La actriz Charlize Theron habla de la cara menos amable de la maternidad

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LOS ÁNGELES (EEUU), 22.06.2018. Charlize Theron pone cara a la depresión postparto en «Tully». Efe

Efe – La actriz Charlize Theron, una madre sincera: «Cuando estás en los veinte todo se siente muy apresurado, como si se te acabara el tiempo», apuntó la actriz. «Y creo que cuando llegué a los treinta me di cuenta de que no tenía que ser tan apresurada sobre mi vida. Ojalá lo hubiera sabido cuando estaba en mis veinte». «Siempre he sido observadora, me encanta mirar a la gente. Y algunas de esas cosas que quizá no son muy atractivas, esas cosas que quizá no están muy aceptadas, son siempre las cosas del comportamiento humano que no me asustan y que no me ofenden. Casi me río de ellas un poco», añadió. Los Ángeles (EEUU), viernes 22 de junio de 2018. Fotografía: LOS ÁNGELES (EEUU), 22.06.2018. Charlize Theron pone cara a la depresión postparto en «Tully». Efe

La actriz sudafricana Charlize Theron es madre de dos hijos, por lo que conoce más que de sobra los pros y los contras de la maternidad. Ahora, traslada su experiencia a la pantalla en Tully, un drama íntimo que muestra la cara más sincera y menos «instagrameable» del embarazo y la crianza.

En la cinta, que cuenta con la dirección de Jason Reitman y un guion de Diablo Cody, Theron da vida a una madre en crisis y a punto de derrumbarse. Una historia que le ha permitido poner en práctica lo que más le gusta de su trabajo: «explorar el comportamiento humano» y hacerlo «tan honestamente como elija hacerlo», ha explicado Theron en un encuentro con los medios en el que participó Efe.

Charlize Theron, una madre sincera

«Siempre he sido observadora, me encanta mirar a la gente. Y algunas de esas cosas que quizá no son muy atractivas, esas cosas que quizá no están muy aceptadas, son siempre las cosas del comportamiento humano que no me asustan y que no me ofenden. Casi me río de ellas un poco», añadió.

Marlo (Theron) acaba de ser madre por tercera vez y su vida se precipita hacia la depresión hasta que aparece, por sorpresa, Tully (Mackenzie Davis), una joven niñera que, como una Mary Poppins hipster, le hará replantearse todo.

Con un pie en el drama y otro en la comedia, Tully reflexiona sobre temas como la maternidad, la depresión posparto, la crisis matrimonial y los desafíos de la vida adulta desde la mirada de una madre que nada tiene que ver con la imagen idílica y perfecta que se vende sobre lo que supone tener hijos.

Theron, que tiene dos niños, ironizó sobre esas «madres Instagram», muchas de ellas famosas del mundo del espectáculo, que parece como si salieran «de una campaña de publicitaria de maquillaje» cuando van a acompañar a sus hijos al colegio.

«Simplemente, no creo que sea real. Incluso cuando lo ves en una foto es tan inviable…», dijo la sudafricana sobre una estampa de la maternidad que nada tiene que ver con la de Tully, en la que se muestran los momentos oscuros y difíciles por los que puede pasar una mujer tras dar a luz.

Las exigencias del guion

La ganadora del Óscar por Monster (2003) destacó, además, que gran parte de su interés por este proyecto está relacionado con el realizador Jason Reitman, con quien ya trabajó en Young Adult (2011).

«Desde entonces, tenemos literalmente una relación que, si me llama mañana y me dice «tengo nuestro siguiente proyecto», diría por supuesto», explicó la actriz.

Como si fuera una trilogía de la madurez desde la perspectiva femenina, Tully comparte con Juno y Young Adult una mirada al paso del tiempo y a los dilemas de las mujeres cuando crecen.

«Cuando estás en los veinte todo se siente muy apresurado, como si se te acabara el tiempo», apuntó la actriz. «Y creo que cuando llegué a los treinta me di cuenta de que no tenía que ser tan apresurada sobre mi vida. Ojalá lo hubiera sabido cuando estaba en mis veinte», admitió.

La actriz también habló sobre los 20 kilos que ganó para su personaje en Tully y dijo que, tras tres semanas a base de desayunar hamburguesas y de tomar todo el rato refrescos, «ya no era divertido».

«Creo que aprecio mi cuerpo. Tienes esta especie de viaje gratuito en tus veinte años, que tienes todo y todo funciona, y ya en los treinta es como que tienes que ganarte esas cosas. Aprecio mucho mi cuerpo ahora porque sé lo jodidamente duro que he tenido que trabajar para tenerlo», remató.