Lasvocesdelpueblo y Agencias – Ante otro anuncio del presidente catalán, Carles Puigdemont, de acudir al Congreso de los diputados hacer su conferencia, sin someter a votación la propuesta separatista del gobierno catalán -prohibiendo al los diputados su derecho a votar-, la respuesta del Gobierno ha sido muy contundente: «El Congreso de los Diputados no es un salón de actos para dar una conferencia», ha advertido la vicepresidenta en una entrevista en TVE, antes de añadir: «Con lo que le gusta al señor Puigdemont que votemos todo el mundo, nos quiere prohibir que votemos en el Congreso». Madrid (España), lunes 12 de junio de 2017. Fotografía: La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaria, en rueda de prensa en el palacio del Gobierno de Reino de España. Archivo Efe.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha acusado hoy al Govern de «provocar al Estado» con su «estrategia de tensión», mientras que el presidente Carles Puigdemont ha asegurado que a finales de este mes o inicios de julio se dará a conocer la principal «ley de desconexión».
La jornada de hoy ha arrancado con reproches cruzados entre Sáenz de Santamaría y Puigdemont en sendas entrevistas, al mismo tiempo que separatistas y «comunes» manifestaban su apoyo al secretario tercero de la Mesa del Parlamento de Cataluña, Joan Josep Nuet, que hoy ha tenido que declarar ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por haber permitido que la cámara catalana votara dos resoluciones a favor de un referéndum separatista.
Después de que Puigdemont haya anunciado que en los próximos días pedirá por carta al Congreso comparecer para explicar sus planes, sin someter ninguna propuesta a votación, Sáenz de Santamaría ha replicado que en la Cámara Baja se vota, no se dan «conferencias».
«El Congreso de los Diputados no es un salón de actos para dar una conferencia», ha advertido la vicepresidenta en una entrevista en TVE, antes de añadir: «Con lo que le gusta al señor Puigdemont que votemos todo el mundo, nos quiere prohibir que votemos en el Congreso».
«Asistiremos a una estrategia de movilización, más mediática que de contenido. Se busca provocar y una reacción por parte del Estado. Buscan el victimismo», ha añadido.
Asimismo, el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha avisado a Puigdemont de que, si no rectifica su hoja de ruta antes del 1 de octubre, quedará «invalidado como interlocutor».
El secretario de organización del PSC, Salvador Illa, ha afirmado que Puigdemont «no es sincero» cuando dice que quiere ir al Congreso para presentar su plan y lo ha tachado de «chantaje».
Por su parte, Puigdemont ha confirmado que enviará esta semana una carta a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, para proponerle comparecer con el fin de explicar el referéndum anunciado para el 1 de octubre, sin someterlo a votación, y confía en poder acudir a la Cámara Baja «antes del verano».
Puigdemont ha asegurado que «antes de que finalice junio o la primera semana de julio» se iniciará una campaña para explicar la Ley de transitoriedad jurídica separatista, la principal de las llamadas «leyes de desconexión», diseñada por Juntos Por El Sí y CUP para sustituir el marco legal del Reino de España.
Todo el paquete legislativo sobre el que pretenden sustentar el referéndum unilateral se aprobaría en el Parlamento de Cataluña finales de agosto, la convocatoria del referéndum sería a «principios de septiembre» y llevará como mínimo la firma del presidente, aunque sería «una buena señal» que la firmaran todos los consejeros, pues esto «no es un proyecto de ninguna persona» en concreto.
Mientras tanto, frente a las puertas del TSJC se han concentrado cargos separatistas y de los ‘comunes’ en apoyo a Nuet, que hoy ha comparecido como investigado durante unos veinte minutos ante la magistrada Maria Eugènia Alegret, en una sesión en la que sólo ha respondido a seis preguntas de su abogado, para afirmar que no desobedeció al Tribunal Constitucional.
Nuet ha alegado ante la juez que no es separatista, sino demócrata, y que el reglamento de la cámara le obligaba a facilitar la votación, y a su salida del TSJC ha llamado a «cuidar la unidad» del separatismo.
ERC y la CUP han coincidido en advertir de que hay una «ofensiva represiva» del Estado en contra del separatismo, que se traduce en querellas como la que afronta Nuet, y han avisado de que «no habrá marcha atrás» en el referéndum.
Desde Madrid, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, ha considerado «curioso» que el entrenador del Manchester City, Josep Guardiola, no se haya referido a Alemania o a Estados Unidos como «países autoritarios» cuando tienen una normativa similar a la de España sobre las consultas separatistas.
Por su parte, el presidente del PPC, Xavier García Albiol, ha acusado a Puigdemont de anunciar «de palabra» un «golpe de Estado», aunque ha vaticinado que por «cobardía» el presidente delegará la convocatoria formal del referéndum en el Parlamento de Cataluña.
La corriente Anticapitalistas de Podemos, de la que forman parte dirigentes como el eurodiputado Miguel Urbán o el alcalde de Cádiz, José María González, Kichi, ha hecho un llamamiento a la izquierda a apoyar el referéndum unilateral en Cataluña.
