El Juzgado de «Violencia sobre la Mujer» autoriza el cese de la búsqueda de la niña Anna y su padre Tomás Gimeno

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FOTOGRAFÍA. SANTA CRUZ DE TENERIFE (ESPAÑA), 10.06.2021. El buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO) Ángeles Alvariño sigue rastreando este jueves los fondos marinos de la costa de Santa Cruz de Tenerife en busca de pistas sobre el paradero de las niñas Anna y Olivia, desaparecidas junto a su padre, Tomás G., desde el 27 de abril. Efe

Efe.- santa Cruz de Tenerife (España), jueves 1 de julio de 2021. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Santa Cruz de Tenerife ha autorizado hoy el cese de la búsqueda de la pequeña Anna y de su padre Tomás Gimeno por parte del buque Ángeles Alvariño, al entender que las labores han dado todos los frutos que la tecnología ha permitido pero la orografía del fondo marino donde debería continuar es inabordable e inaccesible.

El citado Juzgado ha dictado este jueves un auto en el que acuerda comunicar al Instituto Español de Oceanografía (IEO) el cese de las actividades de búsqueda que fueron acordadas el 20 de mayo, y decide que deben darse por concluidas las labores de rastreo en el mar, ha comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

Ayer, a requerimiento del mismo Juzgado, se recibió un informe del responsable de operaciones del buque Ángeles Alvariño en el que se daba exhaustiva cuenta tanto de las labores de búsqueda realizadas hasta la fecha como de la situación en que se encontraban en el momento actual.

Dicho informe fue puesto en conocimiento de todas las partes personadas en la causa, indica el Juzgado, que recuerda que las actuaciones comenzaron a raíz de la denuncia interpuesta por la madre de las niñas Anna y Olivia, de 1 y 6 años, después de que su padre no las devolviese a las 21:00 del 27 de abril y le comunicase que no lo volvería a ver jamás ni a él ni a las menores.

El 20 de mayo se emitió un mandamiento judicial al IEO con la finalidad de buscar los cuerpos de los tres desaparecidos en una serie de coordenadas expuestas en tal resolución, señala el auto.

Fruto de esas labores, se han producido varios hallazgos, entre ellos el cuerpo de la pequeña Olivia de 6 años a una profundidad de 888 metros dentro de una bolsa de padel unida a un ancla junto a otra con la cremallera rota y vacía.

Finalmente, en la mañana del 21 de junio se localizó una botella de aire comprimido portátil, conocida popularmente como «biberón» en el lenguaje del submarinismo, a una profundidad de 1.331 metros.

En la tarde de ese mismo día, el buque localizó una segunda botella idéntica a la anterior, a la misma profundidad.

Los hallazgos descritos implicaban que la búsqueda realizada por el buque Ángeles Alvariño estaba dando sus frutos y que las zonas de búsqueda que se establecieron inicialmente eran las adecuadas.

En el informe emitido ayer por el responsable de operaciones del barco oceanográfico se señala que en torno a la zona de aparición de los biberones se establecieron líneas de búsqueda separadas 5 metros para poder tener la certeza de que en la zona no quedó ningún objeto, por pequeño que fuera.

Se buscó también por si aparecía el cinturón de plomos, con el que supuestamente Tomas Gimeno pudo hundirse, pero no pudo hallarse.

Dadas las corrientes en el fondo, según se recoge en el informe, no se puede asegurar que un cuerpo lastrado con un cinturón de buceo no se desplazaría rodando pudiendo llegar a un lugar no determinado y por tanto fuera de la capacidad de búsqueda de la que dispone el buque.

Continúa señalando el informe que «no teniendo ya nuevas pistas se ha procedido a continuar buscando sobre la línea de deriva. Se han realizado 35 líneas perpendiculares a la misma con una separación de 20 metros. Esto se correspondería con un deriva de 35 minutos pudiéndose asegurar al 100 % que el cuerpo no se encuentra en esta zona. Ya se han cubierto 700 metros de la deriva».

A partir de este punto el fondo cambia considerablemente pasando de ser una zona idónea para la búsqueda a todo lo contrario. Se convierte en una zona muy escarpada con gran cantidad de barrancos y grietas» y es «crítica para poder operar el vehículo submarino por el altísimo riesgo de pérdida del mismo».

En el informe se concluyó que la exploración de los 14 kilómetros de deriva, en que consistiría el trabajo que ahora debería abordar el Ángeles Alvariño, es completamente inabordable.

El buque ha regresado momentáneamente al puerto de Santa Cruz de Tenerife, de donde partió ayer por la tarde, por motivos ajenos al caso y tiene previsto iniciar de nuevo el retorno a lo largo de esta jornada, informaron a EFE fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias.