La secretaria judicial secuestrada por los «Jordis» del 20S, testigo en el juicio a Trapero

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), 20.09.2017. Los presidentes de asociaciones separatistas, Jordi Sánchez Picanyol (d) y Jordi Cuixart (i) se dirigen a la turba separatista encima de coche de patrulla de la Guardia Civil que han destruido. Aspecto de uno de los coches de la Guardia Civil que realizaban un registro con motivo del 1-O en la sede de la consejería de Economía del Gobierno de la Generalidad de Cataluña. Efe.

Efe – La secretaria judicial que quedó atrapada el 20S en el registro en la sede de la Conselleria de Economía, y tuvo que salir a medianoche por la azotea, será el próximo testigo en declarar en el juicio en la Audiencia Nacional al mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero, que encara ya su cuarta semana. Madrid (España), domingo 9 de febrero de 2020. 

La secretaria, Montserrat del Toro, ya testificó en el juicio del ‘procés’ en el Supremo sin que se difundiera su imagen, como medida de protección.

Allí relató que ese día pasó tal «miedo» que llegó a pedir un helicóptero porque «era imposible salir» ante el «tumulto de gente», lo que la obligó a abandonar el edificio a través de la azotea y salir camuflada con ‘mossos’ de paisano por un teatro contiguo tras más de 17 horas de registro.

Explicó que la «preocupación y estrés» a lo largo del día mutó en «ansiedad y miedo» cuando al finalizar el registro a las 21.30 horas se percató de «lo que había allí fuera».

Descartada la opción de salir por vía aérea, rechazó también otras tres opciones que no le inspiraban «ningún tipo de seguridad».

Una era salir custodiada por dos mossos para atravesar la multitud y a partir de ahí buscar una boca de metro; en la segunda debía cruzar esa «avalancha de gente» por un pasillo habilitado por civiles voluntarios, y la tercera era un pasillo de antidisturbios, pero que solo ella podía transitar.

Recurrió entonces al magistrado que había ordenado los registros y le dijo: «Me tienes que ayudar. Me tienes que sacar de aquí. No hay opción, no hay salida».

Lo que hizo el juez entonces fue dar un ultimátum a Trapero, para que en media hora «sacara» a la secretaria y el mayor trazó un plan que implicaba ir por azoteas y patios interiores para llegar al teatro y salir mezclada entre el público tras la función.

Y así fue cómo a las 23.30 horas, llegó al teatro con ayuda de los Mossos y tuvo que permanecer en los camerinos hasta que finalmente salió acompañada de ocho agentes hasta llegar a un coche de los Mossos, sin el logotipo de ese cuerpo.

Tras su declaración, están previstas las testificales de varios agentes de los Mossos, entre ellos uno que prestó declaración como testigo protegido en un juzgado de Lleida sobre las órdenes que recibió el 1-O.

El miércoles y el jueves será el turno del jefe de Información de la Policía en Cataluña, Juan Manuel Quintela, quien en el Supremo sostuvo que el 1-O los Mossos informaron «pormenorizadamente» de los movimientos de los otros cuerpos policiales por orden de sus superiores.