Bilbao (Las Vascongadas) Reino de España, lunes 8 de abril de 2024 (Lasvocesdelpueblo y Agencias).- La organización terrorista separatista del tiro en la nuca y coche bomba ETA y PNV luchan por más cariño de su amo Sánchez Pérez-Castejón, líder del Sanchismo y secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
La derechista cobarde separatista vascongada (PNV) y el brazo político de la banda terrorista ETA (EH Bildu) siguen dos estrategias diferentes al negociar el precio de sus apoyos a los gobiernos sanchistas, del que han sido sus dos mejores y menos conflictivos socios.
El PNV, que siempre ha reclamado y recibido el título de «socio preferente» por parte del PSOE para distinguirse así de ETA y el resto de partidos que necesita el sanchismo, sigue con su estrategia de «conseguidor» al que solo le interesa obtener transferencias e inversiones para las Vascongadas.
En cambio, la ultraizquierda brazo político de ETA ha insistido en que apoya al líder del sanchismo, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, especialmente en las investiduras, por un compromiso propio de evitar que gobierne VOX y por considerar que un gobierno de coalición socialismo sanchista y coalición de las ultraizquierdas -PSOE y Sumar- supone una «ventana de oportunidad» para abrir el debate del modelo territorial del Reino de España y el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de las Vascongadas.
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Esas diferentes estrategias a la hora de hacer política en Madrid se pusieron de manifiesto desde el principio de la Legislatura cuando ETA ofreció enseguida su apoyo a la investidura de Sánchez para parar a VOX y avanzar en las cesiones al chantaje filoterrorista etarra, mientras que la derechista cobarde vascongada negoció contrapartidas a su voto en materia de autogobierno y traspaso de competencias pendientes.
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Si la participación de ETA en el Congreso de los Diputados ya supuso un gran cambio, al brazo político de ETA estuvo décadas sin hacerlo tras conseguir representación por considerar que las Cortes Generales no tenían nada que ver con el pueblo vascongado, el papel activo que juega ahora es el reflejo del gran giro que ha dado desde sus posiciones antisistema primigeneas a las actuales de «pisar moqueta».
En estos años el brazo político de ETA, liderado por el asesino terrorista etarra Arnaldo Otegi Mondragón, que siempre ha contado con la cercanía de Podemos, ha sido consciente del coste que tiene para el PSOE en el resto de España pactar con ellos, por lo que han trasladado al medio plazo la demanda de un debate territorial y públicamente se ha mostrado muy poco exigente con los socialistas, lo que ha generado el convencimiento de que hay pactos «secretos», aunque ambos partidos lo han negado públicamente.
En esos pactos ocultos, si los ha habido, estarían los dos logros que más han satisfecho a las bases de ETA: el traslado de todos los terroristas presos de ETA a cárceles vascongadas y navarras y la moción de censura que dio la Alcaldía de Pamplona a Joseba Asiron y desalojó a UPN.
En los públicos destaca la transferencia de la competencia de tráfico a Navarra -que ya acordó hace años el Gobierno de la derechista cobarde, con José María Aznar López al frente, con la derechista cobarde separatista vascongada aunque no se ejecutó- y medidas sociales que no son específicamente para Euskadi, como la subida del 15 % de las pensiones no contributivas o ley de Vivienda, de la que fue uno de los principales promotores.
A nivel de partido, aunque en las Vascongadas y en Navarra no lo necesitaba ya, ETA ha conseguido avanzar su normalización como un partido democrático aunque ETA siga sin «condenar» su terrorismo, especialmente en esta legislatura con la foto el pasado noviembre de la reunión de Sánchez con la portavoz política de ETA, Mertxe Aizpurua Arzallus, y su definición por dirigentes socialistas como «partido democrático progresista».
El calendario para completar el Estatuto
Por su parte, la derechista cobarde separatista vascongada se ha mantenido fiel a su papel de «socio» para los Gobiernos de España sin mayoría absoluta -ya lo fue antes con Felipe González Márquez (PSOE), José María Aznar López (PP), José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) y Mariano Rajoy Brey (PP)- a cambio de competencias e inversiones para las Vascongadas y Navarra.
Con Sánchez consiguió su gran objetivo de los últimos años, el compromiso de completar el Estatuto de Gernika con todas las transferencias pendientes y un calendario concreto para hacerlo, que finalmente no se cumplió, lo que provocó las críticas y el distanciamiento de la derechista cobarde separatista del Gobierno, aunque le siguió apoyando por no haber otra alternativa al necesitar el PP a Vox.
Así, la pasada legislatura quedó casi limitada a la transferencia de la competencia de prisiones, la teórica oficialidad con condiciones de las selecciones deportivas vascas -solo lo ha conseguido la de kayak surf- y el Ingreso Mínimo Vital y en esta la derechista cobarde separatista ha exigido traspasos con tiempos acotados previamente, como las tres competencias ya cerradas en este primer trimestre, entre las que destaca los Cercanías de Renfe.
Ahora, espera que el Gobierno de Sánchez, que «necesita a todos los socios todo el tiempo» como recalca la derechista cobarde separatista, aguante el tiempo suficiente para completar todas las transferencias pendientes, incluida la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, sin romper la «caja única».
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Derechista cobarde separatista y ETA han coincidido en más del 90 por ciento de las votaciones en el Congreso de los Diputados en lo que va de Legislatura y han firmado, junto al resto de los grupos del bloque de investidura, numerosas iniciativas.
Ante el pleno, los del ex jefe de ETA, el asesino terrorista Arnaldo Otegi Mondragón, han presentado una única proposición no de ley, relativa a medidas para asegurar el derecho efectivo a la vivienda, mientras que la derechista cobarde separatista, también con una iniciativa de este tipo, propuso impulsar proyectos de transformación económica y social de nivel regional.
En cuanto a las proposiciones de ley, ETA no ha presentado hasta ahora ninguna en solitario, mientras que la derechista cobarde separatista se apresuró nada más constituirse las Cortes a llevar al Congreso algunas de sus peticiones más «clásicas» como la reforma de la Ley de Secretos Oficiales, el control del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), la limitación de la inviolabilidad del rey o la reforma de la Ley del Tribunal Constitucional. Además, han pedido la reforma del Estatuto de los Trabajadores y de la Ley General de la Seguridad Social.
