Santander (Cantabria) Reino de España, jueves 13 de diciembre de 2024 (Efe).- CONFERENCIA PRESIDENTES AUTONÓMICOS DEL REINO DE ESPAÑA | La XXVII Conferencia de Presidentes celebrada este viernes en Santander ha concluido sin acuerdos concretos tras cinco horas de intervenciones por parte del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y de los presidentes autonómicos en torno a la vivienda, la inmigración, la sanidad y la financiación autonómica.
Sánchez ha abandonado antes de las 16:00 horas el Palacio de la Magdalena y los presidentes autonómicos han comenzado a hacer sus balances ante la prensa, la mayoría con tono desencantado y con críticas a la falta de planificación previa del encuentro.
«Una mera puesta en escena», ha manifestado el andaluz Juanma Moreno; «una oportunidad perdida», ha señalado el canario, Fernando Clavijo; «nos vamos con las manos vacías», ha coincidido el murciano Fernando López Miras.
La presidente de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga lamentaba que el Gobierno de Pedro Sánchez «no ha dado la más mínima oportunidad al acuerdo». «Probablemente, si Sánchez quiere seguir siendo presidente no puede llegar a esos acuerdos». La anfitriona de la reunión insistía en que no se han dado respuesta a los temas marcados en la agenda de esta Conferencia y ha asegurado que solo ha habido «anuncios y efectos especiales».
Dos años y nueve meses después de la última Conferencia, celebrada en La Palma, los presidentes populares han dejado clara su decepción, convencidos de que Sánchez solo ha convocado la cita porque le presionaron. «Vinimos sin propuestas y nos vamos sin respuestas», ha lamentado el valenciano Carlos Mazón.
Uno de los anuncios más destacados realizado por Sánchez a los presidentes autonómicos ha sido la convocatoria en enero de un Consejo de Política Fiscal y Financiera para impulsar la asunción por el Estado de parte de la deuda de las comunidades de régimen común (todas salvo País Vasco y Navarra), propuesta que no han recibido con buenos ojos las autonomías menos endeudadas.
El lehendakari, Imanol Pradales, cuestionó la posibilidad de que se condone deuda a las comunidades autónomas, debido a la «potencial afectación» al cupo vasco y pidió estudiar esta medida en profundidad si va a adoptarse.
La presidenta de Navarra, María Chivite, ha ido mas allá. Ha dicho que su región «también tiene que salir beneficiada» de la «condonación de la deuda» y que su Gobierno autonómico lo tendrá que «tratar de forma bilateral» con el de España.
Presidentes autonómicos del PP y también el castellano-manchego Emiliano García Page han urgido al Gobierno central a abordar ya la financiación autonómica. Page ha pedido sumar fuerzas a PP y PSOE para blindar nueva financiación y aplacar los «chantajes» de Junts y ERC. «Las autonomías, del PP y del PSOE, compartimos muchas cosas. Si fabricamos un preacuerdo, se aprobará por PP y PSOE en el Congreso y evitaremos el chantaje permanente», ha dicho.
Como habían anunciado, varios han ratificado en el plenario su rechazo al cupo catalán, una financiación singular para Cataluña impuesta como contrapartida al apoyo de los nacionalistas a la permanencia en Moncloa de Pedro Sánchez. Curiosamente, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, ha sido el único que se ha atrevido a calificar la reunión de «éxito» y ha subrayado que el modelo catalán de financiación singular «es el modelo de la solidaridad» con toda España.
El presidente de La Rioja, Gonzalo Capellán ha asegurado que no va a aceptar «ninguna modificación» que suponga «la salida del régimen común de cualquier comunidad autónoma de España porque supondría una merma automática en los recursos disponibles para el resto de comunidades autónomas».
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha rechazado de plano cualquier negociación bilateral y ha advertido de que la condonación de la deuda a Cataluña es «letal» para España. Ayuso ha criticado el formato de la cita y ha instado a que se convoque de forma periódica y con información previa.
Cada presidente tenía un turno de diez minutos para exponer su posición sobre los cuatro asuntos del orden del día: el problema de la vivienda, el déficit del personal sanitario, la inmigración y la reforma de la financiación autonómica.
Con las negociaciones para reformar la ley de extranjería estancadas, Clavijo y el lehendakari, Imanol Pradales, han propuesto un reparto puntual y extraordinario de menores migrantes no acompañados en el plazo de tres meses y basado en cinco indicadores objetivos, pero se han ido también sin respuesta concreta.
Ambos han destacado no obstante que no ha habido un rechazo frontal a su iniciativa para lograr una distribución equilibrada es estos menores, lo que «abre un hilo a la esperanza», en palabras de Pradales.