Redacción.- Barcelona (España), miércoles 1 de febrero de 2023. Con el único fin de poder traer el pan a casa y poder pagar su hipoteca o el alquiler, la clase obrera catalana vecina de Barcelona junto a los alumnos y estudiantes de familias obreras —usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (VMP)— se han visto obligados a iniciar una resistencia pacífica y democrática en la toda la provincia de Barcelona frente a la prohibición «injusta» y totalitaria dictada por parte del consorcio encargado de coordinar y planificar el transporte público de la región urbana de Barcelona, denominado Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), que prohíbe desde hoy, miércoles 1 de febrero de 2023, hasta el 1 de junio de 2023 (6 meses), el acceso de usuarios con los VMP (bicicletas, patinetes y monociclo) eléctricos en el transporte público de toda la provincia de Barcelona, zona en la que éste consorcio tiene jurisdicción; una decisión de ATM que responde claramente a la caída de ingresos ante la huida de unos ex-clientes de la ATM hacia la libertad (mundo de patinetes) al encontrar en los VMP la solución a sus problemas: ahorro, tiempo y sostenibilidad.
«Voy al trabajo. No tengo otra alternativa»
Desde las 4:00 horas de la madrugada de este miércoles, los obreros catalanes, vecinos de la provincia de Barcelona, sin opciones ni plan B, se acercan, como cada día, hasta su estación de trenes cercana y viajan con toda normalidad hasta su puesto de trabajo, mientras otros llegan sus patinetes eléctricos y los guardan como puedan en el tren otros simplemente acceden con el vehículo y lo dejan a la vista.
«Voy al trabajo. No tengo otra alternativa» afirma un usuario de tren con su VMP.
La mayoría, según ha podido comprobar Lasvocesdelpueblo, ha ido hoy hasta la estación de tren andando y combinará con buses y metro. Unos se han comprado un bicicleta o se han desplazado con la bici que ya tenían mientras otros, para este primer día lo harán en coche pero, odos quieren ver cómo ATM pretende aplicar la prohibición antes de planificar la resistencia a la normativa totalitaria.
ATM no puede ser el árbitro
Aunque hasta la fecha desde la ATM se ha alegado siempre que la prohibición sectaria de usuarios de VMP en el transporte público responde a un problema de «seguridad» con estos vehículos, muy seguros, señalando el incidente de septiembre de 2022 en un tren de Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña ya se sabe que ATM solo se aprovecha de aquel incidente para llevar a por delante la competencia, los usuarios de patinete eléctricos.
Según datos de Asociación Catalana de Motociclismo Eléctrico (ACME), la población de usuarios de VMP habría pasado de más de 600.000 personas en 2021 a más de 1. 000.000 de usuarios en 2023, aseguró Óscar Alonso, presidente de la entidad durante la protesta contra la censura de ATM el pasado sábado 21 de enero de 2023 en plaza «Países Catalanes», frente a la Estación Sants de Barcelona.
Se trata de un auge sin precedentes que desde luego, preocupa al monopolio de la ATM.
Asimismo, siendo ATM parte implicada, no puede ser el consorcio metropolitano quien hace de árbitro mientras la prohibición temporal o definitiva le beneficia a él. Si los patinetes eléctricos son un «peligro público» -tal y como quiere vender la ATM- lo que hay que hacer de inmediato es prohibir su venta y fabricación en toda España y retirar estos VMP a sus propietarios a cambio de una compensación económica.
Subrayar que desde el incidente de septiembre en los Ferrocarriles, han pasado 5 meses. ¿Por qué ATM no ha hecho nada desde entonces? ¿Deseaba ATM más incidentes en los trenes para justificar su prohibición?
DECISIÓN INJUSTA
En palabras de los portavoces de las entidades convocantes de la protesta del pasado 21 de enero e Sants —Asociación de Usuarios por a la Movilidad Personal (AUMP), Asociación Catalana de Motociclismo Elèctrico (ACME), Federación Española de Vehículos de Movilidad Personal (FEVEMP), Asociación de Usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (AUVMP) y Asociación de Vehículos de Movilidad Personal (AVMP) de Burgos— y de los usuarios, estamos ante una decisión «drástica» e «injusta», aprovechando de un incidentes que dejó 4 heridos leves, por inhalación de humo, en los Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña, a quienes los manifestantes trasladaron todo su apoyo y cariño.
El portavoz de Asociación Catalana de Motociclismo Elèctrico (ACME), Óscar Alonso, quien leyó el manifiesto, en representación de la organización del 21-E, aseguró, en declaraciones a Lasvocesdelpueblo que «la idea es que estamos aquí para reclamar a la ATM que nos permita volver a entrar en los transportes públicos a partir del 1 de febrero».
Van a poner una norma que nos va a prohibir tanto patinetes eléctricos como monociclos eléctricos entrar en el transporte público y eso va a ser un problema para muchísimas familias para muchísimas personas estudiantes trabajadores, que ya se han acostumbrado a este ritmo de vida», apuntó Alonso.
Para la ACME, «a estos vehículos quitarles este derecho a entrar en el transporte público ahora mismo y tan de golpe les va a hacer cambiar totalmente su vida». «Tener que adaptarse a comprarse nuevos vehículos de combustión o incluso perderán su trabajo porque no podrán ser capaces de llegar a tiempo al al puesto de trabajo», dijo.
