 1931 proclamando la República Cataluña -aprovechando de la debilidad de una España con Gobierno provisional-, hace 91 años, como un «acto de soberanía», fruto del «compromiso democrático de la sociedad catalana» y «de años y décadas de lucha», fortaleciendo «los lazos de solidaridad y fraternidad» de la propia sociedad; enfrentándose «a la dictadura, el autoritarismo y la represión» de España, aglutinándose en torno a «grandes consensos de Cataluña», y avanzando a partir de una idea común de la «libertad y la justicia como dos elementos del todo inseparables».
Para el hispanófobo Pere Aragonés García, quien maniobra en la medida que pueda para incumplir la sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña -avalada por el Tribunal Supremo- que obliga a la Generalidad de Cataluña y a todos los directores de Centros Educativos a garantizar un 25 % de clase en español /castellano (6 horas de clases semanales) en toda la Comunidad autónoma de Cataluña al considera «residual» en su sentencia lo que es una clara prohibición del idioma español en Cataluña. el tan solo 2 % de clase en español en algunos Centros Educativos—, «la energía y la ilusión» y «la voluntad de transformación, de progreso y de libertad nacional» que impregnaba esta etapa de la historia de Cataluña «es la que nos debe inspirar hoy».
Y es la que «nos debe servir», ha dicho, para «potenciar el compromiso feminista«, revelándose contra toda forma de discriminación y violencia; para «dar un gran salto adelante en la lucha contra el cambio climático; para constatar de nuevo que somos una Nación cívica abierta al mundo», que hace de la pluralidad y la diversidad nuestra identidad, con la lengua catalana como herramienta de cohesión y progreso de un país que es tierra de acogida y oportunidades, donde todo el mundo puede desarrollar su proyecto de vida con plenitud y libertad».
SOBRE FRANCISCO MARCIÁ
Nacido en Villanueva y Geltrú el 21 de septiembre de 1859, a los quince años ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara. Termina su formación tras cinco años y pasa destinado como teniente a Madrid en la sección de telegrafía.
Fue destinado a Sevilla con el grado de capitán (1882) y después a Lérida, donde llegaría a teniente coronel. Se casó con Eugenia Lamarca en 1888, hija del arquitecto y terrateniente leridanos, Agapito Lamarca Quintana.
En 1896 el teniente coronel Macià se presentó como voluntario para ser trasladado a Cuba, una solicitud que no fue admitida.
Sin embargo tuvo que salir de la institución militar después de condenar el ataque de algunos oficiales del ejército al semanario «La Veu de Catalunya» en 1905.
Estos asaltaron la imprenta en la que se elaboraba el semanario que había publicado una caricatura que consideraron vejatoria para los oficiales destinados en Cataluña, la revista satírica el «Cu-cut» y justo después el emplazamiento de la Liga Regionalista.
En vez de tomarse medidas contra los militares se les dio la razón y a los autores de la caricatura se les juzgó por un tribunal militar, es decir, la Ley de Jurisdicciones. Este hecho llevó a que se crease la Solidaridad Catalana, y Macià comenzó su actividad política.
Se presenta a diputado en las elecciones del 21 de abril de 1907 en las listas de la Solidaridad Catalana representando a Barcelona, obteniendo escaño con un gran éxito para su coalición política (44 de 47 diputados de Cataluña).
En 1908 participó en una concentración carlista en Butsenit, en la que ofrecería su espada de militar a la causa carlista. Volverá a ser elegido diputado en 1914, 1916, 1918, 1919, 1920 y 1923.
En el Congreso se dedica inicialmente a promover la regeneración de España aunque irá deslizándose hacia el republicanismo.
A finales del año 1918 fundó la FederacióN Democràtica Nacionalista, una pequeña formación nacionalista fundamentalmente situada dentro la izquierda política, aunque no exenta de afinidad con las huestes carlistas.
En julio de 1922 protagonizó la fundación de una organización paramilitar, Estat Català, «Estado Catalán» (EC).
FUGADO FRANCISCO MARCIÀ
En 1923, tras el golpe de estado de septiembre de 1923 por parte de Miguel Primo de Rivera, se exilió en Francia. Asentado inicialmente en Perpiñán, se trasladaría a finales de año en París, previo paso por Châteauroux.
Es en esta época cuando desde Estado Catalán desarrolla su carácter insurreccional manteniendo contacto con anarquistas y comunistas, consigue la ayuda económica de las comunidades de catalanes residentes en Sudamérica y presta apoyo a casi todos los intentos insurreccionales en España.
En 1925 efectuó un fallido viaje a Moscú (Rusia) para tratar de recabar ayuda de las autoridades comunistas, manteniendo encuentros con Grigori Zinóviev y Nikolái Bujarin.
En 1926 durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera organizó una incursión armada de voluntarios —el denominado «complot de Prats de Molló»— para invadir Cataluña desde Francia, provocar una insurrección general y proclamar una república catalana; la expedición, deficientemente preparada, no llegó a cruzar la frontera franco-española al ser detenida por la Gendarmería francesa en Prats de Molló. Esto le hará ganar mucha popularidad en Cataluña. Abortado el complot, Macià fue detenido y desterrado a Bélgica. Tras residir unos cuantos meses en Bruselas, entró clandestinamente en Argentina, donde residió más de medio año. Tras efectuar visitas a las comunidades de catalanes en Uruguay, Argentina y Chile, llegó a Cuba en agosto de 1928.15 Fundó en La Habana el Partido Separatista Revolucionario de Cataluña, del cual fue presidente y en el que estudió por primera vez la posibilidad de constituir una República Catalana (septiembre-octubre de 1928). Caída la dictadura del general Primo de Rivera (enero de 1930), Macià regresa a España el 22 de febrero de 1931. Fue elegido diputado a Cortes en 1931 y en 1933.
En 1931 Estado Catalán se unió con el Pardo Republicano Catalán del genocida Lluís Companys Jover y el grupo El Opinió para fundar el nuevo partido Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), manteniendo autonomía interna.
El 14 de abril de 1931, después de unas elecciones municipales que dieron la mayoría a su nuevo partido ERC, Macià dio el golpe de estado separatista proclamando la República Catalana desde el Palacio de la Generalidad de Cataluña.
Los entonces dirigentes del carlismo catalán acudieron entonces a ofrecerle su «colaboración patriótica».
La proclamación de la República Catalana por parte de Macià abrió un conflicto con el recién constituido Gobierno provisional de la República.
Para resolverlo, tres días después, tres ministros del Gobierno provisional (los ministros Marcelino Domingo, Nicolau d’Olwer y Fernando de los Ríos,) llegaban a Barcelona para negociar, alcanzando un acuerdo por el que Macià renunciaba a la República Catalana a cambio del compromiso del Gobierno provisional de que presentaría en las futuras Cortes Constituyentes un Estatuto de Autonomía para Cataluña, y que el «Gobierno de Cataluña» utilizaría en adelante la denominación de «Generalidad de Cataluña».
Con la creación del Parlamento de Cataluña, Francisco Marcià fue elegido diputado por dos circunscripciones diferentes, Lérida y Barcelona ciudad, teniendo que renunciar a una de las actas.
Fue elegido presidente de la Generalidad con 63 votos a favor en el Parlamento Catalán, el 14 de diciembre de 1932.
Se mantuvo en el cargo hasta su muerte en 1933.
Falleció de una apendicitis el 25 de diciembre de 1933 a los setenta y cuatro años de edad.
Fue sustituido al frente de la Generalidad de Cataluña por el genocida violador de jóvenes catalanas en las llamadas «Checas Catalanas», Lluís Companys Jover (ERC).
EL GOBIERNO SEPARATISTA DICE QUE ES TODO UN EJEMPLO
El acto conmemorativo separatista, que se ha celebrado en el Palacio de la Generalidad de Cataluña, ha contado con la participación de la consejera de Justicia, Lourdes Ciuró Buldó, que ha recordado, por su parte, «que hoy hace 91 años que Francisco Macià proclamó, desde el balcón del Palacio de la Generalidad de Cataluña, la República Catalana, el Estado Catalán».
Ciuró ha afirmado que Francisco Marciá empoderó al separatismo «a construir» la República Catalana «desde la libertad y la justicia después de la dictadura de Primo de Rivera amparada por la monarquía española».
La separatista Ciuró ha continuado afirmando que «desde entonces, la historia nos ha puesto, como país, en todo tipo de escenarios, a menudo difíciles de encarar, sobre todo en la defensa de nuestros derechos políticos, sociales y culturales».
Pero, según la titular de Justicia, «de la historia hemos aprendido que cuando más avanzamos es cuando partimos del consenso. De la unidad de todos aquellos comprometidos con el derecho a decidir de Cataluña».
Ciuró ha aseverado que «para los grandes hitos de una Cataluña, el consenso y la unidad se hacen imprescindibles y es lo que la sociedad espera de nosotros para salir adelante, desde el mandato electoral, la agenda del día a día de Cataluña, de los catalanes, pero también la agenda que debe poner Cataluña en el mundo» como región de España «libre, independiente, europeísta y fraternal».
Además de Aragonés y Ciuró, han asistido al acto la consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà Pons; el consejero de Salud, Josep Maria Argimon Pallàs; la consejera de Cultura, Natàlia Garriga Ibáñez; y las intervenciones del director del Memorial Democrático, Vicenç Villatoro, y de la historiadora Mercè Morales.