
Barcelona (España), martes 8 de octubre del año 2024 (lasvocesdelpueblo).- Discurso del presidente del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, Salvador Illa Roca (PSC). Debate sobre la Orientación Política General del Gobierno de la Generalidad de Cataluña (DPG), 08/10/ 2024. Este debate se regirá por los artículos 154 y 155 del Reglamento y de acuerdo con la secuencia aprobada por la Junta de Portavoces el pasado 1 de octubre.
Muy Honorable presidente del Parlamento, consejeras, consejeros, diputados, diputadas,
señoras y señores,
Muy buenas tardes a todas ya todos,
Me complace dirigirme a esta cámara por tercera vez después de hacerlo en la
sesión de investidura el pasado mes de agosto y posteriormente a la comparecencia para
dar cuenta de la formación y organización del Gobierno, que tuvo lugar, como ustedes
recordarán, el pasado 5 de septiembre. Hoy lo hago para iniciar el debate sobre
la orientación política general del Gobierno, debate que da inicio al curso político y el período de sesiones de este Parlamento.
Y esto es justamente lo que me dispongo a hacer, explicar la orientación del Gobierno, de nuestro programa, y de nuestra acción política para este curso que empezamos y hacer también un balance del trabajo realizado en estas últimas ocho semanas de Gobierno . Creo que este debate es también un buen momento para compartir con todos los grupos el análisis y el diagnóstico sobre dónde nos encontramos, en qué momento se encuentra Cataluña, y qué podemos esperar, o mejor dicho, qué queremos lograr en el futuro más inmediato como país.
Por tanto, lo primero que desde mi punto de vista corresponde es averiguar, analizar, el contexto y dar un punto de perspectiva de la acción del Gobierno que pretendemos salir adelante, impulsar. «La paz ha sido siempre mi máxima preocupación», dijo Pau Casals en 1971 al histórico discurso en la sede de Naciones Unidas al recibir la Medalla de la Paz. Las propias Naciones Unidas que hoy algunos ponen en duda, pero que son un instrumento válido y legítimo que los países del mundo acordamos para defender la paz y la legalidad internacional. Por eso, su secretario general, António Guterres, cuenta con todo nuestro apoyo y reconocimiento.
Cincuenta y tres años después, la fuerza moral de las palabras de Pau Casals nos resuena de nuevo, porque, desgraciadamente, vivimos un contexto marcado por la guerra. Hace apenas un año, ayer hacía apenas un año, el 7 de octubre del 2023, se producía el terrible ataque, que condenamos, el ataque terrorista de Hamás contra Israel.
Desde entonces, la ofensiva del Gobierno de Israel ha provocado el desplazamiento de millones de personas y, según las últimas estimaciones publicadas por la revista The Lancet, las muertes relacionadas con el conflicto se acercan a la cifra de 200.000 personas, la mayoría de ellas mujeres y niños. Hoy nos encontramos, diputadas y diputados, en el peor escenario. La guerra se ha extendido al Líbano, provocando más destrucción y más muertes, a raíz de la invasión de una parte de ese país por parte de Israel. Asimismo, Irán ha bombardeado a Israel, provocando más víctimas y estragos, y ha habido también acciones militares en Yemen: cinco países involucrados en un conflicto que ahora tiene ya una escala regional.
Llegados a este punto, las palabras se agotan y la impotencia nos supera, pero no podemos dejar de alzar la voz. Como presidente de la Generalidad de Cataluña y en nombre de todo el Gobierno, condenamos con rotundidad cualquier acto de violencia; pedimos un alto el fuego inmediato, porque por encima de cualquier otra consideración está la defensa de la vida de la población civil; y pedimos también el respeto al derecho internacional y al derecho internacional humanitario, es decir, el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas. Más cerca todavía de Europa, continúa la guerra en Ucrania.
Pero las preguntas que debemos hacernos son las mismas, no hay un doble estándar, son las mismas preguntas. Después de años de hostilidades, después de miles de víctimas mortales, después de miles de toneladas de bombas, después de tantas ciudades devastadas, ¿qué se ha logrado? ¿Estamos más cerca de una solución? ¿Estamos más cerca de la paz y de la convivencia que los pueblos ucraniano, ruso, palestino e israelí merecen? Es evidente que no estamos. Es comprensible la actitud de indiferencia, indignación, resignación que muchos ciudadanos tienen ante esta situación que acabo de describir.
Pero no podemos permitírnoslo. Catalunya, con su Govern a la cabeza, no puede desfallecer y no puede resignarse. «Y am a Catalan», dijo Pau Casals ante Naciones Unidas. El gran maestro se sentía orgulloso de Cataluña porque el siglo XI fue de algún modo precursor de lo que han sido después las Naciones Unidas, los acuerdos entre países, cuando las autoridades en ese momento, en el siglo XI, se reunieron en Francia para hablar de la paz, en contra de las guerras y de su inhumanidad, explicó Pau Casals. «Eso fue Catalunya», desveló el maestro. Hoy nos toca a nosotros, diputadas y diputados, estar a su altura. Hoy nos toca a nosotros decir «somos catalanes y queremos la paz», tan sencillo y tan difícil.
Ésta no es una demanda inocente o vacía. Centrar los esfuerzos en el diálogo y la convivencia, por difícil que sea, es el único camino y al mismo tiempo es la única solución. La guerra no es inevitable; a través de la política, de la diplomacia y de la legalidad, las naciones, los estados y los gobiernos tenemos la responsabilidad compartida de encontrar acuerdos justos para todas las partes, acuerdos perdurables en el tiempo que ofrezcan una brizna de esperanza en el futuro. Si no lo hacemos, las generaciones futuras no lo perdonarán. No soy, diputadas y diputados, ingenuo.
Sé dónde estoy, sé dónde estamos y sé qué cosas podemos hacer como Gobierno de Cataluña. Lo que les digo a todos ustedes es que lo que podamos hacer como Govern de Catalunya, lo que esté a nuestro alcance, lo haremos. No nos quedaremos de brazos cruzados. El Gobierno de la Generalitat, con el conjunto del tejido asociativo catalán y de las instituciones catalanas vinculadas a Oriente Próximo, ya estamos trabajando en todo lo que está en nuestras manos. Lo urgente es priorizar la ayuda humanitaria. Por eso, el pasado 26 de septiembre, el consejero de la Unión Europea y Acción Exterior, el honorable Jaume Duch, convocó al Comité Catalán de Ayuda Humanitaria de Emergencia para coordinar la respuesta a la crisis humanitaria y activar un primer paquete de ayudas extraordinaria, de medio millón de euros, a Naciones Unidas, que se añade a los programas y ayudas en marcha en Palestina.
No abandonaremos a quienes más sufren la ceguera y la injusticia de la guerra. Cataluña está y estará en la primera línea de la solidaridad internacional. El contexto internacional, diputadas y diputados, es complejo. Sería pretencioso y temerario ignorar la realidad en la que nos encontramos, pero ni la rehuiremos ni la utilizaremos de excusa. Los conflictos bélicos en el mundo, que por primera vez en dos décadas han crecido en su conjunto, nos abren ciertamente nuevas incertidumbres. Los conflictos bélicos son amenazas explícitas que todo el mundo puede identificar. Asimismo, las corrientes políticas y sociales de fondo que se confrontan hoy en el mundo también tienen un efecto directo y una presencia en Catalunya.
Sin embargo, son a veces más difíciles de identificar y, por tanto, es necesario, a mi juicio, tomar conciencia. En 2024 nos enfrentamos al retroceso democrático global más peligroso desde la Segunda Guerra Mundial, y no exagero, diputadas y diputados. El auge del autoritarismo, basado en el discurso del miedo y del odio, es la amenaza más urgente a la que se enfrentan las democracias occidentales. Los resultados electorales en nuestro entorno, el más reciente y preocupante en Austria, en el corazón de Europa, así como las elecciones de Estados Unidos del próximo 5 de noviembre, dibujan un combate global entre las fuerzas autoritarias y quienes defendemos la democracia y los sus valores. Cataluña no puede vivir aislada del mundo y de sus tendencias.
Es más, Cataluña puede contribuir a dar una respuesta de esperanza al mundo. Por eso hoy debemos preguntarnos dónde queremos situar a Catalunya: ¿con la democracia o contra la democracia? La respuesta puede parecer tan obvia que es más necesario que nunca pronunciarla bien alto y claro para no olvidarnos: Cataluña siempre ha estado, está y estará junto a la democracia, el progreso y la paz, porque los tres elementos están atados y ninguno de ellos es posible sin los demás. Tal y como decía antes, este escenario podría llevarnos al desánimo oa la desesperanza.
Pero, en cambio, si observamos bien la coyuntura, nos daremos cuenta de que Cataluña tiene en sus manos la posibilidad de afianzar su compromiso por liderar un futuro mejor. Es cuestión, diputadas y diputados, de saber escoger el lugar en el que queremos estar, de tener claro el rumbo que queremos seguir, de acertar en la receta y de mantener nuestras convicciones. El sitio es uno: asumir la generación de prosperidad compartida y la defensa de Cataluña, de una Cataluña plural y diversa que forma parte de un espacio público compartido que es España, una España plurinacional, y del espacio público compartido que es Europa, una Europa de horizonte federal.
El rumbo está claro, en mi opinión: dejar atrás la confrontación yerma y saber aprovechar las oportunidades de colaboración con el Gobierno de España y con la nueva Comisión Europea en un ciclo alcista de recursos públicos que nos permite multiplicar las potencialidades del país . Si miramos nuestra reciente historia, Catalunya ha avanzado más cuando ha compartido esperanzas con España y Europa y ha alcanzado sus mejores momentos cuando ha compartido optimismo con España y Europa. La receta la tenemos sobre la mesa: el informe Draghi y su predecesor, el informe Beta[#01.54].
Lo dejan claro: más integración europea, más reformas y más liderazgo público. Con un objetivo: reforzar la autosuficiencia y la competitividad de Europa para afrontar de forma justa la transición ecológica y la transición digital, así como reforzar una nueva economía basada en el conocimiento y las infraestructuras verdes que garantice la prosperidad para compartirla. Porque nos hacemos una idea de la magnitud del cambio que proponen estos informes, se estima que serán necesarios 800.000 millones de euros de inversión adicional cada año, es decir, un cinco por ciento del producto interior bruto de la Unión Europea, sólo para cumplir la estrategia industrial al menos hasta el 2030.
El último presupuesto de la Generalitat de Cataluña –usted lo tienen bien presente– es de 41.000 millones de euros, y el último paquete de fondos Next Generation no alcanza los 400.000 millones de euros, la mitad de lo que se propone en un año, los 400.000 millones de euros, por un período de seis años. La propuesta Draghi valida en buena medida, al menos así lo entiendo yo, el diagnóstico y las soluciones que el Govern propone para Catalunya. Se pone de manifiesto que las prioridades, las políticas y el proyecto de la tercera gran transformación de Cataluña, que más adelante detallaré, están alineados con lo que propone el informe Draghi.
Me gustaría apuntar tres constataciones sobre el punto de inflexión que supone este diagnóstico, este informe, esta propuesta elaborada a nivel europeo y del liderazgo que Cataluña, en mi opinión, puede asumir a raíz de él. Primera constatación: la validez de los valores y de las políticas socialdemócratas, o de justicia social –díganle como quieran–, que estamos impulsando en Catalunya. Algo creo que hemos aprendido después de la pandemia: lo que funciona es una respuesta comunitaria, lo que funciona es una apuesta pública y firme por los servicios públicos, no una respuesta de austeridad y desinversión pública como la que se dio a raíz de la crisis del euro y de la gran recesión del 2008.
Segunda constatación: la necesidad de avanzar hacia un modelo económico más justo y más sostenible no es una elección; es nuestro deber con la ciudadanía de hoy y con las generaciones futuras. Al mismo tiempo, la dicotomía o sostenibilidad o progreso, enfrentando la sostenibilidad y el progreso, es, en mi opinión, una dicotomía errónea. Ambos son inseparables, necesarios y compatibles. Sólo habrá progreso si ese progreso es sostenible. Y la tercera constatación: la necesaria apuesta por la generación de prosperidad compartida y la extensión de los derechos de los ciudadanos. Éste es el verdadero, diputadas y diputados, quid de la cuestión. Ni en Europa ni en España ni en Cataluña, la cosa no va ni de confrontar territorios ni de confrontar al sector público con el sector privado.
Esto decidió con responsabilidad qué modelo económico, qué modelo de país queremos: un modelo de prosperidad excluyente, de prosperidad que no se comparte con el conjunto de la sociedad, por lo que los que tienen cada vez tienen más –por eso las rebajas fiscales, el abaratamiento de impuestos y el desmontaje que algunos practican de los servicios públicos, de las políticas públicas–, u otro modelo, el que nosotros pretendemos impulsar y defendemos, que es el de una prosperidad compartida – compartida–, que no deja a nadie atrás, compartida con el conjunto de la sociedad, compartida equitativamente entre todos los territorios.
Lugar, rumbo, receta y convicciones, mantener nuestras convicciones de forma más firme que nunca. Catalunya y su gente –lo he podido constatar en estas ocho semanas– funcionan. Confío plenamente, confiamos plenamente en el empuje, en la energía y en nuestras capacidades como país y como sociedad. Ayer mismo pude afianzarlo inaugurando por quinto año consecutivo el Barcelona New Economy Week –el BNEW Barcelona–, que se inició en un momento difícil, en octubre del 2020, en medio de la pandemia, cuando no había certeza sobre cómo se recuperaría la economía.
Y se inició en Barcelona, en Cataluña, con un formato híbrido que ha tenido continuidad durante cinco años. Mantener con firmeza nuestras convicciones, confianza en nuestras posibilidades en el país. Es en este espacio, en Europa, y en este tiempo, nuestro presente, que Cataluña ha vuelto con la voluntad, el deseo y el deber de asumir su responsabilidad por conseguir un mundo más próspero y más justo, un mundo fundamentado en los valores más humanos de progreso y convivencia. No tengo ninguna duda de que el esfuerzo por conseguirlo vale la pena, y Catalunya no fallará, diputadas y diputados. Catalunya estará, en lo que corresponda al Gobierno, en el lugar que le corresponde, es decir, en primera línea.
Dibujado el contexto e intentando dar cierta perspectiva, querría compartir ahora con ustedes, señoras diputadas y diputados, el momento actual que vive Cataluña. Queremos ser un gobierno apegado a la realidad. Ponemos y pondremos siempre por delante la Cataluña real y actuamos y actuaremos combinando rigor e imaginación, no fantasías, porque el rigor y la imaginación, ambos necesarios, nacen siempre de la realidad. ¿Y cuál es, diputadas y diputados, esta realidad? Pues que somos ya más de 8 millones de catalanes y catalanas en un mundo de 8.000 millones de habitantes.
El veinte por ciento de la población de Cataluña tiene sesenta y cinco años o más. El envejecimiento es, pues, un fenómeno que nos marca las políticas públicas de forma transversal. Lo decíamos al celebrar el Día de las Personas Mayores en el Consejo de las Personas Mayores: el envejecimiento es un reto que debemos ver y tratar como una gran oportunidad para mejorar nuestra sociedad. Debemos contar con la sabiduría, el conocimiento, el talento y la visión de la vida de las personas mayores. Por eso, por cierto, crearemos la primera Dirección General de las Personas Mayores, para coordinar y desarrollar de manera más eficaz las políticas dirigidas a las personas mayores.
De estos 8 millones de catalanes y catalanas, en torno al dieciocho por ciento son personas de nacionalidad extranjera. Esto nos enriquece, esto nos hace mejores como país y como sociedad, que nadie lo dude, diputadas y diputados. Es necesario tener memoria: Cataluña se ha hecho a sí misma gracias a la aportación, al trabajo y al compromiso de personas venidas de todas partes. Esta tierra la hemos levantado entre todos y todas. Cataluña se ha hecho con el esfuerzo de trabajadores y trabajadoras de toda Barcelona, Tarragona, Girona, Lleida, Murcia y Andalucía, Extremadura y Galicia y Aragón. ‘España. Y en el siglo XXI, el paisaje humano, naturalmente, es cambiante, y hoy también Cataluña recibe a personas, trabajadores y trabajadoras, de todo el mundo, de otras culturas: de América Latina, de África, de Europa, de ‘Asia. Pues que no quieran engañarnos, diputadas y diputados; que la derecha radical no quiera aprovechar esa realidad global para sembrar odio y discordia.
Haremos lo que sabemos hacer (aplausos) en Cataluña, porque creemos: estar al lado de todos los trabajadores y trabajadoras, estar al lado de los barrios obreros, de la gente que más trabaja y de la gente que más lo necesita, garantizando servicios públicos , educación, sanidad, formación laboral, vivienda, y no cargándonos, desmontando los servicios públicos, es decir, cargándonos los derechos de los trabajadores y trabajadoras de las clases medias para después atizar discursos de odio. Todo el mundo que viene a mejorar Cataluña es catalán. Ésta es la grandeza de Cataluña, su diversidad y su capacidad de integración.
Desde el Govern nos proponemos desmontar uno a uno todos los discursos de odio con políticas a favor de todos. Permítanme apuntar otros datos ahora que creo que también son significativos para dibujar el momento actual, donde estamos. Hemos alcanzado la mayor cifra de matriculaciones en el sistema universitario catalán, casi 283.000 mil alumnos. Éste es un potencial extraordinario para el país. Hoy, el cincuenta y siete por ciento de la población catalana entre treinta y treinta y cuatro años tiene estudios universitarios.
Y tenemos más catalanes y catalanas que nunca trabajando: 3,8 millones de catalanes y catalanas, con una tasa de paro del 9,4%. Son cifras que no habíamos visto anteriormente. Acabamos de conocer en este ámbito un extenso informe, que me permito citar, de Comisiones Obreras –«Los otros catalanes y catalanas del siglo XXI», se titula–, que concluye que una de cada cuatro personas en edad de trabajar en Cataluña va nacer fuera de Cataluña y que ya contamos con 1 millón de trabajadores y trabajadoras de origen extranjero.
Sin embargo, estos colectivos están expuestos a salarios más bajos ya mayor temporalidad. Es un dato que les invito a tener bien presente cuando hablamos de la aportación de la inmigración a nuestro país, a Cataluña. Debemos trabajar, diputadas y diputados, por una sola Cataluña de todas y de todos. Recogiendo el libro de Francesc Candel y Josep Maria Cuenca con el mismo título, Los otros catalanes del siglo XXI, nuestro siglo debe ser el de la catalanidad única y plural, integradora siempre, para todos.
Y esa catalanidad significa condiciones dignas de trabajo para todos. Tan sólo un apunte económico más, porque más adelante me referiré a ello con más detalle. El crecimiento de la economía catalana, del tres por ciento de crecimiento del producto interior bruto interanual, con una inflación acumulada del 2,4 por ciento, se encuentra en la parte alta de la zona euro. Todo ello debe reforzarnos, pienso, la confianza, ya que es un reflejo de cómo Cataluña mantiene el pulso de su dinamismo. No piensen, diputadas y diputados, que éste es un ejercicio de cofoísmo: recoge las aportaciones de gobiernos anteriores y de otras administraciones y del conjunto de la Unión Europea.
Es una constatación de cómo están las cosas, y reitero que el Gobierno está apegado a la realidad, toca con los pies en el suelo. Es más, hay algunas cifras que les invito a no olvidar, a tener siempre bien presentes, por ejemplo, que el 24,4 por ciento de la población catalana está en riesgo de pobreza o de exclusión social y que el 46,5 por ciento tiene alguna dificultad para llegar a fin de mes, o que los jóvenes catalanes no pueden emanciparse hasta los treinta años, cuatro años por encima de la media europea. El reto está claro: transformar este crecimiento en prosperidad, en prosperidad compartida, para reducir desigualdades y aumentar las oportunidades de todos.
En estas ocho semanas, el Gobierno ha puesto sobre la mesa, en distintos momentos y circunstancias –en reuniones a puerta cerrada, en algunos actos públicos, con operadores económicos, con agentes sociales cuatro compromisos–, cuatro compromisos que hoy querría reiterar en sede parlamentaria en este atril con la solemnidad del debate de orientación de política general. Primero, el gobierno que yo preside es un gobierno a favor de la prosperidad, es un gobierno proprosperidad.
Nos ocupamos y nos ocuparemos de que en Cataluña existan las condiciones para que se pueda generar prosperidad. Esto significa agua, esto significa energía, esto significa infraestructuras, esto significa atracción de talento. Segundo, vamos a garantizar la estabilidad. Creo que el entorno ya nos proporciona suficientes incertidumbres –me he referido al inicio de mi intervención– como para que le añadamos nosotros. El Gobierno tiene sus apoyos –de todos son conocidos–, pero garantizará certeza y previsibilidad, no haremos trompicones –intentaremos, para ser más humilde, no dar trompicones.
Tener un rumbo claro, tenemos una hoja de ruta clara, un horizonte claro de hacia dónde queremos ir. Todo el mundo tiene derecho a saber cómo actuaremos y qué haremos. Tercero, preservación de las instituciones. Porque, en democracia, las instituciones son de todos y son el único instrumento para transformar la realidad, que es lo que pretendemos modestamente hacer nosotros: desde nuestro ámbito de competencias, ayudar a transformar por mejorarla, la realidad. Y cuarto, una actitud de colaboración, no de confrontación. Mi Gobierno entiende el diálogo y la colaboración con todos como la herramienta más eficaz para encontrar soluciones.
Quien quiera confrontar por confrontar, no nos encontrará; no nos encontrará. Quien quiera colaborar, desde la legítima discrepancia, sólo faltaría, tendrá las puertas abiertas y la mano tendida de mi Govern para trabajar conjuntamente y buscar soluciones y mejorar los planteamientos que podamos formular desde el Govern. Cuando he formulado en diferentes ocasiones durante estas ocho semanas estos cuatro compromisos de gobierno, he pedido con claridad –o intentando hacerlo con claridad y también con modestia–, ayuda en cuatro aspectos que también quiero reiterar en esta cámara dirigiéndome a los grupos políticos que la conforman. Primero, que todo el mundo nos ayude a generar prosperidad en Cataluña. Cataluña será mejor cuanto más próspera sea, que todo el mundo, operadores económicos, grupos políticos con ideas, con propuestas, sindicatos, empresas, trabajadores, universidades, mundo académico…, nos ayuden a generar prosperidad.
Tenemos buenos emprendedores, tenemos buenas empresas, que vengan a invertir en Cataluña, que vengan a generar prosperidad en Cataluña, que encontrarán un marco adecuado para poder hacerlo. Segundo, que nos ayude a todos a tener presente ya trabajar para que esta prosperidad no se reduzca a un segmento reducido de la sociedad catalana, sino que sea una prosperidad compartida que llegue a todos los rincones de la sociedad catalana. Esto significa una fiscalidad justa, diputadas y diputados, son necesarios recursos públicos para sostener políticas públicas, a favor de unos servicios públicos potentes y unas políticas centradas en la reducción de las desigualdades. Así también funciona mejor la economía, cuando existe una reducción de desigualdades.
Más adelante me extenderé en el principal factor de desigualdad que confrontamos hoy, que es el de la vivienda. He pedido también ayuda a mantener todos juntos una actitud constructiva a la que me comprometo como gobierno. No tener una actitud derrotista de verlo todo a medias, Tener una actitud positiva y constructiva, de colaboración abierta para derrotar esa confrontación, esa actitud derrotista que algunos practican. Y finalmente, he pedido ayuda, y no me sabe mal pedirla también en esta cámara, en hacer pedagogía y tener rigor –en hacer pedagogía y tener rigor– especialmente en dos asuntos: el de la financiación y el de la inmigración.
Qué fácil es hacer frases afortunadas y utilizar expresiones gruesas en materia de financiación –hemos visto de todos lados y de todos colores– hacer frases afortunadas en materia de financiación y en materia de inmigración, y qué equivocado es este camino. Necesitamos un debate riguroso, necesitamos un debate de argumentos, necesitamos un debate de contraste de ideas, de mejora, de planteamientos iniciales –nosotros hemos puesto un encima de la mesa acordado con Esquerra Republicana en materia de financiación– de mejora de planteamientos iniciales, pero un debate riguroso, nosotros no caeremos en la provocación, no alimentaremos el ruido y pedimos a todo el mundo que nos quiera y pueda ayudarnos a hacer pedagogía y actuar con rigor, especialmente en estas dos materias.
Diputadas y diputados, nada es fácil. Vivimos en un contexto bélico con dos guerras, una de ellas con un proceso de escalada preocupante, cuyas pulsiones autoritarias ponen en riesgo –desde mi punto de vista de forma preocupante– nuestro modelo de convivencia democrática, en un combate entre dos modelos: prosperidad compartida versus prosperidad excluyente, y nada será fácil, pero Cataluña debe actuar de acuerdo con sus fortalezas y para superar las debilidades que he mencionado también en mi intervención, en la tercera parte de la intervención, por avanzar. Sabemos muy bien que en el contexto actual ni los territorios, ni las empresas ni las personas pueden quedarse paralizados si quieren seguir avanzando. Y para avanzar hay que arremangarse. Y el Govern, desde mi punto de vista, ya lo está haciendo, se ha arremangado y se ha puesto en el trabajo. El trabajo es ingente.
Nosotros ni prometemos, ni haremos, ni podemos hacer ni queremos hacer milagros, lo que queremos hacer es trabajar por el país y trabajar. Estamos ejerciendo nuestras competencias –el pasado 5 de septiembre se explicaba en esta Cámara cómo hemos organizado el Gobierno– y durante estas ocho semanas hemos desplegado algunas iniciativas que ustedes conocen que apuntan, creo, a los caminos por los que queremos transitar esta legislatura, hemos sentado las bases en el conjunto de personas y personas del Gobierno en sentido extenso y amplio, de servidores públicos que se ponen delante, nos hemos fijado el objetivo de tener acabado y hacer público el 1 de diciembre el Plan de gobierno y el Plan normativo para esta tercera gran transformación de Cataluña, que es la forma en que hemos definido la hoja de ruta o rumbo que queremos emprender como Gobierno en estos próximos cuatro años. Y nunca se hace un corte seco, nunca se comienza de cero, afortunadamente, diría yo.
Por tanto, sabemos que somos herederos de una obra de gobierno que respetamos, vuelvo a agradecer el traspaso ejemplar y modélico que nos hizo el Gobierno Aragonés, y damos continuidad, sí, a muchas de las cosas que se iniciaron en aquella época , como no puede ser de otra forma, porque, insisto, no venimos con una actitud edenista ni de empezar de cero nada. Una transformación que hemos empezado a imponer, la tercera gran transformación de Catalunya, con decisiones que hemos ido tomando durante los ocho consejos ejecutivos del Govern celebrados hasta ahora. Con la labor de todas y cada una de las dieciséis consejerías, con los primeros grandes acuerdos con los ayuntamientos y con el trabajo conjunto con el tejido social, económico y cultural del país.
Una transformación, la tercera gran transformación de Cataluña, que estamos desplegando en sus tres ejes, que tuve ocasión de contar a esta Cámara con ocasión del debate de investidura, y con cinco prioridades que también expuse en este discurso de investidura. Los tres ejes son institucional y autogobierno, instituciones y autogobierno efectivo, primer eje; servicios públicos, segundo eje; industrialización verde, tercer eje; y las cinco prioridades: prioridad ambiental, prioridad social, prioridad económica, reforma de la administración pública y prioridad política. Para tener éxito en todas ellas, Catalunya necesita soluciones y horizontes bien definidos, con un Govern con capacidad de reacción y con capacidad de planificación. Empecemos por la prioridad política, por la institucionalización y el autogobierno.
En primer lugar, para agradecer a los anteriores presidentes de la Generalitat los encuentros que he mantenido con ellos en el Palau. El traspaso con el presidente Aragonés y las posteriores reuniones con los presidentes Pujol, Montilla, Mas y Torra, todos ellos provenientes…, o muchos de ellos, la mayoría de ellos provenientes de tradiciones políticas distintas, pero con todos los que comparto, estoy convencido de ello, una voluntad de servir a Catalunya, cada uno desde su concepción de lo que debe ser el país y de su…, entendimiento de hacia dónde debía caminar el país en la época que nos ha tocado gobernar.
Hemos abierto un nuevo ciclo político; no lo digo con ninguna pretensión de edenismo político, es normal, cuando hay unas elecciones y los ciudadanos hablan se abre una nueva etapa, un nuevo período que proviene de unos períodos anteriores y que tendrá continuidad en períodos posteriores. Los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña, creo yo, han pedido más diálogo y menos ruido, más acuerdos y menos enfrentamientos, y la continuidad institucional es la base de la concordia y del entendimiento. La colaboración, la lealtad y el pacto entre instituciones es el fundamento –así lo entendemos nosotros– para hacer avanzar al país.
Este presidente y este Gobierno gobernamos para todos y por eso hablamos con todos, abiertos a hablar con todos los grupos de esta cámara, excepto aquellos que practican discursos de odio, lo vuelvo a decir, con todo respeto pero con toda claridad, también, tomando como base los acuerdos de investidura que logramos con Esquerra Republicana de Catalunya y los Comunes, que son hoja de ruta que seguiremos durante este mandato y siempre mirando adelante. El país debe mirar adelante.
Por eso vuelvo a pedir, en este debate de orientación de política general, la aplicación, con respeto al poder judicial, pero también con toda claridad, la aplicación, ágil, sin subterfugios, diligente de lo que aprobó el Congreso de los Diputados, que es la ley de amnistía, la ley para la normalización política, social e institucional de Cataluña. Pido respecto del poder judicial… Respeto el poder judicial, pero pido respecto del poder judicial al poder legislativo que tomó esta decisión y pido que se aplique con agilidad. Estamos aplicando con la convicción que tantas veces hemos expresado, que en Catalunya no se puede gobernar de espaldas a los ayuntamientos.
Todo lo contrario. Si el gobierno de Cataluña y los ayuntamientos y los municipios vamos de la mano, multiplicamos, diputadas y diputados, multiplicamos la capacidad de respuesta a las necesidades de nuestros ciudadanos. Por eso me he reunido ya con los alcaldes de las capitales de provincia, Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona, con quienes tengo una segunda reunión este mismo viernes, con un resultado valoro yo al menos provechoso, para actuar en ámbitos tan urgentes…
(En el sector del público dos personas despliegan una pancarta)
El presidente
Presidente, presidente, presidente, si me permite. El Reglamento no permite exhibir este tipo de pancartas ni ningún tipo de pancartas aquí en el hemiciclo. Ruego a los servicios de la cámara que acompañen a este manifestante al exterior. Puede continuar, presidente.
El presidente de la Generalitat (Salvador Isla Roca)
Muchas gracias, presidente.
Decía que estamos aplicando con convicción lo que he expresado tantas veces, que en Catalunya no se puede gobernar de espaldas a los ayuntamientos. Todo lo contrario. Si el gobierno y los municipios vamos de la mano, multiplicamos la capacidad de respuesta a las necesidades de nuestros ciudadanos. Me he reunido, les decía, con los alcaldes de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona con un resultado que yo valoro provechoso en ámbitos tan urgentes como la vivienda o la sanidad. Con el alcalde Collboni hemos desatascado la construcción de un paquete de 1.700 viviendas en veintisiete solares que ha cedido a la Generalitat.
Con el alcalde Larrosa, hemos acordado construir otros 250 en Lleida en solares municipales. En Girona, junto al alcalde Salellas, hemos acordado acelerar una demanda tan necesaria como la construcción del nuevo hospital Trueta. Y en Tarragona, junto al alcalde Viñuales, hemos avanzado también en el tranvía del Camp de Tarragona. Trabajo conjunto con todos los ayuntamientos y están atentos a lo que pide el territorio. Pisando el territorio.
También he tenido ocasión de reunirme con alcaldes y alcaldesas de Olot, Figueres, Castell de Mur, Belianes, Tremp o Cabacés y lo seguiré haciendo con todo el resto de villas y municipios de todo el país. Como lo he hecho también con los presidentes y las presidentas de las cuatro diputaciones de Catalunya, instituciones fundamentales para fortalecer el municipalismo y los servicios públicos municipales. En cuanto a la prioridad social, pues, miren, son justamente, diputadas y diputados, los alcaldes y alcaldesas, los mejores conocedores de las necesidades reales de sus vecinas y vecinos, de las profundas transformaciones sociales que nos exigen una respuesta contundente por parte de las administraciones. Con ellos coincidimos plenamente en una necesidad de situar las políticas sociales a la cabeza.
Éste es el sentido central de la tercera gran transformación de Cataluña: Conseguir una sociedad más justa. Hoy, el elemento de desigualdad más evidente es el acceso a la vivienda. La situación actual es insostenible para los miles de catalanes y catalanas. No podemos permitirnos que la vivienda condicione el proyecto de vida de las personas, especialmente de los jóvenes. El acceso a la vivienda es hoy mucho más que un reto o compromiso. Es un deber de país, es un deber de país. Como presidente, hago un llamamiento para que todos estemos a la altura. Todos ponemos…, pasamos de las palabras a los hechos. El gobierno, el primero. No valen excusas en términos de competencias, recursos o ideologías. Todos, ayuntamientos, promotores, propietarios, sector inmobiliario debemos dar un paso adelante. El gobierno, insisto, el primero.
La ley de vivienda impulsada por el Gobierno de España establece un nuevo marco legal para actuar en la regulación de precios de alquiler, acabar con el uso abusivo de los pisos turísticos o promover una mayor vivienda pública. Catalunya ha sido pionera en su aplicación –es mérito del gobierno anterior, también quiero reconocerlo– para acabar con municipios tensionados y detener la subida de precios del alquiler. No puedo dejar de expresar –permítanme que lo haga con todo el respeto, pero creo que tengo la obligación de decirlo– la incomprensión hacia quienes no han permitido, con su voto contrario en el Congreso de los Diputados, la regulación de los alquileres de temporada, dando una vez –para mí duro e inexcusable– a miles de catalanes y catalanas que tienen dificultades para acceder a un piso. En cualquier caso, desde el Gobierno queremos hacer más. Queremos buscar nuevas respuestas más eficaces. Queremos ser rigurosos, pero al mismo tiempo queremos ser atrevidos. Vivimos una espiral de subida de precios intolerable.
El precio medio de alquiler en Cataluña, según el Observatorio Metropolitano de la Vivienda, ha crecido un ciento catorce por ciento la vivienda de alquiler desde 2000 a 2022, mientras que los ingresos medios de la población de Cataluña ha crecido un cincuenta -siete por ciento. Ha crecido en dos ocasiones, más del doble que los ingresos de la población. Asimismo, según el informe de la fundación Foessa de 2022, un 35,3 por ciento de la población de Catalunya sufre exclusión residencial. Tan sólo el dos por ciento de la vivienda de Cataluña es pública, cuando la media en la Unión Europea es del 9,3 por ciento. La media de construcción de vivienda pública es de 1.203…, 30 pisos al año, pero tenemos más de noventa mil peticiones para acceder. Son datos, diputadas y diputados, que dibujan una situación precaria.
Es urgente, pues, a nuestro criterio, revertirla. Urge actuar con toda la ambición y urge movilizar todos los recursos públicos y privados en la construcción de vivienda pública, de vivienda de protección. Por este motivo, les anuncio un nuevo programa de vivienda pública del Govern con el objetivo de construir cincuenta mil viviendas públicas en los próximos años hasta el 2030. Cincuenta mil viviendas públicas hasta el año 2030, con una inversión de la Generalitat anual de 1.100 millones de euros anuales; 4.400 millones de euros en todo el mandato. No habrá ninguna comunidad autónoma a fecha de hoy que invierta más dinero que la Generalidad de Cataluña en materia de vivienda.
(Aplausos.)
Una inversión, una inversión que convertimos en una política estructural y sostenida que quedará reflejada en el presupuesto de la Generalitat. Se trata de la mayor movilización de recursos públicos hecha por una comunidad autónoma en materia de vivienda, como les decía. Nuevas soluciones, buena planificación y horizontes definidos.
Queremos un nuevo marco, un cambio en el enfoque, actuación y concepto de la política de construcción de vivienda pública. Necesitamos más suelo disponible, mayor rapidez de ejecución, más colaboración público-privada y más ayudas para el acceso a la vivienda. Más suelo disponible para vivienda protegida de alquiler.
Crearemos un fondo de reserva, o una reserva pública de suelo, para ayudar a los municipios a promover el suelo disponible por medio de una convocatoria anual abierta a todos los operadores públicos y privados, para que pongan a disposición sus solares para construir promociones de vivienda protegida de alquiler. Una reserva pública de solares de Cataluña. La primera convocatoria será en febrero de 2025.
Movilizará solares de equipamientos para destinarlos a vivienda para colectivos con dificultades de acceso -jóvenes y personas mayores, por ejemplo- mediante impulsar las modificaciones normativas necesarias. Pondrá a disposición de esta reserva de suelo todos los suelos de patrimonio de la Generalidad de Cataluña disponibles. Todo el suelo disponible de la Generalidad de Cataluña pasará a integrar esta reserva pública de suelo. Se cooperará…(aplausos). Se cooperará con el Estado para transformar suelo de su propiedad en vivienda protegida.
Dos: más suelo, más agilidad, les decía. Mayor rapidez de ejecución. Para ganar rapidez en la finalización de las viviendas de protección oficial de alquiler, reduciremos un cincuenta por ciento el tiempo de entrega de las llaves. Hoy en día, diputadas y diputados, se tarda cien meses desde el inicio de la planificación urbanística hasta la finalización de viviendas de protección. Lo reduciremos un cincuenta por ciento. A cincuenta meses. Lo haremos estableciendo una licencia básica para agilizar la tramitación de viviendas de protección oficial, licencia básica que estará destinada a estas promociones de vivienda para iniciar obras de nueva planta o rehabilitación mientras se tramita la licencia urbanística.
Esta licencia se obtendrá por medio de un único expediente que generará la licencia básica y urbanística con la presentación del proyecto técnico, la declaración de conformidad urbanística y otros documentos esenciales. Crearemos un plan piloto de un Comité de agilidad urbanística para la simplificación y agilización de la tramitación gracias a la coordinación institucional en el seno del propio Gobierno.
Aprobaremos antes de fin de año el Decreto de habilitación de entidades colaboradoras para la verificación y control previo en el ámbito urbanístico, con el objetivo de agilizar la tramitación de las licencias urbanísticas municipales. Daremos y proporcionaremos soporte técnico a aquellos ayuntamientos que necesiten soporte técnico para tramitar el desarrollo urbanístico de los suelos o la construcción de vivienda de protección. Y exploraremos el impulso de un instrumento de apoyo a los municipios que deseen adherirse a acuerdos que permitan que la Generalitat contribuya en un único procedimiento a ejecutar directamente las promociones de vivienda pública. Aquellos ayuntamientos que, insisto, por los condicionantes técnicos que tengan, quieran que la Generalitat de Catalunya les haga ese trabajo técnico.
Más suelo disponible, más rapidez de ejecución, más colaboración público-privada, diputados y diputadas. La Generalitat dotará financiaciones blandas a través del Instituto Catalán de Finanzas a todas las promociones de construcción de nuevas viviendas de protección oficial de alquiler, tanto de operadores públicos como privados. Empezaremos con una línea de quinientos millones de euros anuales, quinientos millones de euros anuales de ayuda a operadores públicos y privados que hagan vivienda de protección. Al mismo tiempo, ayudas para el acceso a la vivienda.
Más suelo disponible, mayor rapidez de ejecución, más colaboración público-privada y más ayudas de acceso a la vivienda. Tenemos recursos para acceder a la vivienda. Crearemos un fondo público de emancipación dotado de quinientos millones de euros para financiar el veinte por ciento de los gastos de compra de doce mil viviendas para jóvenes menores de treinta y cinco años. Son ayudas a devolver una vez pagada la hipoteca o en la venta del piso. Incorporaremos la vivienda libre en el parque de vivienda protegida de forma permanente y dotaremos este plan con cien millones de euros anuales durante cinco años.
Además, destinaremos quinientos millones de euros anuales del Fondo de la Generalitat para la concesión de cien mil ayudas para ayudar a las familias en el pago del alquiler y por la compra o alquiler anual de mil setecientos viviendas de segunda mano para evitar los desahucios. Actuaremos también… (aplausos).
Actuaremos también sobre la regulación de usos de viviendas de temporada turística y de viviendas de temporada, turística y de habitaciones, de acuerdo con el gobierno del Estado, para poner fin a este escape, a esta línea de escapatoria que aumenta el precio de la vivienda.
Más suelo disponible, mayor rapidez de ejecución, más colaboración público-privada y más ayudas para el acceso a la vivienda. Éste es el compromiso de mi gobierno en esta materia. También profundizaremos en el diálogo y el trabajo conjunto con todas las partes implicadas: ayuntamientos, sector inmobiliario y entidades. La consejera Paneque lo hará en el transcurso de los próximos días para explicar este nuevo plan, para explicar este programa y para pedir también opinión y ayuda y colaboración. Esta batalla, si me permiten la expresión, será larga pero la ganaremos si vamos todos juntos.
El Gobierno nos hemos puesto a trabajar desde todos los ámbitos: el ámbito legal, el ámbito presupuestario, el ámbito constructivo, el ámbito social, el ámbito urbanístico y el ámbito de ordenación del territorio, y con la movilización de todos los recursos públicos y la activación también de recursos privados. Creo, diputadas y diputados, que como país tenemos un deber ineludible, que es garantizar el derecho de todos los catalanes a una vivienda digna. Insisto: el principal factor de desigualdad hoy en nuestro país. Y no sólo en nuestro país, pero nuestra obligación es resolver y afrontarlo en nuestro país. Quisiera referirme también a otros ámbitos de prioridad social de mi gobierno, en concreto a la sanidad, que conforma el otro gran eje de nuestro estado del bienestar.
Nuestro modelo de país está claro: transformar la prosperidad en servicios públicos para todos. Mientras unos cierran servicios médicos, en Catalunya el Govern trabaja para abrir CAP y para mantener Centros de Atención Primaria. Buena parte del futuro de nuestro sistema sanitario nos lo jugamos en atención primaria. De nuevo estamos aplicando soluciones con un horizonte ambicioso: que el noventa por ciento de catalanes y catalanas sean atendidos en un máximo de cuarenta y ocho horas. Y ahí estamos, dando pasos tangibles con la apertura, por ejemplo, del CAP de la Florida Sud.
Todo esto que os voy a decir ahora son obras, no me engaño, planificadas por el anterior gobierno. Nuestra aportación es darle continuidad y hacer que el cambio de gobierno no haya retrasado estas aperturas y, por tanto, no tengo ningún inconveniente en reconocer que son obras planificadas por lo anterior y agradecerlo. Obras del CAP de Florida Sur, en Hospitalet —el barrio más denso de Cataluña, el barrio de Florida de Hospitalet—, desdoblar un CAP. O la licitación este noviembre del nuevo CUAP, Centro de Urgencias de Atención Primaria, del barrio de Sant Josep. Insisto, también, impulsado por el anterior gobierno y al que da continuidad el Gobierno que yo presido.
Ha entrado también en funcionamiento la ampliación del CAP de la Sagrera y las nuevas consultas del CAP de Montclar en Sant Boi de Llobregat, y hemos visitado o iniciado las obras de los nuevos centros de atención primaria de Rambla y el futuro Centro de Urgencias de Atención Primaria de Sant Feliu de Llobregat, el Centro de Atención Primaria de Almenar, en la comarca del Segrià, y la ampliación del Centro de Atención Primaria de Manlleu. Cercanía, soluciones y planificación para reforzar el sistema sanitario y afrontar su reforma y modernización. Por eso, la consellera Pané ha anunciado la inyección en cuatro años de un fondo de 2.800 millones de euros para revertir el déficit acumulado en la sanidad.
Debemos hacerlo de una forma progresiva para secar y diferenciar este gap entre el gasto real y el gasto presupuestario, [#08:18]…. Espero que aquí tengamos la colaboración de todos los grupos de la Cámara. Por otro lado, quiero celebrar, para mí es una medida muy relevante, así lo traslado a esta cámara, la puesta en marcha del Comité de Evaluación, Innovación y Reforma Operativa del Sistema de Salud que hemos encomendado al doctor Manel del Castillo por plantear cómo priorizamos.
No por diagnosticar, que ya lo hemos diagnosticado muchas veces. Y, además, el diagnóstico, cuando lo compartimos con la mayoría de grupos de la cámara, estamos todos de acuerdo, sino para decir cómo lo hacemos, cómo priorizamos la puesta en marcha de esta necesaria. También estamos, creo, todos de acuerdo. Reforma del sistema sanitario. Me gustaría, especialmente, que, en esta cuestión, buscáramos el máximo consenso posible. Y estoy totalmente dispuesto a reconocer que el mérito es de la cámara y no del Govern. Lo importante es que reformemos el sistema sanitario, que es la principal política pública, además, cohesionadora del país.
Y es responsabilidad del Gobierno plantear propuestas, pero del conjunto de la cámara [#09:23]… Y el mérito debe ser de la Cámara del Parlament de Catalunya, y yo estoy dispuesto a reconocerlo así. Por eso hemos optado por perfiles de expertos amplios de todos los aspectos políticos para poder hacer un planteamiento, no de cómo estamos, que ya lo sabemos, porque hay libros blancos y de todos los colores, sino para decir cómo lo hacemos, cómo lo empezamos a hacer, por qué orden. Y aquí me gustaría, insisto, el Govern hará todos los esfuerzos, todos, para obtener un consenso, especialmente en esta cuestión de la reforma del sistema sanitario.
La mitad de los recursos del presupuesto de la Generalidad se destinan y bien destinados a la sanidad. Y todos ustedes saben que si no hacemos reformas, no saldremos adelante. Y todos ustedes quieren como yo, sean del color político que sean, que cuando una persona tenga una enfermedad grave, tenga a disposición, como ocurre hoy, también todos tenemos ejemplos, la mejor terapia disponible en el mundo, aplicada por los mejores profesionales disponibles en el mundo mundo, que es lo que tenemos en Cataluña y es el que queremos mantener todos.
Insisto, el Gobierno hará un ejercicio de realismo, escuchará a los profesionales, les proporcionará a ustedes de toda la información y trabajará incansablemente para que haya en esta materia un consenso, lo más amplio posible, como ha ocurrido otras veces en Cataluña, y nos ha ido bien a todos, y, especialmente, a los ciudadanos de Catalunya. Quiero también referirme a la prestación de ayudas sociales para decir que es necesario que su prestación se haga de forma más ágil. Es también una cuestión fundamental en un esquema de justicia social y de estado del bienestar. En este sentido, la consejera Martínez Bravo está trabajando intensamente para hacer efectivo un cambio que representará un punto de inflexión con el traspaso del ingreso mínimo Vital, también iniciado, negociado por el anterior Govern, que nosotros damos continuidad, no ?
El pasado 3 de octubre, consejera, tuvo lugar la primera reunión en materia de comisión de seguimiento. Y quisiera apuntar otro compromiso de Gobierno relacionado con el reto del envejecimiento que comentaba en el inicio de mi intervención. La creación de seis mil nuevas plazas residenciales y de centros de día para personas mayores, personas con discapacidad y salud mental en esta legislatura. No se trata de palabras, se trata de hechos, como lo demuestra el plan de choque para mejorar el bienestar de la residencia de ancianos de Santa Coloma de Gramenet, por ponerles un ejemplo en este ámbito, ¿no?
Vivienda, sanidad, atención social y educación. La clave de bóveda que sustenta el verdadero progreso, la capacidad de competitividad y/o equidad de nuestra sociedad. La educación es la mejor inversión, también lo sabemos todos y todas, que podemos hacer como país. Invertir en educación. El diagnóstico de nuestro sistema educativo también lo sabemos todos y es compartido por todos. Los resultados y los datos son públicos y se han debatido ampliamente, ampliamente en esta cámara y en otros foros. Y es hora de diagnosticar más e intentar aportar alguna solución.
Trabajaremos desde el consenso y la escucha activa, colaborando y tejiendo complicidades con la comunidad educativa, empezando por quienes imparten educación, que son los maestros, los docentes, porque creemos firmemente en su capacidad, en su compromiso y en la su trabajo. Lo he podido constatar visitando la escuela Salvador Dalí en Figueres o visitando la escuela Noima, la Escuela de Nuevas Oportunidades Educativas en Olot. Hay vocación, compromiso de los docentes. Necesitan recursos, necesitan que sean escuchados y que sean acompañados por el Govern, y, si me lo permiten, por el conjunto de la cámara. Necesitan el soporte del conjunto de la cámara al fijar un rumbo estable en materia educativa. Aquí también la consejera Niubó ha trabajado, primero, en mejorar las condiciones de alumnos y maestros. Se ha aprobado una inversión de 10 millones de euros en planes educativos de entorno.
Es un primer paso en esa dirección. Hemos firmado también, ustedes lo saben, un acuerdo de colaboración con la OCDE, que es quien organiza las pruebas PISA, para identificar y tener a disposición el conocimiento compartido, el conocimiento comparado de cómo hacen, de cuáles son las prácticas educativas en otros países. No porque nos vengan a dar lecciones de nada, pero sí para comparar y tener acceso a un banco de buenos éxitos, de buenas prácticas que podamos poner a disposición de Catalunya y de las escuelas de Catalunya.
Y hablando de cohesión social, yo también tengo que referirme ante ustedes, diputadas y diputados, a la seguridad ciudadana, porque con la seguridad ciudadana no vale jugar. No podemos jugar. Es, desde mi punto de vista, sería de una irresponsabilidad grande querer ganar votos con tan sensible cuestión, y más aún querer asociar la seguridad ciudadana con la inmigración. Éste no es nuestro camino.
Por eso la seguridad ciudadana es, desde nuestro punto de vista, una política progresista central en este Gobierno. Fíjense. Déjenme, permítanme una pequeña digresión, señoras diputadas y diputados. ¿Qué significa hoy proteger a las personas? ¿Qué es hoy proteger a ciudadanos y ciudadanas de Cataluña? Quiere decir, efectivamente, que los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya, vivan en el barrio que vivan, en el pueblo que vivan, puedan salir a la calle y compartir el espacio público con tranquilidad, sintiéndose seguros y seguras.
Significa proteger llegar al corazón de los barrios y afrontar retos como la multirreincidencia, sí, que no puede tolerarse; como las ocupaciones ilegales, sí, que disuelven la convivencia en muchos barrios, ¿no?; como la criminalidad asociada al tráfico de drogas o como la intolerable violencia contra las mujeres. Proteger significa todo esto, pero significa más. Proteger también significa estar al lado de los vecinos y vecinas para echarles una mano. Proteger también significa garantizar que nadie sufre discriminación alguna por ningún motivo, ni de género, ni de religión, ni de cultura. Proteger significa también ayudar a los que menos tienen. Porque nunca olvidemos que la seguridad es un derecho fundamental de toda la ciudadanía.
Sin seguridad no existe convivencia y sin seguridad no hay democracia. Por eso, cuando la consejera Parlon anuncia un incremento de cuatrocientas nuevas plazas en la última convocatoria de Mossos d’Esquadra, estamos protegiendo la calidad de vida de los ciudadanos y la calidad de la democracia. Esto es lo que estamos haciendo con este anuncio de incremento de la convocatoria de Mossos d’Esquadra.
El horizonte que nos hemos fijado es un horizonte de incremento de los efectivos de los Mossos d’Esquadra a 22.000 efectivos en 2030; 3.300 bomberos y bomberas en 2028 y 900 efectivos de Agentes Rurales en 2030. Prioridad política. Prioridad social. Prioridad de generación de prosperidad. Prioridad ambiental. Un medio ambiente que favorezca la prosperidad: agua, energía e infraestructuras. Toda la estructura social del país se sustenta en la capacidad de generar prosperidad.
Si no generamos prosperidad, no tendremos recursos para la educación, la seguridad, los derechos sociales o la sanidad. Debemos asegurar la prosperidad del futuro con más formación y conocimientos, pero ahora toca atender las carencias básicas que fomentan la competitividad necesaria de nuestra economía que estos últimos años Cataluña no ha resuelto, en mi opinión, cómo debería.
Lo resumo en los ámbitos del agua, energía e infraestructuras. En materia de agua, señoras diputadas y diputados, no nos equivocamos, seguimos sufriendo una sequía grave. No podemos bajar la guardia. A partir del próximo martes, coincidiendo con el Consejo Ejecutivo, con anterioridad al Consejo Ejecutivo y con periodicidad semanal, volveremos a reunir a la Comisión Interdepartamental de Seguimiento de la Sequía. Porque la situación no es una situación que nos permita dejar de prestar mucha atención a este asunto. La lucha contra la sequía que estamos sufriendo requiere capacidad de reacción y capacidad de planificación.
Capacidad de reacción, por eso hemos activado un plan de respuesta urgente con un nuevo fondo de 70,8 millones de euros para el conjunto de Cataluña y hemos avanzado un año los trabajos de conexión hídrica para garantizar abastecimiento a una parte del Priorat, de la comarca del Priorat, que ocurría una situación compleja. La agencia Catalana del Agua ha destinado además 19 millones de euros, a través de 188 ayudas, para la recuperación y construcción de pozos. Reacción en lo que se puede hacer para paliar la dificultad de momento. Y planificación. Hemos aprobado doblar las inversiones de 1.000 a 2.000 millones de euros hasta el año 2040, es un horizonte largo de tiempo, lo sé, pero estas obras deben planificarse con tiempo, con el objetivo de alcanzar el setenta por ciento de autonomía hídrica en 2027.
Es continuidad con la política [#0:03:02]. Sí, con un incremento de recursos –sí, con un incremento de recursos. Estoy claro en esto. Hemos seguido la línea que existía, impulsando y acelerando algunas obras, reduciendo el plazo de ejecución, por ejemplo, de la conexión al Priorat, que estaba prevista, y planificando algunas infraestructuras. Por ejemplo, una estación desalinizadora, la tercera, en la Costa Brava norte. Por ejemplo, acelerando la ejecución de las estaciones de regeneración de agua en Mataró y en Figueres o impulsando la ley de transición hídrica.
Más recursos, con una planificación en horizonte 2040, actuando con la máxima celeridad, con el máximo rigor y hablando claro a la ciudadanía diciendo que éste es un asunto al que debemos seguir prestando atención. Y fomentando la colaboración con ayuntamientos, el tejido empresarial, el tejido agrícola, social y científico de todo el territorio. Esto en lo que se refiere al agua. En la energía. Debemos redoblar los esfuerzos por recuperar el tiempo perdido y situarnos en el lugar que nos corresponde en materia de energías renovables, absolutamente claves para la transición ambiental que necesitamos.
Las energías renovables, diputadas y diputados –también lo conocen ustedes– significaron un 13,6 por ciento, un catorce por ciento, si redondeamos números, de la demanda eléctrica de Catalunya este año 2023. El objetivo que el Proencat, la prospectiva energética de Cataluña, horizonte 2050, fijaba…, fija para el año 2030 es del cincuenta y cuatro por ciento. Y somos el catorce por ciento y debemos llegar a cincuenta y cuatro por ciento. Fíjense ustedes, debemos recuperar 40 puntos. Es difícil, ¿eh? Por tanto, lo que podemos decir es que debemos intentarlo y no podemos perder tiempo; estamos lejos de dónde quisiéramos llegar y debemos acelerar.
Comprometidos estamos todos. También creo que con esto estamos todos de acuerdo, con la descarbonización de la economía. Si no lo hacemos, no vamos a competir con éxito. Nuestra empresa, nuestra industria no va a competir con éxito. Y esto implica impulsar la transición a las energías renovables, fotovoltaicas y eólicas, para conseguir autosuficiencia y soberanía energética y reducir la dependencia de combustibles fósiles y nucleares. Una actuación relevante en este ámbito que el Govern se compromete a impulsar, ya lo hemos dicho públicamente, es la del ensayo…, la plataforma de ensayo de eólica marina Proencat en el golfo de Roses. Estamos de acuerdo con que esto se haga.
Debemos explicarlo a los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña. No podemos permitirnos renunciar a la única plataforma de energía eólica marina posible por condiciones físicas y geográficas en Cataluña, que es esta planificada en el golfo de Roses. Y en materia de infraestructuras, es posiblemente el ámbito en el que mejor podemos ejemplificar, desde mi punto de vista, los beneficios de una actitud de colaboración exigente, pero colaboración con otras administraciones. Trabajamos por la mejora del aeropuerto Josep Tarradellas – El Prat. Hoy se ha reunido la comisión técnica que debe proporcionarnos soluciones.
Lo tendremos en el primer trimestre del próximo año. Y a partir de ahí, el conjunto de la cámara conocerá el parecer del Gobierno y tomaremos las decisiones que debamos tomar como país. Nuestro objetivo es mejorar el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona – El Prat y garantizar la conectividad de la economía catalana. No existe economía que pueda competir si no está conectada. Mirémonos como queramos, por el derecho y por el revés, es así. Quiero también destacar que estamos cumpliendo con el calendario del traspaso de cercanías, un traspaso también acordado y negociado por el anterior Govern, al que daremos cumplimiento. Y hemos mantenido –como ustedes saben– el responsable, el comisionado Pere Macias, para supervisar ese traspaso.
Y el compromiso es que antes de finalizar este año trasladaremos al ministerio el modelo de empresa mixta Generalitat-Estado para esta gestión de los alrededores, en los términos acordados en su día por el Gobierno Aragonés y asumidos plenamente por mi Gobierno, por el Gobierno que yo presido. Se ha producido también una reunión entre la consejera Paneque y el ministro Puente para desbloquear 710 millones de euros en convenios de ejecución de encomiendas de gestión que hacen referencia a la AP-2, a la AP-7, a la eje Pirenaico y en la ronda Norte. Por tanto, aquí también destaco que hay una actitud de colaboración que permite ir avanzando. O, por ejemplo, por lo que son las conexiones ferroviarias del puerto de Barcelona.
En materia de cercanías, no quiero olvidarme que, efectivamente, se están abordando unas obras de mejora importantes que son parte del Corredor Mediterráneo y que afectan, tienen incidencias importantes en los usuarios de Tarragona. Hemos trabajado para que se pongan todos los recursos y estamos atentos a que haya todos los recursos para minimizar al máximo estas afectaciones. Pero, diputadas y diputados, si queremos hacer el Corredor Mediterráneo y queremos mejorar el funcionamiento de las cercanías, debemos realizar obras y estas obras tendrán necesariamente una afectación.
El compromiso del Govern es que se hagan lo más rápido posible, con el mínimo de afectaciones posibles y con toda la información a los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya. Si alguien tiene otra forma de hacerlo, me gustará que me lo explique, ¿eh? Y, por tanto, en materia de infraestructuras, éste es el compromiso del Gobierno: agua, energía, infraestructuras, transición ambiental.
Servicios públicos. Cuarta prioridad. Es parte fundamental de esta tercera gran transformación de Cataluña, los servicios públicos. Ayer el conseller Dalmau anunció y hoy el Consell Executiu ha aprobado un acuerdo para impulsar una estrategia de transformación y mejora de los servicios públicos, acompañada de un primer plan de choque de medidas de urgente aplicación.
El horizonte de trabajo es una comisión de expertos que lidera Carles Ramió, doctor en ciencias políticas y de la administración por la Universidad Autónoma de Barcelona, no tampoco para diagnosticar, que está diagnosticado por parte de muchos gobiernos, de muchas administraciones, del sector privado, que también ha hecho llegar iniciativas, sino para decir cómo lo hacemos, cómo lo priorizamos, por dónde empezamos y con qué recursos, ¿no?
El objetivo es transformar los servicios públicos para su protección. Necesitamos servicios públicos con capacidad para hacer frente a los retos demográficos, la transformación digital y el cambio climático. Es una transformación para defender los servicios públicos y reconocer el trabajo de los servidores públicos; no, por poner en cuestión ni los servicios públicos ni los servidores públicos.
Que aquí también existe ligereza de opinión por parte de algunos sectores de la sociedad. No podemos ser un país avanzado sin buenos servidores públicos, que tenemos en Cataluña, ni sin buenos servicios públicos, que tenemos en Cataluña. Ahora, debemos mejorarlos. Debemos ponerlos a la altura de la tercera década de este siglo. Por eso los transformamos. ¿Y cómo lo hacemos? Pues creando dos mil plazas de prácticas remuneradas para jóvenes estudiantes para atraer a talento joven a los servicios públicos.
Quisiéramos que los mejores, las mejores personas, el mejor talento, el mejor talento disponible en Cataluña se incorporaran al servicio público. Debe hacerlo por vocación, con una retribución justa, pero por vocación, para servir al país. Y querríamos esto. Y por eso queremos dos mil becas para atraer al talento joven de Cataluña al servicio público de Cataluña, en el ámbito que sea: cultural, deportivo, sanitario, educativo, de justicia, de seguridad…
En el ámbito que sea. Servir en tu país desde las instituciones públicas, ¿qué puede haber más noble que esto? Y no critico otras vocaciones que puedan haber; ésta es una y la queremos poner en valor. Simplificando la organización administrativa, Es una…, muchas administraciones y, por tanto, hay un deber de simplificación que también intentaremos impulsar.
Y tramitando una ley para garantizar la atención presencial sin necesidad de cita previa en los servicios públicos. Ya sé que el anterior Govern lo hizo en el ámbito de la Generalitat y no quiero apuntarme ningún mérito que no corresponda a mi Gobierno. Lo hacemos para el conjunto de las administraciones públicas de Cataluña, no sólo para el ámbito de la Generalitat, donde esto estaba garantizado, quiero reconocerlo, sino también para el conjunto de administraciones de Cataluña: ayuntamientos, diputaciones… No puede ser que los ciudadanos sólo puedan relacionarse con una administración en Cataluña vía cita previa.
No quiero decir que no sea útil la cita previa, puede serlo y mucho, pero debe haber un canal que posibilite que un ciudadano, por la razón que sea, de urgencia, de inquietud, de necesidad de…, la que sea, pueda relacionarse directamente presencialmente, sólo faltaría, con la Administración pública, poniendo los recursos que convengan, no a base de realizar jornadas interminables; poniendo los recursos y organizándonos. Éste es el objetivo que perseguimos con esta [#0:11:15].
Los países más avanzados en los que progreso económico y social van de la mano son aquellos capaces de unir dinamismo empresarial y servicios públicos excelentes. No hay ningún país en el mundo, ninguno –les invito a que me llamen uno– que tenga fórmulas de éxito si no hay servicios públicos y administraciones públicas eficientes.
Todos los países que van bien tienen unos potentes servicios públicos, bien dotados, con gente buena, bien retribuida. Este mito de que los países van bien cuando hay menos…, adelgaza es falso –es falso. Servicios públicos potentes, bien dotados y un sector privado, un sector empresarial que también funcione y vaya bien, de la mano, unidos y trabajando juntos. El modelo democrático de progreso que tenemos en Cataluña y en Europa no se entiende sin sus servicios públicos. Cataluña necesita un sector público como verdadero motor de bienestar social y de crecimiento económico.
Y, por último, la economía, prioridad económica. En política, diputadas y diputados, como en la vida, existe un tiempo para cada ambición. Nosotros tenemos una ambición muy clara en el horizonte para Cataluña, que es que Cataluña vuelva a liderar económicamente a España; vuelva a liderar la creación de prosperidad, la generación de prosperidad en España. Cataluña ofreció al conjunto de España su dinamismo económico y el valor añadido que representa su apuesta por la nueva industria, por el conocimiento y por la economía digital. Esto quiere aportar Cataluña al conjunto de España y al conjunto de Europa.
El liderazgo económico va más allá del producto interior bruto, que también es relevante, o cualquier otro indicador, de la renta per cápita, que también es importante. Es también, a nuestro entender, una cuestión de valores y modelo. Y les he hablado antes de dos modelos: prosperidad compartida o prosperidad excluyente. Hoy, diputadas y diputados, se cumplen treinta y dos años de la muerte de Willy Brandt, el primer canciller socialdemócrata de la República Federal de Alemania y Premio Nobel de la Paz, por cierto –también es pertinente citarle por ello–, en 1971.
Hoy reclamamos su legado y nos consideramos herederos, porque, como él mismo dijo, la justicia social sin libertad es una quimera y la libertad sin justicia social es una injusticia en sí misma. Es decir, valores y modelo; socialdemocracia frente a un ultraliberalismo desbocado. Prosperidad compartida o prosperidad excluyente: que unos pocos tengan cada vez más o que se genere prosperidad y que llegue a todas partes. Repito lo que he dicho al principio, nuestro modelo, por supuesto, es el de la prosperidad compartida, no el de la prosperidad excluyente.
Ésta es la razón de querer liderar económicamente a España, aportar, demostrar que es posible un modelo de prosperidad compartida y tener éxito en materia económica. Por eso apostamos por unos servicios públicos mejores, por más redistribución y por generar puestos de trabajo de calidad y con salarios dignos. Algunos ejemplos que nos indican, a mi juicio, el camino a seguir. Pues, miren, Catalunya encabeza el número de empresas innovadoras en España, con un 22,9 por ciento –veintitrés por ciento, así redondeamos–, y en el segundo trimestre de este año ha liderado la constitución de nuevas empresas . Es un informe estadístico mercantil de los registradores.
Cataluña se ha consolidado como la región líder en emprendeduría tecnológica con 2.064 empresas tecnológicas activas. Informe 2024 de Ecosistema Startup. Sigamos siendo líderes en solicitudes de patentes, según la Oficina Europea de Patentes. Ahora nos toca generar las mejores condiciones para seguir impulsando un dinamismo económico en Cataluña. La economía del país requiere contar con un empresariado robusto, una investigación y conocimiento punteros y una agricultura, ganadería y pesca sólidas.
Consejero Ordeig, visitamos la Feria de Sant Miquel, y vimos un sector potente, con ganas de ir adelante, con proyectos, con ambición, con innovación para ir adelante. Diálogo social permanente como instrumento básico, como base, también, como herramienta para alcanzar el éxito. Por eso hemos tenido…, ya he tenido ocasión de reunirme con agentes sociales y económicos, con sindicatos –Comisiones Obreras, UGT–, con Foment del Treball, con Pimec, lo haré brevemente con Cecot y también con la Mesa del Tercer Sector . He encontrado en todos ellos ganas, propuestas y empuje para sacar el país adelante –tengo que decirlo con toda claridad. Visiones con matices, pero todos compartían unas ganas de sacar al país adelante. Y ese empuje, estas ganas, que analizaremos también en la Dirección General de Diálogo Social, que crearemos para garantizar una comunicación fluida entre Gobierno y agentes sociales, que queremos tener esa comunicación fluida.
El conseller Sàmper es el responsable. Después, con atención a pequeñas y medianas empresas. Las pymes constituyen aproximadamente, las pequeñas y medianas empresas, el sesenta por ciento de nuestra prosperidad. Cuidar también el trabajo autónomo. Los autónomos y autónomas representan el 8,8 por ciento de la ocupación en Cataluña. Y el primer paso para ello, diputadas y diputados, es tener unos presupuestos ambiciosos. Esto es la tarea en la que está trabajando la consellera de Economía, la consellera Romero. Hemos iniciado ya los trámites a nivel de gobierno y trabajos en el interior de Gobierno, así como contactos con el resto de grupos para dar un impulso a los presupuestos para el año 2025.
Espero aquí. Soy consciente de que mi grupo tiene un apoyo de cuarenta y dos diputados y que hacen falta sesenta y ocho, y, por tanto, debemos buscar veintiséis. Saben ustedes que prioritariamente nos dirigiremos a los grupos con los que llegamos a acuerdos de investidura. Los presupuestos son necesarios para implementar muchas de las cuestiones de los acuerdos de investidura. Tengo todo el respeto por las posiciones políticas que tengan todas las formaciones políticas. Lo haremos desde un diálogo de tú a tú, sin faltar al respeto a nadie, escuchando todas las propuestas, con un espíritu constructivo que espero también encontrar en el conjunto de la cámara, ¿eh?
Insisto, creo que podremos contar con un debate constructivo y contar con propuestas de los grupos parlamentarios para que los presupuestos ofrezcan las soluciones que los 8 millones de catalanes y catalanas necesitan. Yo soy de quienes cree que el diálogo y el debate y el contraste de propuestas mejoran los proyectos iniciales. Por tanto, no vendremos, por supuesto que no, con una propuesta cerrada. Vamos a venir con una propuesta abierta, para que la Cámara la enriquezca, fruto del diálogo que la consellera Romero tendrá con el conjunto de grupos.
Y, insisto, deben entender ustedes que empezamos por aquellos que apoyaron mi investidura, sólo faltaría, ¿eh? He dejado, también, para última instancia la cuestión de la financiación de Cataluña, no porque no lo considere una cuestión importante y esencial, sino todo lo contrario. Pero tampoco quiero –o creo yo– que ese debate deba ser un debate que nos haga olvidar de las otras prioridades, de las demás cuestiones necesarias también para Catalunya y tener un debate más enriquecedor. Pero, en efecto, es una cuestión importante. Lo decía antes: cada ambición necesita su tiempo.
Desde mi última comparecencia en este Parlamento, creo que hemos logrado algunas mejoras en este ámbito. Primero, no he oído a ningún responsable de ninguna comunidad autónoma defender que no deba reformarse la financiación. Nadie. Es un primer punto de acuerdo, diputadas y diputados. Nadie dice estar conforme con lo que tiene. Todo el mundo dice que debe reformarse. Es un primer punto de acuerdo.
Aquí debemos llevar el debate, a los argumentos, al contraste de opiniones; no al ruido, que algunos quieren y que yo no voy a contribuir en re. Por tanto, primer punto de acuerdo. Segundo punto de acuerdo. Se ha empezado a ver en reuniones que ya ustedes conocen que se están produciendo una consideración, un aterrizaje en argumentos y razones al respecto. Es lo que el Gobierno defenderá que se haga .Vuelvo a reiterar el compromiso del Gobierno de Cataluña al implementar el acuerdo de financiación que alcanzamos el Grupo Socialista y el Grupo de Esquerra Republicana. Esto ocurrirá. Lo digo por aquellos que piensan… Esto pasará. Habrá una nueva financiación para Cataluña en los términos acordados con Esquerra Republicana y con el calendario acordado con Esquerra Republicana.
Sé que va a costar, sé que será más fácil si contamos con un apoyo amplio de esta cámara, que pido una vez más explícitamente. Mi compromiso es cumplir el acuerdo estricto al que llegamos. Sé que será más fácil que pueda hacerlo, en beneficio de Cataluña, no en beneficio de mi Gobierno…, en beneficio de la sanidad, de la educación, de la seguridad, de los derechos sociales, del emprendimiento, de la cultura , del deporte, de la lengua, de la búsqueda de ese país, de la justicia de ese país, y si cuento con el apoyo amplio de esta cámara, perfecto, lo agradeceré, y lo reconoceré también como un mérito de todos.
Tendremos ocasión de ir constatando y ir viendo. También abiertos a propuestas que se puedan hacer, pero deben ser propuestas viables y factibles, que toquen con los pies en el suelo, no que busquen entorpecer y poner el dedo en la llaga al acuerdo al que hemos llegado para ver si ahora lo hacemos … No. Si vamos por ahí, empezamos mal, y no hace falta ni que empecemos. El acuerdo es ambicioso. Esto, también, no he oído a nadie que no lo diga, que no lo reconozca. El acuerdo es ambicioso.
Nosotros trabajaremos «en serio». Estamos trabajando con discreción, pero estamos trabajando para llevar a la práctica este acuerdo de financiación. Un modelo de financiación que no va contra nadie –que no va contra nadie–, que va a favor de Catalunya y que no renuncia –¿cómo puede renunciar?– a un concepto de solidaridad. Es un acuerdo realizado por formaciones políticas progresistas y de izquierdas, que tenemos en nuestro ADN. Discrepamos en otras cosas: en esto no, la solidaridad. Es un acuerdo que va en favor de la solidaridad, no va en contra de nadie. Algunos harán lecturas…, las que quieran. Lean el texto del acuerdo.
Es un acuerdo respetuoso con todo el mundo y que va a favor, insisto, de que Cataluña tenga una financiación justa que nos permita proporcionar los servicios que reclama la sociedad catalana, favorecer nuestro crecimiento económico, también para ayudar a generar más prosperidad en el conjunto de ‘España. Queremos una financiación útil y eficaz, ambiciosa y realista; no convertirlo en una reclamación interminable, sino hacerlo efectivo para el conjunto de Cataluña. Trabajaremos en los términos de los acuerdos de investidura cumpliendo –una vez más se lo digo– los acuerdos.
Voy terminando ya. Y quisiera terminar mi intervención hablando de cultura y de lengua, el catalán. Estos últimos días he tenido ocasión, porque se han producido diferentes eventos de inicio del curso cultural, de constatar el buen momento que vive la cultura catalana. Lo he constatado con la consejera de Cultura. Ayer mismo, si me lo permiten, celebrábamos veinticinco años de la reconstrucción del Liceu. Fue un momento importante para Cataluña, la reapertura del Liceu. Se quemó el 31 de enero del 94 y reabrió sus puertas el 7 de octubre del 99.
Un momento que se podía el país hundir o que se podía [#07.16], y el país, en colaboración con todas las administraciones –Generalitat, ayuntamiento, diputación y Gobierno de España–, en cinco años volvió a reabrir el Liceo. Y no paró de hacerse ópera en Cataluña, en otros lugares y en otros teatros y en otras instalaciones culturales. Fue un acto –muchos de ustedes…, algunos de ustedes asistieron– cargado de emoción y de lecciones, ¿no? Y al final yo me permití extraer –haciendo un símil, seguramente, demasiado fácil– la partitura del éxito del Liceu, ¿no?, para trasladarla al conjunto del sector cultural y del país. A veces va bien cuando las cosas se hacen bien, pensar por qué van bien.
Tenemos siempre tendencia a analizar lo que va mal. ¿Y por qué no analizamos alguna vez lo que va bien y vemos por qué ha ido bien? ¿Cuál es la fórmula de éxito? La fórmula de éxito, la partitura de éxito del Liceu es, primero, entusiasmo y cariño ciudadano. Había entusiasmo en el mismo momento que…, aún no estaba el fuego apagado y ya había gente –Montserrat Caballé– diciendo: «Esto se va a reconstruir.» Entusiasmo y cariño ciudadano. La ciudadanía se sintió lo suyo, ¿no? Segundo, compromiso y colaboración entre administraciones públicas. Colaboración, no hubo una carrera en ver quién hacía… Todo el mundo se alineó: Generalitat, diputación, ayuntamiento, en fin, Gobierno de España, para hacer un trabajo bien hecho. Incluso la propiedad del Liceu.
Y, tercero, empuje y mecenazgo de empresas y entidades privadas, también remaron a favor y entendieron las nuevas fórmulas que debían hacerse para mejorar esta instalación cultural, ¿no? La conclusión está clara desde mi punto de vista: cuando vamos juntos la música suena mejor y somos capaces de conseguir cosas extraordinarias. También lo he constatado en el estreno de la temporada del Teatre Lliure con la excelente versión de La gaviota de Chéjov, por parte de Julio Manrique, o en el estreno del Teatre Nacional de Catalunya con el musical Ànima, o en el estreno de la temporada del Auditori, también, con una actuación muy exitosa, ¿no? Con esto quiero decir que el refuerzo de nuestra cultura y de nuestra lengua comienza por el refuerzo y la dignificación de nuestras instituciones culturales, que tienen el compromiso del Gobierno de que estaremos a su lado y velaremos por ellas.
Así lo hablaba también el otro día con la presidenta del Institut d’Estudis Catalans, Teresa Cabré. Es necesario recuperar, diputadas y diputados, el protagonismo del Institut d’Estudis Catalans, ya que desde su creación –quiero recordarlo– en 1907 por Enric Prat de la Riba, se ha convertido en un centro multidisciplinar conocimiento, fortalecimiento de nuestra lengua y de nuestra cultura, haciendo de la lengua una herramienta central de cohesión y de integración del país. También quiero reconocer aquí que es una tarea –me lo trasladó así la presidenta del Instituto– que inició el presidente Aragonés, de una forma, además, muy personal, y que yo me comprometo a seguir también .
Creo que es un buen camino. Lo he hablado con la consejera y con el consejero. Fortalecer el Institut d’Estudis Catalans, insisto, institución creada en 1907 por Prat de la Riba. Me comprometí con su presidenta a reforzar los vínculos ya mejorar su financiación. El catalán forma parte de la columna vertebral de Cataluña. Nuestra lengua debe ser un elemento clave de progreso, cohesión, disfrute y convivencia. Tenemos retos y dificultades para resolver, tal y como muestra el informe que el conseller Vila presentó al conjunto del Govern. Debemos poner fácil el uso del catalán por parte de todos. En este sentido, ya hemos activado un plan de choque para aumentar la oferta destinada a adultos que quieren aprender catalán, por cierto, un mecanismo de integración.
Por cierto, en la celebración del Onze de Setembre en Madrid pues pude constatar…, pude tener un intercambio de opiniones con los profesores que enseñan catalán en Madrid, con un número de trescientos alumnos matriculados que aprenden catalán en Madrid, algunos de ellos simplemente porque quieren enriquecer su marco lingüístico, no porque lo necesiten ni porque…, algunos de ellos porque tienen vínculos con Cataluña, afectivos, o algunos de ellos porque descienden de catalanes que se establecieron allí . Pero algunos…, uno me dijeron: «Aprendo catalán porque me da la gana». Me lo dijo así, muy castizamente, ¿eh?, porque quiero. Bien, pues también hay… Tenemos obligación, consejero de proporcionarles las herramientas para que puedan hacerlo con el máximo rigor y facilidades, ¿no?
Aumentar los recursos para garantizar el uso del catalán en los ámbitos institucionales, especialmente en aquellos ámbitos donde más debe crecer el uso de la lengua –la justicia, por supuesto, es uno de ellos–, y también atender al desafío y oportunidades del mundo audiovisual y tecnológico, que nos plantean todo un reto –usted lo saben también– para que el catalán tenga aquí un reconocimiento y una presencia. Si sumamos todos y si preservamos el catalán de polémicas baldías y lo sabemos situar bien en los entornos educativos, culturales e instituciones sociales, será mucho mejor para el catalán y para el conjunto de Cataluña y para todos nosotros. También les invito, en este sentido, a hacer un esfuerzo ya lograr lo antes posible un pacto por el catalán, que también, insisto, no será mérito del Govern; será mérito, si se logra –espero que sí–, del conjunto del Gobierno, ¿no?
Termino ya. Cataluña, como el mundo, se encuentra en un momento de cambio, y los cambios generan incertidumbres. Pero Cataluña debe ser lo que siempre ha sido: un país moderno, con raíces, seguro de sus posibilidades y con ambiciones claras. Esta certeza comienza por el ejercicio de un buen gobierno de quienes tenemos la responsabilidad de representarla y de representar los anhelos y esperanzas de los catalanes y las catalanas. Yo soy un hombre…, en fin, me gusta bastante tener las cosas planificadas, y no me atribuyo un espíritu demasiado revolucionario. Pero sí quiero una triple revolución para Cataluña: la revolución del buen gobierno, la revolución de la normalidad institucional y la revolución del respeto. A estas tres revoluciones me apunto, a la primera, a ser posible, y me gustaría que me acompañaran todos ustedes.
Revolución del buen gobierno, revolución de la normalidad institucional y revolución del respeto, ¿eh? Queremos ser un gobierno para todos. Impulsamos una administración al servicio de todos. Hagamos una Generalitat que quiere representar a todo el mundo. Les pido que cada uno de nosotros demos lo mejor de nosotros mismos para hacer una Cataluña mejor para todos. No tengo ninguna duda de que los mejores años de Catalunya están por venir y que el camino para hacerles realidad ya ha empezado. Lo haremos entre todas y entre todos, convirtiendo nuestras diferencias y diversidad en la fuerza de nuestra esperanza. Muchísimas gracias, señoras diputadas y señores diputados.
(Aplausos prolongados)
El presidente del Parlamento de Cataluña (Josep Rull Andreu)
Una vez finalizada la intervención del presidente de la Generalitat, suspendemos la sesión hasta mañana a las nueve y media de la mañana.
Se suspende la sesión.