El «catastrófico» huracán Ida deja al menos un muerto en Luisiana(EEUU)

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FOTOGRAFÍA. LOUISIANA (EEUU), 30.08.2021. Vista de este 30 de agosto de 2021 de los daños causados por el paso del huracán Ida por Nueva Orleans, Luisiana. Efe

Efe.- Miami (Estados Unidos), lunes 30 de agosto de 2021. Las tareas de rescate y el recuento de la devastación causada este domingo con la llegada a EE.UU. del «catastrófico» huracán Ida, que dejó al menos un muerto en Luisiana, comenzaron este lunes en medio de la desolación y el corte del suministro eléctrico, que afecta a más de un millón de clientes y a toda la ciudad de Nueva Orleans.

El presidente de EE.UU., Joe Biden, dijo hoy que Ida causó «daños masivos» durante una reunión virtual con los gobernadores y alcaldes de las áreas afectadas en la que anunció que unos 5.000 miembros de la Guardia Nacional se desplazaron a la zona impactada.

Biden confirmó la muerte de una persona por Ida, considerado uno de los más potentes huracanes que ha tocado tierra en el país, y subrayó que es probable que ese número aumente.

En el mismo sentido se pronunció el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, quien aseguró que las muertes pueden subir «considerablemente» y que el impacto «catastrófico» del ciclón supone una recuperación a largo plazo.

Mientras tanto, las primeras imágenes muestras un terrible panorama con personas en botes recorriendo calles inundadas, árboles arrancados de raíz, tendidos eléctrico caídos, destrucción en viviendas, oficinas y hospitales, cierre de autopistas debido a los escombros y corrimientos de tierras en los terraplenes.

Ida, ya convertida en tormenta tropical, prosigue hoy su recorrido destructivo hacia el norte de Estados Unidos, después de tocar tierra este domingo y provocar la primera víctima mortal e importantes daños a la infraestructura de esta región sureña estadounidense del Golfo de México.

Pese a su degradación, Ida aún supone graves riesgos de tornados, vientos destructivos e inundaciones, ya sea por las fuertes lluvias o también por la marejada ciclónica, que amenaza incluso las zonas costeras de Alabama y el noroeste de Florida, según las predicciones del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés).

La agencia, con sede en Miami, advirtió además que las áreas impactadas incluirán hasta mediados de la semana la costa sur estadounidense, el valle de Tennessee, el centro de los Apalaches y el noroeste del país.

NUEVA ORLEANS, PESADILLA A OSCURAS

La ciudad de Nueva Orleans, que aún no supera el fantasma del mortífero Katrina, que también tocó tierra en el área un 29 de agosto hace 16 años, es la más afectada por los apagones, que se temen pueden durar semanas.

La empresa eléctrica Entergy Louisiana, que sirve a más de un millón de clientes en el estado, anunció el domingo un «daño de transmisión catastrófico», que afectó a sus ocho líneas de transmisión en Nueva Orleans y trabaja contra el reloj para reactivar el servicio.

Algunos hospitales reportan que han tenido que bombear manualmente aire a los pulmones de los pacientes con la covid-19 en Nueva Orleans, que depende por ahora de plantas generadoras de energía y que ha tenido también problemas con el bombeo del agua potable debido a la falta de electricidad.

En total, más de un millón de clientes en Luisiana y otros 97.000 en Misisipí continuaban hoy sin servicio de energía, según detalla la web especializada Poweroutage.us.

El gobernador Edwards solicitó a la comunidad mantenerse en sus viviendas mientras se evalúan los daños, al advertir que es peligroso desplazarse por las zonas afectadas.

NOLA Ready, la autoridad de emergencia de Nueva Orleans, solicitó a aquellas personas que evacuaron que no regresen a sus viviendas hasta que se conozcan nuevas noticias debido a la cantidad de escombros que pueden resultar peligrosos, al igual que las inundaciones y los apagones.

La Cruz Roja estableció unos 60 refugios, que han albergado unas 2.500 personas.

El ciclón sin embargo fue una prueba para los nuevos muros de contención en las inmediaciones de la ciudad, que pudieron por ahora detener el agua del lago Pontchartrain y evitaron que se repitiera la pesadilla de Katrina que ocasionó más de 1.800 muertes en la región, especialmente debido a las inundaciones tras el rompimiento del dique en 2005.

IDA, DE LOS MÁS POTENTES

Ida tocó dos veces tierra en una zona insular del sur de Luisiana con vientos de 240 kilómetros por hora (150 millas) y se mantuvo durante varias horas con esa potencia de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, de un total de 5, descargando fuertes lluvias que han dejando graves inundaciones.

Imágenes de habitantes de LaPlace, también en Luisiana, mostraron este lunes a personas desplazándose en pequeñas embarcaciones por las calles inundadas.

El domingo, incluso el curso del río Misisipi cambió por momentos el sentido de su cauce debido a las fuerza de la marejada ciclónica que empujó el raudal en la dirección opuesta.

El Misisipi «literalmente» cambió momentáneamente de curso, dijo hoy el presidente Biden al referirse a la potencia de Ida.

Por lo menos 2.400 efectivos de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) fueron desplegados en la región, además de 12 equipos de búsqueda y rescate y un centenar de ambulancias.

El gobernador Edwards reportó el mismo domingo la primera víctima mortal de Ida: un hombre de 60 años que falleció tras resultar herido por la caída de un árbol en Ascencion, otro condado de Luisiana, en el área metropolitana de Baton Rouge, la capital del estado.

Ida tocó tierra hacia el medio día del domingo en Port Fourchon, un puerto petrolero en el extremo sur de Luisiana, para después hacerlo de nuevo muy cerca de allí, en Galliano.

Según mediciones de meteorólogos, Ida, considerado por el gobernador Edwards como uno de los ciclones más poderosos en tocar tierra en la historia de EE.UU., alcanzó a tener vientos que superaron las 170 millas por hora.

La tormenta Ida se encontraba hoy a las 14 EST (18.00 GMT) a unos 65 kilómetros al suroeste de Jackson (Misisipi), de acuerdo con el NHC, agencia que también informó de la nueva tormenta tropical Kate en el Atlántico y que por ahora no supone riesgo en tierra.