Hallado el cuerpo sin vida del niño Julen 13 días después en el pozo de Totalán (Málaga)

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TOTALÁN (Málaga), 26.01.2019. Imagen de un coche forense esta madrugada en Totalán (Málaga). Trece días después de que cayera en el pozo de Totalán (Málaga), el equipo de rescate ha encontrado el cuerpo sin vida de Julen, el niño de dos años que se precipitó en el estrecho foso de prospección de agua de 110 metros de profundidad y 25 centímetros de diámetro donde quedó atrapado. Ocho mineros y efectivos de la Guardia Civil han sido los encargados de acometer esta complicada fase final excavando a mano una pasarela horizontal que les ha llevado hasta el pequeño. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias – A las 1:25 de la madrugada de este sábado, 26 de enero de 2019, y después de días y noches de trabajo ininterrumpidos se ha producido el desenlace fatal con el hallazgo de Julen y se ha activado la comisión judicial, según ha informado la Subdelegación de Gobierno de Málaga pasadas las 2:00 horas. El furgón funerario con los restos del pequeño han abandonado el pozo pasadas las 04:00 de la madrugada destino a Málaga, donde se le practicará la autopsia en el Anatómico Forense. El trágico desenlace del rescate de Julen, cuyo cuerpo sin vida ha sido localizado esta madrugada tras estar atrapado trece días en un pozo en Totalán (Málaga), deja en el tiempo que ha durado todo el operativo una coordinación y una solidaridad institucional y social sin precedentes. Totalán (Málaga) ESPAÑA, sábado 26 de enero de 2019. FOTOGRAFÍA: TOTALÁN (Málaga), 26.01.2019. Imagen de un coche forense esta madrugada en Totalán (Málaga). Trece días después de que cayera en el pozo de Totalán (Málaga), el equipo de rescate ha encontrado el cuerpo sin vida de Julen, el niño de dos años que se precipitó en el estrecho foso de prospección de agua de 110 metros de profundidad y 25 centímetros de diámetro donde quedó atrapado. Ocho mineros y efectivos de la Guardia Civil han sido los encargados de acometer esta complicada fase final excavando a mano una pasarela horizontal que les ha llevado hasta el pequeño. Efe

 La caída el pasado 13 de enero del niño de dos años en un estrecho y profundo pozo marcó el inicio de un grandísimo despliegue humano y técnico que ha llegado a movilizar a centenares de personas en una auténtica lucha contra el tiempo.

Las propias características del orificio donde cayó el menor, una prospección para buscar agua de apenas 25 centímetros de diámetro y de una profundidad de 107 metros, unidas a las complicadas características del terreno, de gran dureza, han supuesto un auténtico pulso contrarreloj para buscar soluciones que lograran llegar cuanto antes al niño.

El «tapón» de tierra dura encontrado a 71 metros de profundidad, los desprendimientos y la dureza del terreno que obligaron a descartar la construcción de un primer túnel horizontal, y las dificultades para construir y entubar otro vertical y, desde este, la galería horizontal que ha enlazado con el pozo donde estaba Julen no han servido en cambio para minar los ánimos de los equipos intervinientes.

Mineros, bomberos y guardias civiles han encabezado una lucha sin cuartel contra la montaña que ha movilizado a especialistas y empresas de distintos puntos de España, y también del extranjero, que no han perdido la esperanza de poder localizar con vida al niño.

Ya el martes 15 de enero, dos días después de la caída al pozo, la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa (Asturias) se desplazó a la zona para programar la excavación manual de la galería horizontal.

Ese mismo día se supo que, entre numerosas empresas que han colaborado con el rescate, estaba la compañía sueca que logró localizar el punto exacto donde estaban 33 mineros de Chile, atrapados 69 días tras el derrumbe del yacimiento.

Tras días de trabajo de la gran cantidad de maquinaría pesada que ha intervenido en los movimientos de tierra y en la perforación del túnel vertical paralelo al pozo, el sábado día 19 llegó a Totalán la cápsula metálica de dos metros de altura diseñada por el Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga para rescatar a Julen, que los mineros pudieron usar por primera vez este pasado jueves.

TOTALÁN (Málaga), 26.01.2019. José Roselló y Vicky García, padres de Julen, durante una vigilia. La caída el pasado 13 de enero del niño de dos años en un estrecho y profundo pozo marcó el inicio de un grandísimo despliegue humano y técnico que ha llegado a movilizar a centenares de personas en una auténtica lucha contra el tiempo. Efe

Más allá de todo este operativo técnico, que ha sido en todo momento coordinado institucionalmente y difundido a través de un amplio despliegue en la zona de medios de comunicación de todo el mundo y compartido de forma muy amplia en redes sociales, el rescate ha roto la calma de un pequeño y tranquilo pueblo de unos 700 habitantes de la Axarquía malagueña.

Esta ingente obra de ingeniería humanitaria, como llegó a ser definida por el coordinador del operativo, y su repercusión han rebasado los límites del municipio, cuya solidaridad y hospitalidad han sido envidiables, tanto a la hora de apoyar a la familia de Julen como al dispositivo que lo ha buscado, a los que no ha faltado comida caliente gracias incluso a una cocina improvisada en un salón parroquial.

La casa cedida por una vecina y que ha acogido estos días a los familiares más cercanos al niño ha sido el mejor ejemplo de esta entrega de los vecinos de Totalán, cuyo Ayuntamiento canalizó los ofrecimientos de distintos inmuebles, entre ellos el que ha servido de puesto de mando para los cuerpos y fuerzas de seguridad.

Una «pesadilla», como muchos la han definido, de trece días con un triste desenlace pero que también ha servido para que, en el futuro, este pueblo pueda no solo ser recordado por la tragedia. Esa solidaridad colectiva seguramente se convierta en el mejor legado de Julen.