Complicado curso político francés, con las presidenciales en el punto de mira

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FOTOGRAFÍA. PARÍS (FRANCIA), 28.08.2201. El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó este sábado en Bagdad que Francia ha evacuado a 2.834 personas de Afganistán y que el país mantiene conversaciones con los talibanes y Catar para continuar con las evacuaciones humanitarias después del 31 de agosto. Efe

Efe.- París (Francia), domingo 29 de agosto de 2021. A ocho meses de las elecciones presidenciales, el inicio del curso político en Francia está marcado por la ofensiva del presidente Enmanuel Macron y de sus posibles rivales, para intentar ganar protagonismo y situarse en el centro del debate político.

Mientras Macron concluye este domingo un viaje a Irak con mucho protagonismo sobre Afganistán y prepara una importante visita a Marsella esta semana, la mayoría de los principales partidos cierran este domingo sus conferencias políticas de verano en una atmósfera electoral que se prevé será muy larga.

Entre ellos, el Partido Socialista (PS) y el conservador Los Republicanos (LR)buscan ambos un candidato viable para llegar a la segunda vuelta de las presidenciales de abril.

Macron apuesta por la recuperación económica de Francia tras la crisis generada por la pandemia, que ha permitido al país recuperar todo el empleo perdido, mientras que el Ministerio de Economía prevé que a finales de año la economía crezca el 6 % y alcance el nivel de actividad previo al estallido de la epidemia.

REFORMAS POLÉMICAS

En el lado económico, el presidente apuesta también por aplicar desde este otoño la reforma del seguro de desempleo y relanzar la reforma de las pensiones, dos asuntos que le granjearán el rechazo de la izquierda pero le pueden reforzar entre su electorado de centro y centroderecha.

A nivel sanitario, el Gobierno ha apostado fuerte por la obligatoriedad de la vacunación para ciertos colectivos y del pase sanitario para amplios aspectos de la vida social, y el rechazo de la extrema derecha y la extrema izquierda no ha hecho

Uno de los argumentos que más enarbolan la derecha y la ultraderecha es el de la inseguridad, y Macron lo frontará de cara esta semana con una visita de tres días (de miércoles a viernes) a Marsella, la segunda ciudad del país, que ha registrado en las últimas semanas una oleada de asesinatos relacionados con el tráfico de drogas.

La visita será «muy importante», avanzó hoy el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, que recordó el envío de refuerzos policiales a la ciudad, entre otras medidas.

DIVISIÓN EN LA DERECHA Y LA IZQUIERDA

Mientras Macron y el Ejecutivo se afanan por mostrar liderazgo y control frente a los retos que surgen de forma continua (como Afganistán o la lucha contra la variante delta del coronavirus) las aguas bajan turbulentas tanto a la derecha como a la izquierda del presidente.

Esta pasada semana, dos figuras del partido conservador (Los Republicanos, LR) anunciaron que concurrirán a las primarias por la candidatura presidencial, con lo que ya hay cuatro aspirantes: el exministro y excomisario europeo Michel Barnier; la presidenta de la región de Isla de Francia, Valérie Pécresse, el diputado Eric Ciotti y Philippe Juvin, exdiputado europeo y alcalde de La Garenne-Colombos.

El LR se desangra porque la figura conservadora más valorada en las encuestas (el presidente de la región Norte de Francia, Xavier Bertrand), dejó el partido en 2017, rechaza participar en una primaria y pide ser el candidato.

Más a la derecha, el comentarista y articulista Eric Zemmour, muy polémico por sus encendidas diatribas televisivas, coquetea con la idea de presentarse (ya está buscando el apoyo de alcaldes para legalizar su candidatura), lo que podría restar apoyos a la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen a la hora de pasar a la segunda vuelta.

«Una candidatura de Zemmour solo le gustaría a Emmanuel Macron», afirmó hoy el «número dos» de la RN, Jordan Bardella.

Las cosas no están mejor en la izquierda, donde domina la falta de unidad. El líder del movimiento populista Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, insistió hoy en una «unión popular» encabezada por él mismo para desbancar a Macron, en un discurso al final de la conferencia política de su formación.

Sin embargo, Mélenchon rechaza entrar en conversaciones con socialistas, ecologistas y comunistas para intentar forjar una candidatura común de la izquierda que pueda llegar a la segunda vuelta.

Los socialistas concluyen hoy su conferencia política, y se da por hecho que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunciará este mes su candidatura presidencial, para la que intentará forjar una alianza con los ecologistas como la que le ha permitido dos mandatos al frente de la capital.

El último sondeo de intención de voto, publicado el pasado miércoles, sigue mostrando a Macron y Le Pen en cabeza y pasando a la segunda vuelta (ambos con un 24 % de votos).

Entre los conservadores, el mejor colocado sería Bertrand (16 % si es el candidato de LR), por delante de Pécresse (13 % si fuera ella la aspirante).

Y entre la izquierda, Mélenchon lograría un 11 %, frente al 7 % de Hidalgo (PS) y el 6 % del líder del partido ecologista EELV, Yannick Jadot, en caso de que no haya una candidatura unida entre estos dos últimos.

Para añadir aún más confusión en la izquierda, el Partido Comunista (PCF) ya tiene candidato, Fabien Roussel.