Giro de 180 grados de Ciudadanos (Cs): «Eliminar la mascarilla obligatoria en centros educativos»

0
558
FOTOGRAFÍA. ESPAÑA, 30.08.2021. Los niños con tapa boca y nariz (mascarillas) del globalismo durante la primera vuelta al colegio del Plandemia del COVID (coronavirus), la llamada «nueva normalidad» de una dictadura globalista en la que la élite corrupta progresista (unidad entre Derecha, socialistas y comunistas) pretende controlar el pueblo, imponiendo su discurso único tras vetar cualquier voz crítica en sus redes sociales YouTube, Facebook, Instagram y Twitter. El Pueblo busca alternativa y se reorganiza en redes sociales del Mundo Libre Telegrama, Rumbe, Odyssey, etc. para combatir los experimentos genéticos asesinas y venenosos (las vacunas covid) de las farmacéuticas globalistas y proteger la democracia. Efe

Redacción.- Madrid (España), jueves 30 de diciembre de 2021. Comunicado Ciudadanos (Cs). Buenas tardes, Os informamos de que, ante la incertidumbre que está generando la dejación de funciones por parte del Gobierno, cuando no de la adopción de medidas poco menos que supersticiosas, como es el caso de la imposición de las mascarillas en exteriores, Ciudadanos ha registrado una iniciativa en el Congreso para garantizar una vuelta al cole presencial y segura, con una relajación en las restricciones que sufren los alumnos basada en la evidencia científica y de acuerdo con la fase de la pandemia en la que nos encontramos.

1.-Garantizar la normalidad en la vuelta al cole de enero y el resto del curso 21-22 en modalidad presencial, con escuelas abiertas en toda España, para tranquilidad, certidumbre y conciliación de las familias. Se revisarán y actualizarán los protocolos de aislamiento, asegurando que los cierres de clases son únicamente el último recurso, y estableciendo mecanismos de contingencia ante el aislamiento de docentes y alumnos.

2.- Eliminar la obligatoriedad de las mascarillas para los menores de 12 años en el interior de las aulas, siempre que se pueda mantener la distancia de seguridad o exista ventilación suficiente.

3.- Eliminar la obligatoriedad de las mascarillas durante las horas de patio, para todos los alumnos y personal de los centros.

Los liberales no entendemos esta suerte de ceremonia de la confusión en la que el Gobierno de España nos quiere introducir una vez más. Los centros educativos han demostrado en circunstancias muchísimos peores que las actuales ser espacios seguros. Las medidas higiénico sanitarias están funcionando y garantizan la seguridad de alumnos y docentes.

Asimismo, cabe destacar que sólo la presencialidad garantiza el derecho universal de nuestros niños a una educación en igualdad de oportunidades, ya que no todas las familias pueden permitirse que sus hijos estudien desde casa y hacerlo compatible con sus respectivos trabajos.

La Propuesta No de Ley (PNL) del Grupo Parlamentario de Ciudadanos (Cs) en el Congreso de los Diputados

«GRUPO PARLAMENTARIO CIUDADANOS (GPCs)

Iniciativa Parlamentaria: PNL para garantizar una ‘vuelta al cole’ presencial

A LA MESA DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

El Grupo Parlamentario Ciudadanos, al amparo de lo establecido en el artículo 193 y siguientes del vigente Reglamento de la Cámara, presenta la siguiente Proposición no de Ley para garantizar una ‘vuelta al cole’ presencial para su debate en el Pleno. Congreso de los Diputados, 30 de diciembre de 2021.

Sara Giménez Giménez Diputado del Grupo Parlamentario Ciudadanos.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

La pandemia de COVID-19 ha puesto en evidencia algunas de las debilidades de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS), puesto que España ha sido uno de los países más afectados por la emergencia sanitaria en términos humanos y también en términos económicos. Durante mucho tiempo se ha dicho que España tenía uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, pero lo cierto es que esta pandemia global ha demostrado que no es el sistema lo que nos hacía líderes, sino el saber hacer y la calidad de nuestros profesionales sanitarios.

La ciudadanía española también ha sido ejemplar. Durante lo peor de la emergencia sanitaria, los españoles cumplieron con su responsabilidad y nuestra sociedad fue una de las que más cumplió con las restricciones y limitaciones al movimiento. Una vez que se desarrollaron y comercializaron vacunas contra el COVID-19, los españoles han vuelto a dar ejemplo al mundo acudiendo masivamente a vacunarse, alcanzando una de las tasas de inmunización más altas del mundo.

Por desgracia, la variante Ómicron está volviendo a hacer incrementar los contagios. Sin embargo, la situación hoy no es ni por asomo similar a la de hace un año, precisamente gracias a la efectividad de las vacunas. La incidencia acumulada actual responde más a personas inmunizadas que pasan la enfermedad como un mal catarro, mientras que hace un año esa incidencia se traducía directamente en ingresos hospitalarios, cuadros clínicos graves y, por desgracia, en fallecimientos. La nueva ola de la pandemia es, por tanto, una ola de contagios más que una ola de hospitalizaciones.

En este contexto, hemos visto cómo en las últimas semanas los contagios por COVID19 están experimentando un crecimiento exponencial. Esto ha llevado a que la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, haya planteado que la ‘vuelta al cole’ después de la Navidad, prevista para el 10 de enero, no se celebre de forma presencial en su totalidad. De acuerdo a este modelo, los cursos de 3º y 4º ESO, Bachillerato, Formación Profesional (FP) y Régimen Especial serían divididos para que unos alumnos acudieran de forma presencial a los centros manteniendo una distancia interpersonal de 1,5 metros y, otros, siguieran las clases de forma telemática. Por lo pronto, ninguna otra Comunidad Autónoma se ha mostrado partidaria de este modelo.

De hecho, el mantenimiento de las escuelas abiertas es uno de los grandes logros colectivos de la sociedad española, de los propios estudiantes y, por supuesto, de las familias y de los profesionales docentes. Todo ello teniendo en cuenta el impacto negativo que el cierre de escuelas tiene sobre el aprendizaje de los escolares.

El Banco Mundial, la UNESCO y UNICEF han publicado recientemente un informe en el que pone precio a ese cierre de escuelas para la generación de estudiantes que la han sufrido en todo el mundo: en torno a 17 billones de dólares estadounidenses y un 14% del PIB mundial. Esto supone que los estudiantes sacrifican perspectivas de futuro cada vez que su escolarización no se produce con normalidad, hurtándoles de oportunidades para desarrollar sus proyectos personales y profesionales.

De hecho, incluso las restricciones percibidas como más leves, como podría ser la obligatoriedad del uso de mascarilla, tiene efectos negativos sobre el aprendizaje de los escolares. De acuerdo a varios estudios, los niños de entre siete y 13 años son capaces de identificar expresiones emocionales en otros sujetos con una precisión del 66% cuando estos sujetos no llevaban mascarilla.

Sin embargo, al factorizar el uso de la mascarilla, esa precisión caía a en torno al 20%. Esto supone un grave obstáculo en su desarrollo relacional con sus compañeros, pero también en su aprendizaje emocional y, en definitiva, también en su formación.

Además, no podemos obviar el impacto que una ‘vuelta al cole’ en condiciones diferentes a las de normalidad tendría sobre la conciliación de las familias. La semipresencialidad o el cierre de clases supone una losa inasumible para muchos padres y madres que no pueden permitirse pedir días libres en el trabajo, o sus empleos no permiten modalidades de teletrabajo, o que no disponen de una red de apoyo familiar allá donde viven ni tampoco recursos económicos suficientes para contratar un sistema de cuidados para sus hijos mientras ellos están en su puesto de trabajo.

Es decir, este tipo de medidas afectan sobre todo a las familias de clase media y trabajadora que no tienen a su disposición opciones que sí podrían tener familias más acomodadas, perjudicando además de forma particular a padres y madres solteros con hijos. A todo ello se suma, además, la importante brecha que se crea entre quienes disponen de varios dispositivos electrónicos en su casa y quienes no tienen equipos o competencias digitales suficientes para posibilitar que sus hijos tengan un aprendizaje de calidad a distancia y desde casa.

En definitiva, la pandemia de COVID-19 ya se ha cobrado un importante coste en nuestros niños, haciendo que los cursos 2020/2021 y 2021/2022 sean los más atípicos que se recuerdan. Según otro reciente estudio de la OCDE, el impacto del COVID-19 en los escolares puede suponer que cada estudiante pierda en torno a un 3% en su futuro salario como trabajador, por lo que cada medida y cada restricción innecesaria que se introduce en nuestras escuelas es un peldaño más que le imponemos a nuestros hijos en su ascenso hacia un futuro de prosperidad. A todo ello se suma que la vacunación infantil en España avanza a buen ritmo, habiendo vacunado a en torno al 24,8% de los menores de entre 5 y 11 años a fecha del pasado 28 de diciembre.

Finalmente, la semana que viene, el Ministerio de Educación y Formación Profesional, el Ministerio de Sanidad, el Ministerio de Universidades y las consejerías competentes en las diferentes Comunidades Autónomas se reunirán para analizar cómo diseñar la ‘vuelta al cole’. Por todo ello, el Grupo Parlamentario Ciudadanos presenta la siguiente:

PROPOSICIÓN NO DE LEY

El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a:

1. Impulsar, en coordinación con las Comunidades Autónomas, que las escuelas españolas permanecen abiertas y con educación en modalidad presencial durante el resto del curso 2021/2022.

2. Revisar y actualizar los protocolos de aislamiento por casos COVID-19 en las escuelas, asegurando que los cierres de clases son únicamente el último recurso, y estableciendo mecanismos de contingencia en caso de que más del 10% de la plantilla docente y más del 20% del alumnado deba estar aislado por ser positivo en COVID19.

3. Eliminar la obligatoriedad del uso de mascarillas en centros educativos:

a) durante las horas de patio, para todos los alumnos y personal del centro;

b) en el interior de las clases, para los alumnos menores de 12 años, siempre y cuando la configuración de las clases permita mantener una distancia interpersonal de, al menos, 1,5 metros o exista una ventilación cruzada suficiente».