La única organización española que ayuda a compatriotas nuestros presos fuera de nuestras fronteras, Fundación +34, ha pedido colaborar con ellos para ayudar a presos compatriotas encarcelados en extranjero, que de mayoría son catalanes, madrileños, andaluces. Así ha manifestado Javier Casado, el director de la Fundación que con su prefijo (+34) «cualquier» español que se encuentra en el extranjero y quiere contactar con su familia independientemente de su comunidad de procedencia, religión, cultura, o color político «tiene que marcar (+34)», ha señalado Casado, «un símbolo de unión para cualquier» ciudadanos «de esta tierra» dijo Casado este martes 16 de junio 2015 en declaraciones al portal español ‘Lasvocesdelpueblo’.
Según Fundación +34, cuando un ser querido es encarcelado en el extranjero, descubres que la soledad y las dificultades tanto sociales como burocráticas no sólo son una posibilidad, sino un hecho. «Tras dos años de lucha y constante investigación sobre todo lo que podríamos hacer por nuestro amigo, pensamos que debíamos compartir cuanto habíamos aprendido. Quizás de esta manera, las miles de familias afectadas actualmente por casos similares pudieran servirse de estos conocimientos para no desesperar, conocer mejor cómo afrontar las barreras con las que van a encontrarse y hacer más llevadero un camino que de por sí resulta muy difícil».
Su director de Fundación +34 asegura que actualmente hay un total de «1735 españoles encarcelados en el extranjero» y recuerda que hay muchos presos españoles que necesitan algo tan básico como recibir «una carta». Por lo que la entidad recuerda que «tanto si eres un familiar que necesita ayuda como una persona comprometida dispuesta a ayudar, escríbenos (Dirección: C/Rector Luis Suarez 20, 47011 – Valladolid; Correo: [email protected]; [email protected]; Teléfonos: Fijo: 983 041 019, Móvil: 635 845 458), hablaremos con la mayor confidencialidad».
«Puede colabora con una cuota de 5 euros mensual» para ayudar la Fundación «a enviar medicina» que necesitan los presos españoles en el extranjero o «mandar cartas» por el «código postal»: C/Rector Luis Suarez 20, 47011 – Valladolid «de apoyo y de ánimo o simplemente contar un poco de su vida… y nosotros la enviaremos a cientos de españoles que no tienen contacto con nadie». -explicó Casado- «Porque no quieren contar a sus familiares la situación en la que» se encuentran. «No quieren» explicar a la familia lo que está pasando «para evitar de hacerlos daños; simplemente les dicen que están trabajando», aseguró Casado.
Muchos de estos presos son catalanes, andaluces y madrileños. Casado destaca que «en su mayoría son gente sin antecedente penales» en España «y con graves problemas económicos» que con la llegado de la crisis económica fueron «captado por la red de narcotráfico por cantidades de dinero muy pequeña pero, que para ello era muy importante en aquellos momentos», subraya Casado.
La entidad afirma que su labor acaba cuando el preso llegue en la patria, no para quedarse en libertad sino para cumplir la condena aquí en España porque «en estas cárceles, las condiciones de derechos humanos no existen. «Nuestro trabajo no termina en los muros de la institución penitenciaria. Cumplida la condena, las personas que retornan a una sociedad de la que llevan años alejadas pueden encontrarse perdidas. En estos casos, resulta más que oportuno conocer qué proyectos o ayudas gubernamentales son compatibles con su situación, cómo moverse entre las diferentes instituciones para regularizar su documentación personal, o incluso cómo pasar una simple revisión médica».
Fundación +34 afirma que trabaja para que las condiciones sociales, físicas y mentales de un encarcelado se mantengan en niveles admisibles. «Nuestra red de voluntarios realiza un gran número de actividades enfocadas a mejorar la calidad de vida de los que están en prisión, entre las que destaca la visita regular a las cárceles. Esto nos permite tanto asegurar una interacción social adecuada, como administrar vitaminas y otros nutrientes necesarios, que contribuyen a que la persona que ha sido encarcelada pueda disfrutar de una salud aceptable».
