Europa quiere aplicar el Plan de Trump sobre la inmigración por la puerta atrás

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Efe – La UE busca impulsar los retornos para frenar la inmigración por el Mediterráneo. La Unión Europea tratará de impulsar los retornos para frenar de manera drástica la inmigración por la ruta del Mediterráneo central, convertida en principal prioridad europea por la persistencia de los flujos y el alto número de muertes, según una declaración aprobada hoy por los 28 líderes comunitarios. La Valeta (Malta), jueves 3 de febrero de 2017. Fotografía: foto de familia en el ámbito de la cumbre informal de líderes de la UE en La Valeta (Malta) hoy, 3 de febrero de 2017. Efe.

Para ello, se comprometieron a cooperar con Libia y los países vecinos, que son el origen o tránsito de la mayoría de los inmigrantes que llegan por esa ruta.

El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, cuyo país preside la UE este semestre, valoró en una rueda de prensa el respaldo de los países a las medidas contra la inmigración irregular y la inclusión de nuevos elementos de ayuda, por ejemplo para proteger a los inmigrantes que se encuentran en campos.

«El tiempo dirá si estas medidas son definitivas», señaló Muscat, que incidió en que lo importante es «mantener la presión» contra el fenómeno migratorio y opinó que el siguiente paso debe ser «la creación de corredores humanitarios» que faciliten un acceso seguro de los refugiados a la UE.

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, destacó que se van a destinar fondos europeos adicionales para apoyar las medidas y que los países se han comprometido a ayudar a Italia con el fenómeno migratorio, por tratarse de una «responsabilidad compartida».

En la Declaración de Malta aprobada hoy, los países de la Unión Europea expresaron su voluntad de ahondar en la política externa de inmigración «para hacerla resistente a futuras crisis».

Sobre los retornos, se comprometieron a identificar «las potenciales barreras» en relación con las condiciones que se tienen que reunir para enviar de vuelta a los inmigrantes y a reforzar «las capacidades de retorno de la UE, respetando el derecho internacional».

En ese contexto, valoraron la intención de la Comisión Europea de presentar en breve, como primer paso, «un plan de acción de retornos actualizado y de asignar directrices para unos retornos más operativos por parte de la UE y los Estados miembros», así como para facilitar las readmisiones en los países de origen de los inmigrantes.

Por otra parte, los países acordaron ayudar a la Organización Internacional de Migraciones en los retornos voluntarios y llevar a cabo campañas de información dirigidas a los inmigrantes en Libia y los países de origen y tránsito.

La declaración se adoptó de cara a la próxima primavera, cuando se teme que se disparen de nuevo las salidas de inmigrantes hacia Europa.

La ruta central del Mediterráneo se ha convertido en la principal vía de entrada de los inmigrantes irregulares en la UE, con 181.000 llegadas a territorio europeo en 2016, en su mayoría a través de Italia.

Cerca del 90 % de esos inmigrantes, en su mayoría de tipo económico y sin derecho al asilo, salieron desde Libia, donde la inestable situación política y económica favorece la actuación de las mafias de traficantes.

La UE acordó continuar con su trabajo con las autoridades de Libia, principal país de origen de esos flujos migratorios, así como con el norte de África y con los vecinos subsaharianos.

Los líderes comunitarios hicieron hincapié en su «determinación de actuar en pleno respeto de los derechos humanos y del derecho internacional y los valores europeos y junto con la Organización Internacional para las Migraciones y con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR)».

Organizaciones como Amnistía Internacional advirtieron hoy de que cerrar las fronteras marítimas del sur de la UE puede implicar «dejar a los miles de personas refugiadas e inmigrantes que salen por mar de Libia expuestas a ser detenidas y a sufrir espantosos abusos contra los derechos humanos».

Entre las prioridades para atajar los flujos de inmigrantes por el Mediterráneo figura la formación, equipamiento y respaldo de los guardacostas libios, el aumento de los esfuerzos para destruir el modelo de negocio de los traficantes de personas y la mejora de la situación socioeconómica de las comunidades locales en Libia.

Como novedad, la UE se comprometió a ayudar a reducir la presión en la frontera terrestre libia, reforzando la capacidad de gestión fronteriza de ese país y en colaboración con los países vecinos.

La declaración añade que la UE respalda además la idea de movilizar 200 millones de euros para proyectos en 2017, con prioridad a los que tengan que ver con la inmigración en Libia, que se financiarían con el fondo fiduciario de la UE.