Entrada en vigor prohibición de exposición y venta de perros, gatos y hurones

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), 12 DE NOVIEMBRE DE 2023. Entrada en vigor prohibición de exposición y venta de perros, gatos y hurones. Un grupo de animalista protesta en plaza San Jaime de Barcelona, frente a la sede del Ayuntamiento de la ciudad contra la cultura española, los toros que tachan de "fiestas crueles". Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo)
FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), 12 DE NOVIEMBRE DE 2023. Un grupo de animalista protesta en plaza San Jaime de Barcelona, frente a la sede del Ayuntamiento de la ciudad contra la cultura española, los toros que tachan de "fiestas crueles". Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo)

Madrid (Reino de España), viernes 4 de octubre de 2024 (Efe).- La prohibición de exposición y venta de perros, gatos y hurones en locales comerciales y la obligación de adquirirlos a través de criadores profesionales, ambas medidas ya en vigor, figuran entre las principales consecuencias de la reciente normativa de bienestar animal, que no termina de convencer a las organizaciones animalistas.

La Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales está vigente desde el 29 de septiembre de 2023, pero concedió un año de plazo a las tiendas de animales para adaptarse.

En este momento ya solo es posible adquirir legalmente una de estas mascotas a través de criadores profesionales reconocidos, que deben responsabilizarse de que cada animal se encuentre en perfectas condiciones físicas y sanitarias.

El Sistema Central de Registros fiscaliza ya este tipo de adquisiciones que busca, entre otras cosas, evitar las compras impulsivas considerando el animal como un objeto que puede ser regalado y posteriormente desechado si su dueño decide descartarlo por cualquier razón: desde falta de tiempo para cuidarlo hasta problemas económicos para mantenerlo, pasando por la pérdida de interés o el simple aburrimiento.

El objetivo de este sistema es «saber cuántos animales hay, dónde están, de quién son, quién y cómo los cría, dónde se venden», al menos legalmente, según las indicaciones de José Ramón Becerra, a cargo de la dirección general de Derechos de los Animales integrada en el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 (MDSA), porque «sin datos, las políticas públicas son ineficaces».

Becerra se felicitaba de que «ya no se pueden exponer ni vender perros y gatos en los comercios» y adelantaba que se está «hablando con el sector para separar espacios de venta de los de exposición para otros animales» y «regular la presencia de perros o gatos para adopción».

El director general de Derechos de los Animales ha reactivado esta misma semana el plan Patrac (Plan de Actuaciones para la Tenencia Responsable de Animales) con objeto de llamar la atención pública a través de los medios de comunicación y en su presentación destacaba que «el 92 % de las familias que tienen un animal de compañía lo considera parte de la familia».

Cifras estancadas

Un «familiar» prescindible para muchas personas, a tenor del ‘Estudio sobre abandono y adopción de animales de compañía 2024’ publicado por Fundación Affinity con los últimos datos disponibles de 2023, que certifica la recogida por parte de las protectoras de más de 170.000 perros y casi 116.000 gatos durante ese año: 286.682 en total, casi 33 animales abandonados cada hora.

Lo más significativo de estas cifras es que se mantienen estancadas en la era pos-COVID: en 2019 las protectoras recogieron más de 306.000 animales pero los confinamientos forzados por el Gobierno durante la primavera del año siguiente llevaron a muchos ciudadanos a buscar consuelo -y la oportunidad de pasear fuera de casa con la excusa de que su mascota hiciera ejercicio- en los animales de compañía.

Así, la cifra de abandonos descendió en 2020 un 6,6 %, hasta una cantidad casi igual a la de 2023 pero, desde entonces, se ha mantenido igual y, además, con un dato llamativo: el porcentaje de los que llevan microchip -una obligación legal- es limitado, hasta el 89 % de los perros y el 51 % de los gatos.

Becerra también ha adelantado que su dirección general está recopilando sus propios datos para confeccionar la primera estadística oficial «que arroje datos fiables» en los animales recogidos por ayuntamientos y protectoras.

Críticas animalistas

Pese a la entrada en vigor de esta ley y a que el MDSA destina casi 2 millones de euros a entidades de protección animal para sufragar parte de los gastos de su cuidado, las asociaciones animalistas siguen siendo críticas y un ejemplo es su principal formación política, PACMA, quien la calificaba hace unos días de «norma insuficiente y excluyente que ha supuesto un grave retroceso en los derechos de los animales».

Para Javier Luna, su presidente, la ley «ha fallado en su principal objetivo: proteger a los animales» y «lo que es peor: el abandono y el maltrato han aumentado» cuando «existen leyes autonómicas mucho más avanzadas».

Aún más, la normativa «sigue sin contar con el reglamento necesario para hacer efectiva más de la mitad de sus disposiciones», y el listado positivo de animales al que hace referencia todavía no ha sido elaborado; lo que, sumado a «la falta de control en su ejecución», conlleva que sea «en gran parte inaplicable».

Múltiples iniciativas

La lucha contra el abandono está, de todas formas, muy descentralizada en la sociedad española: numerosas entidades lanzan campañas y acciones de todo tipo, desde aplicaciones de denuncia animal como la de la Fundación Save One Animal hasta premios fotográficos de mascotas como los Mars Petcare Comedy Pet Photo Awards o el compromiso de los futbolistas del RCD Español que, en su partido este viernes ante el RCD Mallorca saltarán al césped acompañados de perros que buscan hogar.

Una de las propuestas más populares es la carrera solidaria por la adopción y tenencia responsable Perrotón Madrid, cuya XIII edición está convocada para la mañana del próximo domingo en la céntrica plaza de Colón, con una participación prevista de 5.000 corredores. Cada uno de ellos con su mascota y una dedicatoria especial al bicentenario de la Policía Nacional.