Barcelona (Reino de España), domingo 10 de noviembre de 2024 (Lasvocesdelpueblo).- DANA VALENCIA | Jorge Buxadé Villalba, el Jefe de la Delegación de VOX en Bruselas (Bélgica), eurodiputado y Coordinador Jurídico Nacional del partido presidido por Santiago Abascal Conde, ha denunciado hoy en un artículo publicado en «La Gaceta de la Iberosfera», que recoge íntegramente, a continuación, el diario digital Lasvocesdelpueblo, que el problema del llamado «Estado de las Autonomía» se demuestra «cuando llegan las emergencias» como la crisis sanitaria de finales de 2019, la pandemia del coronavirus (COVID 19), conocido como el «virus de Huwan», en alusión a la extensa capital de la provincia Hubei, en China central, señala el dirigente de VOX apuntando también a la invasión inmigratoria con el fracasado «reparto de los nuevos llegados ilegales junto a los Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) y «ahora» con la tragedia que azotó España los días martes 29 y miércoles 30 de octubre de 2024 causada por una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) o (gota fría) en Castilla-La Mancha, Andalucía y Comunidad Valenciana, con epicentro/zona cero en la provincia de Valencia, dejando más de 200 víctimas mortales (212 en Valencia, 7 en Castilla-La Mancha y 1 en Andalucía). «El Estado de las autonomías es un cadáver político, felizmente. «Sólo falta ver cómo se desploma». «Cuestión de tiempo; aunque sus defensores son, ahora, como un animal herido». «No cedamos y demos el descabello final». «Cuanto antes nos deshagamos de él, antes la Nación volverá tener un Estado a su servicio», sentencia el opositor español.
Y es que ha estallado públicamente una humillante confrontación entre el Govern en minoría de la Generalitat Valenciana, dirigido por el miembro del Partido Popular (PP) Carlos Mazón Guixot, y el Gobierno central de coalición de izquierda entre PSOE y SUMAR dirigido por Pedro Sánchez Pérez-Castejón, tras hacerse públicas las faltas de coordinaciones en cuanto a lo más básico en los inicios de la catástrofe, como avisar a los ciudadanos del peligro de la DANA mediante el SMS Es-Alert o del envío de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de las Fuerzas Armadas, etc. para salvar vidas.
Mientras los últimos datos oficiales actualizados por el Gobierno de España mantienen en 220 el número de víctimas mortales confirmadas, 212 en la Comunitat Valenciana, 7 en Castilla-La Mancha y uno en Andalucía. Además, se ha detenido a 310 personas, 57 en las últimas 24 horas. No obstante, a última hora del sábado, el Centro de Integración de Datos ha elevado a 214 las víctimas mortales en Valencia, 195 ya identificadas, y ha informado de que hay 41 desaparecidos.
ARTÍCULO DE JORGE BUXADÉ VILLALBA (VOX)
Imputación de libro y descabello a las autonomías
Bajo la rúbrica «Actuaciones del Sistema Nacional de Protección Civil», el Título II de la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil regula los estadios temporales del sistema: i) anticipación; ii) prevención de riesgos; iii) planificación; iv) respuesta inmediata a las emergencias; v) recuperación.
Se trata de anticipar y prever los riesgos en un territorio a la vista de las amenazas y las condiciones de vulnerabilidad del mismo, las infraestructuras o la población, con la finalidad de adoptar una respuesta pronta y adecuada, que obliga en cada caso a dotar de medios apropiados que se ajusten a las necesidades de cada emergencia.
Los sujetos competentes deben planificar y prever para anticiparse en todo momento a las situaciones de emergencia, a fin de poder «informar, avisar y alertar a la población, adoptar medidas precautorias y ordenar la disposición de los medios materiales y personales adecuados para minimizar el daño». Pero el Estado de las Autonomías es la casa de «Tócame Roque», una babel de competencias, egos e intereses partidistas. Es un caos permanente, pero en la vida ordinaria los ciudadanos se han acostumbrado a sufrir ese caos. El problema es cuando llegan las emergencias. Pasó con el virus de Wuhan, está pasando con la inmigración ilegal, y ahora las inundaciones.
La Ley delimita con claridad cuáles son las emergencias de interés nacional: 1. Las que requieran para la protección de personas y bienes la aplicación de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, reguladora de los estados de alarma, excepción y sitio; 2. Aquellas en las que sea necesario prever la coordinación de Administraciones diversas porque afecten a varias Comunidades Autónomas y exijan una aportación de recursos a nivel supraautonómico; y 3. Las que por sus dimensiones efectivas o previsibles requieran una dirección de carácter nacional.
El propio Pedro Sánchez Pérez-Castejón (Presidente de Gobierno de España) reconoce en el Real Decreto-Ley 6/2024 de 5 de noviembre que el 27 de octubre la misma Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) lanzó un aviso y es un hecho notorio que en día 28 de octubre ya se veían afectadas varias provincias por las fuertes lluvias y que los días 29 y 30 de octubre (los más brutales en términos de vidas humanas y materiales), estaban gravemente afectadas ya Andalucía (285 municipios); Castilla La Mancha (Albacete y Cuenca) y Valencia; con unas precipitaciones intensísimas que anunciaban graves inundaciones por desbordamiento de cauces, y amenazaban, como ha sucedido, con un número brutal e inasumible de fallecidos, desaparecidos, personas atrapadas en sus viviendas y vehículos, conductores inmovilizados en las autovías, cortes en la red de ferrocarril, interrupción de servicios esenciales como el abastecimiento de agua, suministro eléctrico y telefonía, con los riesgos inherentes a una emergencia de ese calibre para la seguridad ciudadana.
Como ha recordado ayer Ricardo Chamorro, diputado nacional de VOX por Ciudad Real, en Letur (Albacete) han muerto también ya 7 personas por las riadas.
Desde el primer momento, durante el día 29 de octubre, el Gobierno de España debió proceder a declarar la emergencia de interés nacional de acuerdo con el art. 28 de la Ley del Sistema Nacional de Protección Civil, poniendo todos los recursos de la Nación, humanos y materiales, al servicio de las operaciones de respuesta inmediata a la emergencia; activando de igual modo la denominada situación 3 del Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones y tomando el control de la situación.
Primero, porque la emergencia se sabía que iba a afectar a varias Comunidades Autónomas, porque era necesaria la coordinación de diversas Administraciones, porque se exigía una aportación de recursos a nivel nacional e incluso internacional y, por supuesto, porque por sus dimensiones efectivas y previsibles la tragedia iba a requerir una dirección de carácter nacional.
Declarar la emergencia de interés nacional, y activar el Plan Estatal General de Emergencias de Protección Civil y el de Riesgo de Inundaciones hubiera salvado vidas, no era una opción, era un deber de diligencia inexcusable y conscientemente no lo hicieron, perjudicando gravemente la capacidad de respuesta inmediata a la emergencia, y dejando desamparada a la población civil.
Si lo hubieran hecho, la Unidad Militar de Emergencias hubiera asumido desde el primer momento la dirección operativa bajo la dirección del Ministro del Interior y del Presidente del Gobierno.
Tampoco era una opción, la activación inmediata, urgente y completa de las Fuerzas Armadas por parte de la Ministra de Defensa, que ha mantenido unidades militares preparadas, a pocos kilómetros del lugar de los hechos, desactivadas durante días.
Supone una gravísima negligencia, y consciente, y una dejación de funciones, que perjudicó la eficacia y rapidez del despliegue de todas las capacidades logísticas, militares y civiles, bajo una dirección nacional, con los resultados tan dramáticos que hemos visto: muertes, lesiones, destrozos en infraestructuras, lentitud en las tareas de recuperación de cadáveres, asistencia a la población civil; comida, agua, ropa, material imprescindible; así como prevenir y combatir los saqueos y graves problemas de seguridad, orden y salud pública.
Defender España; la vida, la hacienda y la libertad de los españoles, no es una opción; salvo para esos políticos sin escrúpulos que se esconden en una cicatera y cobarde interpretación de las competencias Estado-Comunidades Autónomas. Es un nuevo fracaso del Estado autonómico, ya fallido.
Hoy (por ayer) Alberto Núñez Feijóo (presidente del Partido Popular) ha dicho que el Estado autonómico ha funcionado. No se puede caer más bajo y ser menos sensible a la realidad que se ha vivido en gran parte de España. No se puede vivir más fuera de la realidad.
Las élites del bipartidismo se protegen en un abrazo insostenible mientras miles de voluntarios, españoles de a pie, la mayoría jóvenes, organizados en asociaciones, colegios, o simplemente grupos de amigos, están en la calle ayudando en uno de los mayores actos de solidaridad nacional.
El Estado de las autonomías es un cadáver político, felizmente. Sólo falta ver cómo se desploma. Cuestión de tiempo; aunque sus defensores son, ahora, como un animal herido. No cedamos y demos el descabello final. Cuanto antes nos deshagamos de él, antes la Nación volverá tener un Estado a su servicio.