Iglesias confía en que su moción de censura tenga un desenlace similar a la de 1980 contra Adolfo Suárez

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Efe – El líder de Podemos, según fuentes de su equipo, lleva semanas preparando su discurso con aportaciones de expertos en distintas materias, y hoy ha pasado el día en su casa, sólo, ‘concentrado’ y repasando los últimos detalles de su intervención, para la que no tiene límite de tiempo. Madrid (España), lunes 12 de junio de 2017. Fotografía: El líder de Podemos, Pablo Iglesias (c), atiende a los medios tras asistir como invitado al Pleno de la Asamblea de Madrid que debate y vota hoy la moción de censura presentada por su partido contra la presidenta regional, Cristina Cifuentes, que no saldrá adelante al contar sólo con el voto a favor de la formación morada. Efe.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, afronta mañana uno de los mayores retos para un dirigente político con el debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy, que, aunque no saldrá adelante, puede reforzarle -como pretende- como ‘la alternativa real’ o pasarle factura y desgastar su liderazgo.

Sea cual sea el balance final, la moción de censura de Unidos Podemos entrará en la historia por ser la tercera de la democracia, y Pablo Iglesias como el tercer candidato alternativo que contrapone su programa al del Gobierno.

Consciente del rechazo de la iniciativa en el Parlamento, Iglesias confía en que su moción de censura tenga un desenlace similar a la que en 1980 presentó contra Adolfo Suárez el socialista Felipe González, quien perdió la votación pero ganó poco después las elecciones.

Por eso, mañana se esforzará en ofrecer una imagen solvente, ‘presidenciable’ y de ‘madurez’ con un programa de Gobierno que no será, según ha dicho, el de Unidos Podemos, sino con el que quiere tender la mano a sectores sociales más amplios.

Un programa que incluye una batería de propuestas anticorrupción, un paquete de medidas económicas inspiradas en el modelo portugués y un proyecto plurinacional con una apuesta por un referéndum pactado y con garantías para Cataluña.

Iglesias piensa exhibir también la gestión de los ‘ayuntamientos del cambio’ como ejemplo de eficacia en el Gobierno y lo hará con la atención desde la tribuna de los representes de esos municipios donde gobierna Podemos.

No asistirá la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, pero sí estarán los alcaldes de Cádiz, el anticapitalista José María Gónzalez ‘Kichi’; los de Santiago de Compostela (Martiño Noriega); A Coruña (Xulio Ferreiro) y Ferrol (Jorge Suárez).

Estarán también en la tribuna el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas.

El líder de Podemos, según fuentes de su equipo, lleva semanas preparando su discurso con aportaciones de expertos en distintas materias, y hoy ha pasado el día en su casa, sólo, ‘concentrado’ y repasando los últimos detalles de su intervención, para la que no tiene límite de tiempo.

Llevará escrito buena parte del discurso, en especial la parte de las medidas programáticas, pero su intención es poder ‘despegarse’ y dejar margen a la improvisación parlamentaria a lo largo de su intervención, que podría durar hasta dos horas, señalan desde la dirección.

No será Iglesias, no obstante, quien abra el debate a las nueve de la mañana, sino la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, que se encargará de justificar los motivos para la presentación de la moción.

Sobre Montero, que también está preparando hoy sola su intervención, recaerá la labor más dura de denuncia de la corrupción del PP y los reproches contra el Gobierno de Rajoy que Unidos Podemos asegura que está «parasitando las instituciones».

Montero tampoco tiene límite de tiempo. Calculan en su partido que su discurso podría alargarse más de hora y media, y se prepara incluso ante la posibilidad de que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, le dé la réplica.

Un escenario en el que Podemos se sitúa con ciertos temores dado el dominio que la vicepresidenta ha demostrado en sus duelos parlamentarios con Montero.

El grupo parlamentario tampoco descarta que Iglesias tenga que enfrentarse con medio Ejecutivo si varios ministros piden la palabra; o incluso que el PP intente darle la vuelta al debate con acusaciones y ‘mentiras’ sobre Podemos, como creen que ocurrió en la moción de censura contra la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes.

Iglesias y Montero no serán los únicos de su grupo en intervenir en el debate de mañana.

También lo harán los portavoces de sus confluencias en el turno de 30 minutos que tienen los grupos para fijar posición y que se repartirán -diez minutos cada uno- entre el líder de IU, Alberto Garzón; el de En Comú Podem, Xavier Domènech; y el de En Marea, Antón Gómez-Reino.

Garzón aprovechará para reivindicar el papel de IU en el caso Bárcenas y centrará su intervención en denunciar las estructuras de corrupción desplegadas por el PP.

De Domènech se espera una intervención más centrada en la cuestión territorial y el debate soberanista en Cataluña, mientras que Gómez-Reino intercalará en su discurso la corrupción, la desigualdad y la plurinacionalidad, con una parte dedicada especialmente a Galicia.

El desenlace del debate está abierto, pero no así la votación. La moción de censura de Iglesias cuenta prácticamente seguros con 82 votos a favor (los 67 de su grupo, 9 de ERC, 4 de Compromìs y 2 de EH-Bildu).

Los votos en contra pueden llegar a 170, contando los 134 del PP, 32 de Ciudadanos, dos de UPN, uno de Foro Asturias y uno de Coalición Canaria.

Y en las abstenciones se situarán los 84 diputados socialistas, ocho de PDeCAT, cinco del PNV y uno más de Nueva Canarias, en total 98.