Redacción.- Barcelona (España), sábado 2 de julio de 2022. Javier Barraycoa martínez, profesor de sociología en la Universidad Abat Oliva, autor de numerosos libros sobre temas sociológicos y sobre el Nacionalismo tal y como «Historia Ocultadas del nacionalismo Catalán«, «Cataluña Hispana«, «Los Descontrolados de Companys» [Lluís Companys Jover (ERC)], «Eso No Estaba En Mi Libro de Historia de Cataluña«. Actualmente, Barraycoa es el presidente de la entidad catalana Asociación Cultural Somatemps y de la entidad española Asociación Unidad Hispanista, ha impartido la ponencia «La vocación hispana e hispanista de Cataluña. Un modelo de verdadera globalización», como último interviniente, en las jornadas del VII Congreso de la Catalanidad Hispánica que su organización ha celebrado los días viernes 1 de julio y sábado 2 de julio de 2022, en el «Salón Parrilla» del Hotel Avenida Palace de Barcelona, Gran Vía de las Cortes Catalanes, número 605, ciudad de Barcelona.
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Reproducimos íntegramente la presentación de la ponencia de barraycoa.
Vocación hispanista de Cataluña
«(…) Los que han podido estar todos los días (del VIII Congreso de Somatemps) habrán visto, casualidad o no, que ha habido una profunda coherencia y casi consecución de temas que misteriosamente, pues, ya nos llevan a esta última ponencia dónde vamos a reencontrarnos con nuestra vocación original de Somatemps, que es intentar entender la historia para intentar entender nuestro presente, prever nuestro futuro, entender lo que realmente esa identidad en lo que en esta ponencia querido llamar «vocación hispanista de Cataluña«. Y vamos a distinguir claramente entre lo que son los mitos fundacionales que utilizan nacionalismo —puro fruto de un romanticismo, puro fruto de esa ausencia de rigor histórico que se sumerge las leyendas idea y pretende construir y justificar un presente de una Nación— a lo que son hitos históricos, hechos históricos más o menos estudiables en función del paso del tiempo, pero que los tomamos como realidades y para entender las patrias, las naciones, incluso la formación de los Estados, pues, estos hitos fundacionales son básicos y nos evitan el mal del romanticismo nacionalista. Evidentemente, podríamos partir de muchos principios antropológicos; pensar que estos hitos históricos son una mera sucesión de acontecimientos con lo cual la historia sería un puro (…), una pura conjunción de hecho sin sentido —nos ha tocado vivir aquí, España podría existir como no podría existir, yo podría ser aquí o de allá, (yo podría haber tenido una lengua materna u otra— todo sería un caos histórico o ahistórico donde yo me muevo.
Otra opción sería la que utiliza el nacionalismo que envuelto esa mística de mito pues pretende normalmente, según versiones de definir una una entidad ontológicamente esencialista que por algún motivo queda apagada, oscurecida en la historia, igual por otro Estado, igual por otros pueblos, pero de repente manifiesta una voluntad de ser como fruto de un determinismo histórico que va a hacer en hacer esa nación; la famosa ‘Renaixenca Catalana’ (Renacimiento Catalana); ‘¡Renacemos!’ (…), pero no hay ningún argumento histórico, simplemente una expresión, una pura voluntad de poder y de creer existir. Bien podríamos caer o tomar la posición providencialista que la vemos clara —para los que sean clientes, pues en Torras i Bages en esa famosa definición de España tan bonita tan bella, en la introducción a la tradició catalana cuando afirma que: ‘Espanya és un conjunto de pobles units per la providencia’ (España es un conjunto de pueblos unidos por la providencia) hay una razón de ser superior; quien no sea creyente, evidentemente no le podemos obligar a acogerse esta interpretación, pero sí es verdad que racionalmente podemos entender que los hitos que van a dar para constituir una entidad, una vocación, un sentido a una Nación, a un pueblo y a una sociedad, son frutos (…) decisiones, a veces, accidentales —se podía haber ganado una guerra, se podía haber perdido las Navas de Tolosa, se podía haber ganado la batalla de Muret, se podía…—. Bueno la historia tiene un nivel de contingencia, pero en la medida que va avanzando la historia esos hitos van forjando una conciencia, un ser y un sentido al cual no se puede traicionar; y pongo un ejemplo muy sencillo: es como cuando uno quiere iniciar una familia, se saca novio o novia. Bueno todo es abstracto, hay mil posibilidades, te puede dejar la novia, la puedes dejar tú (…). Pues, encontrará otra novia, te puedes casar con otra, te puedes casar con otro. Ahora te casas te casas ya empiezas a concretar: pero, bueno, puedes hablar en catalán en castellano en casa, puedes tener un hijo o pues tener cuatro o puedes tener tres; eso es contingente, pero ya te va determinando. Al final, pues, también tendrás una suegra, tendrás un trabajo (…). Todo eso ya te va atrapando y al final eso es tu familia, eso es tu ser y eso es tu entidad no la has decidido todo, pero a base de una serie de circunstancias. Querer deshacer eso por las buenas, por mí pura voluntad, sería como ir contra natura. Y esto en el fondo lo que va a hacer el nacionalismo: ir contra la propia naturaleza de lo que la historia ha ido forjando y lo vamos a ver en el caso claramente de Cataluña.
Por tanto, voy a revisar unos hitos. Los hitos, podrían ser 1000, son hitos históricos. Cada hito, voy a intentar que tenga una pequeña sucesión temporal, pero, a su vez, de cada hito se van desprendiendo también unas consecuencias a lo largo de la historia y así nos quedaría como un entramado, un tejido como lo utilizaré la expresión o leré el próximo (…) una crónica anónima del siglo XV que habla de «teixit» en catalán que es muy bonita que dice que ‘Yo Soy Español‘ y ‘Quiero tejer la historia para entenderla, para regalarla, para ordenar y darle sentido‘. Está buscando el sentido de la historia que él llama de España y se está refiriendo a los condados catalanes y se está refiriendo a Aragón; no se está refiriendo ni a Castilla y León: «Yo soy español».
Bueno, pues, vamos a verlo. No no pretendo ser, evidentemente, ni sistemático ni agotar el tema, pero para que ustedes vean como es muy importante —ya se que habrá muchos datos, y a lo mejor nosotros nos hacemos un lío y yo el primero—, pero quizás así descubramos (…) la Historia que ha ido llevando Cataluña a esa vocación hispana, a esa unión con los Reinos de España (…) luego preparación y proyección de lo que va a ser la Hispanidad en América que a lo mejor no eran conscientes de lo que en el futuro iba a pasar, de las consecuencias de sus acciones, pero, realmente, influyeron. E ir contra eso- repito- sería ir contra Cataluña y es como acabaré sería como acto aniquilarnos».
Así sentenció Barraycoa en la introducción de su ponencia.
Exposición
«La diócesis hispanian»
Bien, vamos a ver como unos hitos (…) he titulado el primero «La diócesis hispanian» (La diócesi de las Españas), nos referimos a una organización eclesiástica de la diócesis sino lo que (los cristianos) en el siglo XIV ya en el Bajo Imperio, reordenan el Imperio en diócesis del griego ‘Administración’….».
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