Fiscalía y víctimas: No hay duda alguna de la terrorista etarra Soledad Iparraguirre sea «Anboto»

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), AÑO 2021. La dirigente de ETA María Soledad Iparraguirre Guenechea, conocida como "Anboto" y como "Marisol" hasta 1994. Efe 

Efe – La Fiscalía ha subrayado este martes en el Supremo que no hay duda alguna de la identificación de la dirigente de ETA Soledad Iparraguirre con el alias de «Anboto«, para defender la condena a 122 años de prisión por ordenar el asesinato del comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo, en 1995. Madrid (España), martes 26 de enero de 2021.

Lo ha hecho en una vista pública en el Tribunal Supremo para revisar el recurso de casación de la defensa contra la resolución condenatoria de la Audiencia Nacional.

Dicha sentencia considera probado que Iparraguirre, al frente de los comandos desde julio de 1994 y hasta 1998, ordenó el asesinato a Sergio Polo, Lur, – condenado por esta acción a 110 años de cárcel- quien hizo explotar una bomba lapa bajo el asiento del coche del comandante Cortizo cuando conducía junto a su hija, que resultó herida grave.

Como ya había hecho en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional, el letrado de Iparraguirre ha centrado el debate en la identificación, al insistir en que no hay prueba suficiente para sostener que la dirigente etarra es Anboto, según han informado a Efe fuentes jurídicas presentes en la sala.

Sin embargo, tanto la Fiscalía como la letrada de la Asociación Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) han respondido que existe abundante prueba para identificar a Iparraguirre con ese alias, por lo que han pedido que se desestime el recuso y se confirme así la resolución de la Audiencia.

Al respecto, la Fiscalía ha hecho hincapié en el análisis de las declaraciones de otros miembros de la banda terrorista que determinaron la identidad de la histórica etarra Anboto, como también apunta la pericial de Inteligencia.

En la misma línea, la AVT ha defendido que la sentencia de la Audiencia Nacional realizó «un juicio de inferencia lógico y razonable a partir de múltiples indicios» que «no deja dudas» a la hora de identificar a la terrorista con ese alias.

La Audiencia sostiene en su sentencia que existe una «sólida prueba indiciaria» para concluir que la acusada, como responsable de los «comandos legales», ordenó el atentado.

Entre esas pruebas destaca la carta (comunicación orgánica) dirigida a Lur por Anboto que «evidencia las funciones desplegadas por Anboto respecto de Lur, como responsable de los comandos legales, y que fue la acusada la que ordenó la comisión del atentado, facilitó los explosivos, instrucciones para su fabricación, transporte y colocación que asegurara el resultado de acabar con la vida de la víctima sin riesgo para el autor».

Además de esta carta, los magistrados citaron las declaraciones de etarras condenados en otras causas que identificaron a Anboto y describieron sus funciones.