El masón francés Manuel Valls: «Yo nunca negociaré con VOX» Ciudadanos debe vetar a VOX

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), AÑO 2018. El candidato a la alcaldía de Barcelona y ex primer ministro francés, Manuel Valls. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Manuel Valls, el masón, confirmado oficialmente como miembro de la secta masona la Masonería tras una investigación del rotativo francés ‘L’Express’, el mismo hombre natural de Cataluña que renunció a la nacionalidad española para vivir en Francia y acabar Jefe de Gobierno del presidente François Hollande hasta el pasado año 2017 y actual candidato de Ciudadanos Cs por Barcelona, Manuel Valls, sigue con sus ataques contra las familias españolas votantes de VOX que tacha de «extrema derecha» y llama a su nuevo partido (Ciudadanos Cs) a mantener el veto a VOX. Según sus afirmaciones, el ‘veleta’ Albert Rivera de Ciudadanos Cs le habría garantizado que verá a VOX no solo en Andalucía sino en toda España. «Me consta que Ciudadanos Cs explorará siempre todas las vías posibles para prescindir de la extrema derecha (VOX) en la vida política andaluza«, son las palabras de este sujeto nuevo cargo de Ciudadanos Cs de Albert Rivera. Barcelona (España), sábado 12 de enero de 2019. Fotografía: BARCELONA (ESPAÑA), AÑO 2018. El candidato a la alcaldía de Barcelona y ex primer ministro francés, Manuel Valls. Efe

VÍDEO. París (Francia), 23.05.2015. El editorial del rotativo francés ‘L’Express’ destapa la vida oculta de Manuel Valls, el mason de Ciudadanos Cs, quien renunció a la nacionalidad española para llegar al Poder en Francia.

El masón ex primer ministro francés y candidato a la alcaldía de Barcelona por Barcelona, Manuel Valls, ha asegurado hoy que «nunca» negociará ni pactará con la extrema derecha, y ha manifestado este viernes, 11 de enero de 2019, su «más profundo pesar» por el hecho de que la presidencia de Andalucía cuente con el apoyo de Vox.

¿Es Valls un troll o aliado del independentismo?

El masón Valls se contradice porque nunca criticó a Podemos ni a las negociaciones de Ciudadanos Cs con Podemos tal como ocurrió la pasada madrugada y mañana de navidad de 2018 en una cafetería de la estación de trenes de Jerez de la Fronteras, donde pillaron en fraganti a Ciudadanos Cs con Podemos de Pablo Iglesias negociando el apoyo de Ciudadanos Cs al nuevo gobierno andaluz.

Además, según la actual constitución del Ayuntamiento de Barcelona, Ciudadanos Cs del masón Valls para conquistar el poder necesitaría el apoyo del independentismo si excluya a VOX, que probablemente irrumpirá en Barcelona, de sus cálculos. Si para quedar bien parado, Valls rechaza también el apoyo de Podemos por «extrema izquierda o populista» como ha dicho este sujet mason, cómo llegaría al poder en Barcelona. 

Comunicado del masón Valls contra la militancia, votantes y simpatizantes de VOX que tacha de «extrema derecha»

En un comunicado, Valls ha recordado que se presenta a las elecciones municipales del 26 de mayo como candidato independiente y sin pertenecer a ningún partido político -si bien su candidatura cuenta con el apoyo de Ciudadanos-, por lo que «su única lealtad» es para con Barcelona y los barceloneses.

En este sentido, ha asegurado: «Yo nunca negociaré directa o indirectamente la investidura ni un pacto de gobierno con ninguna formación separatista, supremacista o populista, ni de extrema derecha ni de extrema izquierda».

El aspirante al Ayuntamiento de la capital catalana, tras mostrar su «respeto» por los votantes andaluces que han expresado una «voluntad de cambio», ha reiterado que hubiese preferido un acuerdo entre las formaciones constitucionalistas.

En este contexto, considera que PP y Ciudadanos han firmado un pacto de gobierno que es «claramente reformista», y ha agregado: «Me consta que Ciudadanos explorará siempre todas las vías posibles para prescindir de la extrema derecha en la vida política andaluza hasta devolverla al lugar marginal que ha tenido desde la Transición».

En cambio, dice sentirse «profundamente decepcionado» con la falta de «altura de miras y de responsabilidad» del PSOE, que podría haber impedido el «protagonismo de la ultraderecha» en Andalucía con una abstención.