El PP: «No hay un problema de fractura de Cataluña con España sino de fractura interna»

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El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado. EFE

Lasvocesdelpueblo y Agencias – «No hay un problema de fractura de Cataluña con España sino de fractura interna«, ha recalcado el dirigente azul Pablo Casado, una «fractura interna» que, según el dirigente del PP, afecta incluso a los propios partidos catalanes, como la ruptura de la federación de CIU o la «fractura» del PSOE Catalán (PSC) debido a su «doble discurso» ante el reto secesionista. Barcelona (España), viernes 14 de octubre de 2016. Fotografía: El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado. Efe.

Para este «proyecto vital» conjunto, Casado ha garantizado que el Gobierno del PP «siempre ha tenido la mano tendida» al gobierno autonómico para abordar cuestiones como la financiación autonómica o las infraestructuras, pero ha insistido en que la «igualdad y la «libertad de todos los españoles» y la «unidad» del Estado no es potestad del Ejecutivo de Mariano Rajoy sino del Pueblo Español.

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha asegurado hoy que existe una «fractura interna» y un «problema de convivencia» en Cataluña ocasionado por unos políticos «irresponsables», a los que ha advertido de que las «consultas ilegales se topan con el muro de la ley».

Casado, la presidenta del Partido Popular Catalán (PPC), Alícia Sánchez-Camacho, y el presidente del grupo municipal de esta formación en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, han participado en un encuentro con afiliados y simpatizantes activos en redes sociales en el Centro Cívico Vil·la Florida de Barcelona.

Durante su intervención, Casado ha rechazado hablar de un «problema catalán» como apuntan los secesionistas o las confluencias de las izquierdas porque, ha argumentado, sería un «insulto para los catalanes decir que Cataluña es un problema, cuando es un orgullo».

No obstante, el vicesecretario de Comunicación de los populares ha asegurado que existe un «problema de convivencia» entre los catalanes debido a unos políticos secesionistas «irresponsables» que, junto a los populistas, se han convertido en el «último reducto» de los partidos a «los que no les gusta la libertad».

«No hay un problema de fractura de Cataluña con España sino de fractura interna», ha recalcado Casado, una «fractura interna» que, según el dirigente del PP, afecta incluso a los propios partidos catalanes, como la ruptura de la federación de CiU o la «fractura» del PSC debido a su «doble discurso» ante el reto secesioncitas.

Frente al desafío secesionista, Casado ha situado al PP, con sus «buenas ideas de moderación y centralidad», como la «mejor vacuna» al «afán divisorio y sectario» de los secesionistas que, ha dicho, «ni va a vencer ni a convencer».

El dirigente del PP también ha lanzado una clara advertencia al presidente secesionista de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, y al Govern ante su intención de convocar una referéndum el próximo año, justo un día después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) haya decidido juzgar al expresidente antiespañol, Artur Mas, y las exconsejeras Joana Ortega e Irene Rigau por golpe del 9N.

«Las malas decisiones tiene consecuencias, y vemos como las consultas ilegales se topan con el muro de la ley», porque ni las «ideologías» ni los representantes políticos pueden «estar por encima de la ley, que todos tenemos que respetar», ha avisado Casado, quien ha resaltado además de que el «desafío separatista no sirve para nada».

Casado ha defendido que España «no se puede explicar sin Cataluña», por lo que el ‘no’ del PP a la «fractura» y a la «división» es un ‘sí’ a la convivencia y a «un proyecto vital» conjunto.

Para este «proyecto vital» conjunto, Casado ha garantizado que el Gobierno del PP «siempre ha tenido la mano tendida» al gobierno autonómico para abordar cuestiones como la financiación autonómica o las infraestructuras, pero ha insistido en que la «igualdad y la «libertad de todos los españoles» y la «unidad» del Estado no es potestad del Ejecutivo de Mariano Rajoy sino del Pueblo Español.