El Partido Popular (PP), -igual que lo hizo con el golpe separatista catalán del 9N 2014- tras permitir que se siga adelante con la final de la copa de Su Majestad el Rey Felipe VI después de la descomunal pitada humillante separatista catalana y vasca contra España, dice ahora que impulsará cambios legales para evitar que se repitan los «ataques» a los símbolos nacionales de España como la humillante y brutal pitada al himno durante la final de la Copa del Rey celebrada en Barcelona el pasado sábado; en el Campo Nuevo de FC Barcelona. En una rueda de prensa, el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, ha asegurado que su partido estudia una fórmula legal para evitar que se produzcan pitadas al himno nacional porque para los ‘populares’ lo ocurrido no debe entenderse «dentro de la libertad de expresión».
«Conviene buscar una fórmula para que estos acontecimientos no se vuelvan a producir, porque nos perjudican a todos los españoles», ha asegurado. «Es momento de cambios legales», ha añadido Floriano, quien ha explicado que, además de condenar lo sucedido, es necesario «dar un paso más». Carlos Floriano no ha querido dar más detalles de qué camino cree el PP que se debe seguir – «por un mínimo ejercicio de prudencia»-, pero ha dejado claro que para los ‘populares’ lo ocurrido el sábado en el Camp Nou no se puede considerar un ejercicio de la libertad de expresión.
En este sentido, ha subrayado que la defensa de la libertad de expresión no puede amparar los ataques a los símbolos nacionales que representan a todos y ha insistido en que no pueden repetirse hechos como los que tuvieron que «presenciar con horror todos los españoles». Ha recordado que tras una pitada similar en 2009, también en un encuentro entre el Barcelona y Athletic Club de Bilbao, el asunto llegó a la Audiencia Nacional y esta falló que lo ocurrido estaba amparado por ese derecho a expresarse.
«Eso es lo que nosotros dudamos», ha dicho. «Creemos que hay que estudiarlo porque atacar a los símbolos que nos representan a todos no puede entenderse como algo dentro de la libertad de expresión», ha insistido, reiterando que no tienen todavía la fórmula legal. Carlos Floriano ha criticado lo ocurrido en ese partido de fútbol en presencia del monarca, porque a su juicio existen otros «ámbitos para el reproche político. Un acontecimiento deportivo con el himno nacional y su majestad el Rey allí presente no es el sitio para esos insultos a los símbolos que nos representan a todos», ha agregado.
También la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha censurado este lunes la pitada al himno español y ha dicho apreciar «rasgos de odio» en este tipo de comportamiento que implican una falta de respeto a los símbolos nacionales.
Así se ha pronunciado Becerril en declaraciones a los periodistas en Congreso de los Diputados, donde ha acudido a entregar el premio de la institución del Pueblo que ha recaído en Caritas. «A mí me parece que el himno debe ser respetado por todo el mundo a unas personas les puede gustar más o no, pero es un símbolo de la Nación y debe ser respetado por todos aquí y en cualquier país del mundo», ha comentado Becerril. Desde su punto de vista, el respeto a esta simbología es «fundamental» y fomentar «pitadas o gritos» implica «rasgos de odio, antipatía e irascibilidad que se deben procurar rechazar».
Por otro lado, el presidente autonómico vasco, Iñigo Urkullu, consideró que llevar la pitada al himno español a la Comisión Antiviolencia «está fuera de lugar» porque se trata de una cuestión de «reflexión sociopolítica», pero criticó la falta de «respeto institucional».
«Yo habría preferido que hubiera un respeto institucional, porque lo que no quiero para mí no lo quiero para los demás», dijo Urkullu en una rueda de prensa tras firmar una declaración conjunta con la región de Flandes en Bruselas. El presidente de Las Vascongadas opinó que «está fuera de contexto» elevar la pitada a dicha Comisión «para posiblemente sancionar a los clubes de fútbol en algo en lo que no tienen ninguna responsabilidad», pues este episodio forma parte de la «cultura social».
<Lasvocesdelpueblo y Agencias><foto / Reuters>
