El arzobispo de Barcelona deja claro que la Secretaria Generala de ERC es una mentirosa

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Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona. Archivo Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias – El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha negado hoy «categóricamente» que en su intento de mediación entre el gobierno catalán del fugitivo rebelde Carles Puigdemont y el gobierno central del presidente Mariano Rajoy antes de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) se advirtiera de violencia del Estado. Barcelona (España), sábado 18 de noviembre de 2017. Fotografía: Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona. Archivo Efe

En un escueto comunicado emitido por el Arzobispado de Barcelona, el cardenal desmiente «las noticias aparecidas en diversos medios de comunicación sobre las informaciones de violencia de Estado, en caso de que el gobierno de la Generalitat hubiese hecho una DUI».

El cardenal ha hecho esta afirmación para negar algunas informaciones que atribuyen a las personas que intentaron mediar en el conflicto entre el gobierno catalán y el Estado, como el presidente vasco, Iñigo Urkullu; el Defensor del Pueblo (Sindic de Greuges en catalán), Rafael Ribó, o el propio Omella, la advertencia de una posible violencia de Estado.

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, denunció ayer, viernes 17 de noviembre de 2017, que el Gobierno «amenazó» por «múltiples vías» con enviar al Ejército y con «muertos en las calles» si el Gobierno catalán mantenía sus planes de la declaración unilateral de independencia, un escenario de «violencia extrema» que «no estábamos dispuestos a asumir».

Enseguida, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, calificó estas afirmaciones de «burda patraña», negó rotundamente las acusaciones, y afirmó que «los dirigentes secesionistas están acostumbrados a mentir».

También el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo que las afirmaciones de Rovira son «una vergüenza».

«Ya no hay calificativo que tenga para aplicar a esa afirmación», dijo.

«Dejémoslo en que es absolutamente falso», añadió. «Es una enorme mentira y, sobre todo, es una vergüenza».