Agencias – El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha dejado claro este jueves 1 de diciembre de 2016 que la «seña de identidad» de la Guardia Civil, es decir, su carácter militar, seguirá vigente, lo que no impedirá que avance en su modernización. Madrid (España), viernes 2 de diciembre de 2016. Fotografía: El nuevo director de la Guardia Civil, José Manuel Holgado, durante su toma de posesión en presencia de la ministra de defensa, María Dolores de Cospedal y el ministro de interior, José Ignacio Zoido, hoy en la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid. Efe.
Y lo ha dicho ante toda la cúpula del cuerpo en la toma de posesión del nuevo director general del instituto armado, José Manuel Holgado, en un acto castrense en la sede nacional de la Guardia Civil, al que ha asistido también la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa.
Zoido ha reiterado que la naturaleza militar de la Guardia Civil no impedirá que siga siendo un cuerpo con vocación de futuro y de modernidad, así como que aspire a consolidarse en el ámbito de la ciberseguridad y a expandir su proyección internacional.
Ante la presencia de uno de los agentes agredidos en Alsasua, Zoido ha confesado no entender cómo «generosos servidores públicos puedan seguir siendo objeto de episodios de odio y menosprecio».
El titular de Interior, quien ha asegurado que los ciudadanos se sienten seguros y tranquilos cuando advierten la presencia de la Guardia Civil, ha resaltado el trabajo de los agentes en Ceuta y Melilla contra la inmigración irregular y ha insistido en que el instituto armado sigue a la vanguardia en el combate del terrorismo.
Por su parte, y tras pasar revista a la formación, el nuevo responsable del cuerpo, que ha agradecido la labor de su antecesor, Arsenio Fernández de Mesa, presente en el acto, ha tomado la palabra para ofrecer diálogo a los guardias civiles y a sus asociaciones para mejorar las condiciones laborales y los medios.
Un compromiso que ha expresado después de haberse definido como un hombre «pragmático y positivo», que se plantea objetivos realizables, «trabajador», «claro» y «próximo en el trato personal».
Holgado asume la «gran responsabilidad» de dirigir a 75.000 hombres y mujeres desplegados en todo el territorio y llega al cuerpo dispuesto a escuchar a los guardias, que son «el mayor activo» de la institución y quienes hacen posible que sea la más valorada por los ciudadanos.
Dispuesto se ha mostrado también a analizar los problemas del cuerpo para abordar sus soluciones y, sobre todo, a no dejar de lado la especialización y la formación, palabra esta última que ha reiterado en su discurso, en el que ha resaltado la necesidad de afrontar tareas pendientes, como el completo desarrollo de la Ley de Personal de la Guardia Civil.
Consciente de que la crisis económica ha hecho mella en el cuerpo, no ha dudado en manifestar su compromiso por mejorar las condiciones sociolaborales de los agentes, de unos guardias civiles que quiere bien formados, dotados de medios, «positivos y disciplinados».
Para ello, realizará las gestiones pertinentes con los ministerios de Defensa e Interior.
Impulsar la lucha contra la violencia de género, la trata, el yihadismo y los delitos urbanísticos y medioambientales son algunos de los objetivos de Holgado en el ámbito operativo, sin olvidar el papel de la Guardia Civil en la acción exterior de España.
Ha tomado la palabra también la ministra de Defensa para recordar a Holgado el «enorme honor» de dirigir una de las instituciones más apreciadas, considerada como «la representación misma de la nación y de la seguridad».
Según De Cospedal, la Guardia Civil es tenida en cuenta como un referente de la Policía «dentro y fuera de nuestras fronteras» y ha querido reconocer su labor, al igual que la de las Fuerzas Armadas, «grata aunque difícil, pero a fin y a la postre al servicio de España.
