Redacción – El portavoz de la plataforma hispana «Gran Cena de España» (GCEsp), Javier López, cree que ha llegado la hora del pueblo. El activista español, vecino de Sabadell (Barcelona) pide al mundo racista independentista que deje ya a la ciudadanía pacífica en Cataluña en paz con sus «sueños muertos». Así de contundente afirmó López, después de repartir más 300 toallas de colores de la bandera de España en la playa «San Miguel» del barrio La Barceloneta de la Ciudad Vieja, el pasado domingo, 27 de mayo de 2018, acto con el que la organización del evento multitudinario bajo «Nacionalismo es Supremacismo» cerró la manifestación después de recorrer las calles del centro de Barcelona con intervenciones en Plaza San Jaime de Barcelona. La Barceloneta (Barcelona) España, jueves 31 de mayo de 2018. Fotografía: PLAYA ‘SAN MIGUEL’ (LA BARCELONETA) BARCELONA (ESPAÑA), 27.05.2018. El portavoz de la plataforma hispana «Gran Cena de España» (GCEsp), Javier López, durante sus declaraciones este domingo a Ñ Pueblo Lasvocesdelpueblo en la Playa San Miguel de la Barceloneta (Barcelona). Lasvocesdelpueblo
Vídeo. Barcelona, 27.05.2018. (GCEsp) pide al independentismo dejar a los españoles en paz con sus «sueños muertos»
López, el primer socio fundador de la plataforma que organizó la primer comida española por la Unidad de la Nación en Cataluña, reuniendo todas las sensibilidades de la Sociedad Civil Catalana, cree que ya no hay marcha atrás y que el golpismo xenófobo de la ‘genestapo’ en Cataluña debería ya haberse dado cuenta de la respuesta del pueblo catalán en las calles.
El español hizo estas afirmaciones a Ñ Pueblo Lasvocesdelpueblo, muy contento, después de hacer historia de nuevo repartiendo toallas españolas en una playa en Cataluña.
La iniciativa de (GCEsp) era un homenaje a las españolas agredidas por neonazis independentistas, entre ellos cargos políticos racista como el concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Canet Mar Marc Jiménez, durante una acción pacífica de las españolas y chicos de la Nación en la comarca del Maresme (Barcelona) en la playa de Canet de Mar contra centenares de cruces amarillas que el neonazismo había instalado en toda la playa.
