«España no existe en muchos sitios de Cataluña debido al relato separatista desde 1980»

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Efe – El periodista Santiago Tarín: «la falta de un relato de España en Cataluña fue una dejación de funciones» de los distintos gobiernos de la nación, «tanto del PP como del PSOE», que pensaron que «el problema se arreglaría solo». «Y durante años pactaron con Pujol para que éste cediera el voto de sus diputados en el Congreso a PP y PSOE para sacar adelante investiduras y programas de gobierno, a cambio de dejar que el presidente catalán tuviera aquí un protectorado en el que podía hacer y deshacer a sus anchas». «El relato nacionalista lo creó Jordi Pujol cuando llegó al Govern de la Generalitat en 1980. En su discurso de investidura ya dijo que uno de sus objetivos era la reivindicación de la nación catalana. Y en 1990 creó el Programa 2000, un documento programático que distribuyó a todos los consellers del Govern para que aplicaran políticas de afirmación de la identidad catalana», razona Tarín. Barcelona (España), lunes 10 de febrero de 2020.

El periodista Santiago Tarín defiende en su nuevo libro, «En el Tsunami Catalán» (Galaxia Gutenberg), que la noción de España «no existe» en algunos lugares de Cataluña, «especialmente en zonas rurales», debido al «relato independentista que se ha contado desde 1980».

Con una dilatada experiencia en la sección de Tribunales de La Vanguardia y tras haber presenciado la evolución del Procés desde la primera fila periodística, Tarín ha escrito un libro que pretende dar una «explicación íntegra» a las causas que han provocado el conflicto entre España y el independentismo catalán.

«Durante una época trabajé bastante en América Latina como enviado especial de La Vanguardia y en estos últimos años me han escrito muchos de los amigos que hice allí preguntando qué estaba pasando en Cataluña», cuenta el periodista. «Tras escribir muchos correos electrónicos explicándoles lo que pasaba, decidí escribir el libro», añade.

A lo largo de sus 384 páginas, el libro ofrece la explicación del autor sobre el conflicto basado en «cuatro factores estructurales y un detonante».

Estos factores son la creación de un relato nacionalista en Cataluña desde 1980, la falta de un relato de España en esta comunidad desde la misma fecha, la crisis económica de 2008 y la dualidad entre la Cataluña rural y la urbana. Y el detonante que hizo «implosionar» estos factores fue, según Tarín, el auge de la corrupción en Cataluña.

«El relato nacionalista lo creó Jordi Pujol cuando llegó al Govern de la Generalitat en 1980. En su discurso de investidura ya dijo que uno de sus objetivos era la reivindicación de la nación catalana. Y en 1990 creó el Programa 2000, un documento programático que distribuyó a todos los consellers del Govern para que aplicaran políticas de afirmación de la identidad catalana», razona Tarín.

En ese mismo sentido, el periodista cree que la falta de un relato de España en Cataluña fue una «dejación de funciones» de los distintos gobiernos de la nación, «tanto del PP como del PSOE», que pensaron que «el problema se arreglaría solo».

«Y durante años pactaron con Pujol para que éste cediera el voto de sus diputados en el Congreso a PP y PSOE para sacar adelante investiduras y programas de gobierno, a cambio de dejar que el presidente catalán tuviera aquí un protectorado en el que podía hacer y deshacer a sus anchas», añade el reportero de La Vanguardia.

Esto ha provocado, a su juicio, que en muchos lugares de Cataluña la noción de España no exista, «es una ficción».

«El Procés se ha atajado mejor que cuando Lluís Companys declaró la República Catalana en 1934»

En cuanto a la dualidad entre lo urbano y lo rural, Tarín considera que se trata de una distribución demográfica que viene de lejos: «Si te fijas, el mapa del independentismo, que predomina en las zonas rurales, es el mismo que el de la Cataluña carlista del siglo XIX».

Y el cuarto factor del conflicto que identifica el periodista es la crisis económica, que según su hipótesis hizo que mucha gente buscara «cualquier solución» a lo que había pasado y votara «en contra» de aquellos que consideraba los culpables de la crisis.

«Sólo así se explica que en los últimos 30 años el apoyo al independentismo haya subido del 13 al 44 %», declara Tarín.

Finalmente, los casos de corrupción en Convergència hicieron que los nacionalistas «se envolvieran en la bandera» para tapar sus escándalos.

Según Tarín, la demostración de este argumento es que las manifestaciones del 11 de septiembre posteriores a la sentencia del Estatut -las de 2010 y 2011- fueron «muy minoritarias», mientras que la primera protesta multitudinaria fue la de 2012, el año en que estallaron «algunos de los mayores casos de corrupción de CDC».

Ante el estado de la situación, Tarín no cree que «se haya cruzado el punto de no retorno», ya que se considera un «optimista genético», y apunta a que la sociedad actual resuelve mejor los conflictos que las sociedades del pasado: «El Procés se ha atajado mejor que cuando Lluís Companys declaró la República Catalana en 1934″.

En todo caso, el periodista no se atreve a dibujar el horizonte de la situación en Cataluña porque entiende que los de ahora son «tiempos muy volátiles», y cree que si hace un pronóstico ahora, «mañana ya no valdrá, porque habrá cambiado el marco con el que miramos el conflicto».

«Solo me atrevo a decir que vamos hacia una época de normalidad», concluye Tarín.