La corrupción del PP acorrala al candidato Alejandro Fernández y su jefe Pablo Casado en plena campaña electoral del 14F 

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FOTOGRAFÍA. AITONA (LÉRIDA) ESPAÑA, 17.01.2021. El candidato del Partido Popular Catalán (PP) a la presidencia de la Generalidad de Cataluña y presidente de esta formación en la Comunidad autónoma de Cataluña, Alejandro Fernández (C), junto a la la presidente provincial del PP, Marisa Xandri (no sale), este domingo durante un acto del PP en Aitona (Lérida). Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo)

Efe – Los casos de corrupción que acabaron con el Gobierno de Mariano Rajoy acosan a su sucesor en el PP, Pablo Casado, que, a días de las elecciones catalanas, lidia con las acusaciones del extesorero Luis Bárcenas sobre la caja B, de las que culpa al Gobierno de Pedro Sánchez. Madrid (España), viernes 5 de enero de 2021.

El escándalo sigue vivo cuando se cumplen doce años de las primeras detenciones del caso Gürtel y ocho desde que se publicaron las anotaciones de supuestos sobresueldos en negro a la cúpula del PP.

Casado ha apartado de las listas electorales y de la dirección de su partido a todos los señalados pero, como ha lamentado este viernes, desde que logró el liderazgo se ha visto obligado a dar la cara por la etapa anterior.

FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 03.02.2021. El líder del Partido Popular, Pablo Casado, conversa con la portavoz popular en el Congreso, Cuca Gamarra, este miércoles en el Congreso de los Diputados. Efe

Argumenta que aquel era otro PP que «ya no existe», pero sus adversarios le recuerdan que desde 2015 él formó parte de la dirección de Mariano Rajoy, señalado ahora por Bárcenas.

«Ahora dice Casado que ese PP ya no existe. Si no existiese, tú, exjefe de gabinete de Aznar y portavoz del PP con Rajoy, estarías en tu casa o condenado», le ha replicado, por ejemplo, Podemos.

EL PASADO VUELVE EN TRES FRENTES

Casado encara un tridente de amenazas: Bárcenas ha dejado de amagar y tira ya de la manta, los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy deben testificar y el Congreso investigará si se usaron fondos reservados para destruir pruebas de la contabilidad paralela del PP (caso Kitchen).

En su escrito ante la Fiscalía, Bárcenas retrotrae a 1982 las supuestas cuentas en B del PP, con supuestos sobresueldos a sus dirigentes y donativos de empresarios cambio de adjudicaciones. Siembra sospechas no sólo sobre Rajoy, sino también sobre Aznar, aún un símbolo.

Golpea además a María Dolores de Cospedal, exsecretaria general de los populares, que tras perder en la primera vuelta de las primarias respaldó a Casado en su pugna contra Soraya Saénz de Santamaría.

Como Rajoy, Cospedal comparecerá en el Congreso por Kitchen, una trama donde ya figura como investigado el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y en la que por el momento ha esquivado su imputación, que pide la Fiscalía.

Al desfile de cargos pretéritos del PP se sumarán en el juicio de los papeles de Bárcenas los exsecretarios generales del PP Francisco Álvarez-Cascos, Javier Arenas y Ángel Acebes, que declararán como testigos.

BÁRCENAS MANCHA LA CAMPAÑA ELECTORAL

El particular regreso al pasado de Casado, que ganó las primarias representando la sangre nueva del PP tras el estrépito que dejó la moción de censura a Rajoy, le pilla en el peor momento.

El PP está al borde de unas elecciones, las de Cataluña, que debían poner los andamios a la recuperación del partido y donde parten de su suelo electoral, cuatro diputados en el grupo mixto.

Las revelaciones de Bárcenas y el juicio que empieza el lunes le han arrebatado los titulares a la campaña y también han dejado en segundo plano las ofensivas del PP contra el Gobierno de Pedro Sánchez.

A Casado le han llovido las críticas, a izquierda y a derecha. Todos afean que el presidente del PP se desvincule de Rajoy, de quien fue vicesecretario de Comunicación, y mire para otro lado ante la dureza de las acusaciones de Bárcenas.

Casado no puede, argumenta el PSOE, reivindicar los logros de gestión de sus predecesores e ignorar los casos de corrupción que cuestionan su legado. Los socialistas lo califican de «insultante» y proponen una refundación.

Desde Podemos le acusan de buscar controlar a los jueces y no renovar por ese motivo el Consejo General del Poder Judicial. El partido morado replica el ataque con el que el PP ha exigido sacarle de la negociación.

Esgrimen los de Pablo Iglesias el supuesto pacto por el que el extesorero habría guardado silencio para evitar el encarcelamiento de su mujer, del que Bárcenas informa a la Fiscalía.

En Ciudadanos han recordado que el PP no colaboró con la justicia en Gürtel, cuando denunció una causa general en su contra, y se rigen como el único partido libre de «agenda judicial».

Vox se ha ofrecido como refugio ante los votantes del PP que se sientan huérfanos por los papeles de Bárcenas.

EL NUEVO PP ACUSA AL PSOE Y SE DESMARCA

La primera reacción del PP en boca del portavoz en el Senado, Javier Maroto, fue situar las acusaciones de Bárcenas en el pasado y poner en duda su credibilidad, por ser un preso que persigue beneficios penitenciarios.

Ahora el partido ha dado un giro y Casado ha optado por pasar a la ofensiva. Culpa al Gobierno de la filtración del escrito a la Fiscalía por producirse en campaña electoral.

Incluso ha extendido las sospechas al juez Manuel García Castellón, el instructor de Kitchen y Púnica, porque en la precampaña de las elecciones generales de 2019 llamó a declarar a las expresidentas madrileñas Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, ambas investigadas.

“En noviembre (fue en octubre de 2019) también hubo dos presidentas de la Comunidad de Madrid declarando en plena campaña electoral y sin embargo la sentencia de los ERES se retrasó dos semanas después de la campaña», ha denunciado este viernes en Cope.

Además, ha optado por el «y tu más». Dice no aceptar lecciones ni de PSOE ni de Podemos, porque ninguno tiene su «firmeza» a la hora de atajar la corrupción. Y ha agitado sus trapos sucios, la sentencia de los ERE en el caos del PSOE y la investigación de financiación irregular a Podemos.

BÁRCENAS DEFIENDE A CASADO Y RAJOY GUARDA SILENCIO

Pese al daño que provoca en el PP, Bárcenas ha buscado erigirse en defensor de Casado. A través de su abogado aseguró ayer a Efe que no quiere “cargar contra el PP, sino contar su verdad, lo que él vivió, sobre todo en 2009 con las presiones que tuvo”.

“Como bien dicen algunos representantes del PP, se trata de una cuestión que afecta a personas anteriores y quizá deben responder de esas conductas, o no, porque haya transcurrido demasiado tiempo”, afirmó Gustavo Galán, nuevo abogado y clave en el giro de la estrategia de defensa.

Sin embargo, el expresidente Mariano Rajoy, que testificará ante la Audiencia Nacional y comparecerá ante el Congreso, guarda por el momento silencio y es el PP de Casado el que de momento ha salido al paso de su herencia.