La Derecha corrupta separatista en 3 partidos: JxCAT, PDECAT y Partido Nacionalista de Cataluña

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), AÑO 2018. Los golpistas exconsejeros del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, de izquierda a la derecha, Joaquim Forn (Interior), Raúl Romeva (Exteriores), Jordi Turull (Presidencia) y Josep Rull (Territorio), a su llegada a la Audiencia Nacional. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Los presos golpistas del Procés, cargos de Juntos Por Cataluña (JxCAT) —la marca blanca de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC)-Partido Demócrata de Cataluña (PDECAT) a las elecciones del artículo 155 del 17D de 2017 en Cataluña— Quim Forn, Josep Rull y Jordi Turull, y el ex consejero en Bélgica Lluís Puig han retirado su propuesta de reordenar JxCat, que era disolver al PDECAT, avalada por el golpista prófugo de la Justicia española, presidente de la Generalidad de Cataluña durante el golpe de estado de 2017, Carles Puigdemont Casamajò, pero que fue descartada por la ejecutiva del PDECAT, para rebajar la tensión en el espacio postconvergente. Barcelona (España), jueves 2 de julio de 2020. 

Toda esta frustración de la extrema derecha separatista y la Derecha corrupta separatista se produce tras el renacimiento de la Convergencia «nacionalista», reaparecida recientemente como «catalanista» con el nombre Partido Nacionalista de Cataluña (PNC), liderada por Marta Pascal, exlíder del fracasado PDECAT; esta última formación, creada por el expresidente golpista del 9N de 2014, Artur Mas Gavarró, tras el entierro definitivo de la federación nacionalista Convergencia y Unión (CiU) —alianza nacionalista entre Convergencia del clan Jordi Pujol y Unión Democrática (UD) del catalanista democristiano Josep Antoni Durán Lleida — el pasado mes de julio de 2015.

Por lo que a nueva burguesía corrupta golpista, ahora reunida en JxCAT, ya se frotaba las manos, pensando torcerle el brazo al moribundo PDECAT.

Sin embargo, la extrema derecha separatista, que se oculta en la formación política separatista Demócratas de Cataluña (DC) —críticos de la disuelta Unión Demócrata de Josep Antoni Durán Lleida junto a algunos cabecillas de CDC y gente de JxCAT, con el discurso de extrema derecha separatista cercano al discurso del actual presidente inhabilitado de la Generalidad de Cataluña, el ultraderechista separatista Quim Torra Pla—, caído en su discurso de terror y odio hacia España, acabó con la paciencia del brazo catalanista de Convergencia, quienes decidieron crear un nuevo partido: Partido Nacionalista de Cataluña (PNC).

El PNC de Marta Pascal ha sido un terremoto en la extrema derecha separatista y burguesía corrupta derechista de Cataluña.

La ultraderecha separatista de JxCAT, que lidera Carles Puigdemont y Quim Torra, no esperó ni siquiera que creciera el «bebé PNC» y, como en la historia bíblica del profeta Moisés, mandó al delincuente Quim torra Pla, condenado a inhabilitación y multa por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, a matar inmediatamente al «niño PNC». 

Asimismo, Torra salió para atacar brutalmente a los nuevo de PNC: ellos son el partido de la «lealtad a España», zanjó el delincuente Torra.

Pase lo que pase, Convergencia ha destruido Cataluña con la corrupción y sus bandas organizados, unos bandidos vestidas de trajes y corbatas. Como no era suficiente, decidió destruir las amistades, las relaciones entre padres e hijos, liderando el ‘Procés‘.

Tres partidos para Convergencia

Así se lo han trasladado en una misiva dirigida al presidente del PDeCAT, David Bonvehí, después de que la dirección de la formación de extrema derecha separatista Partito Demócrata (PC) rechazara el pasado 26 de junio la propuesta de los presos y acordara seguir negociando con el movimiento del prófugo Puigdemont «Llamada por la República Catalana» (Crida Nacional per la República) y la hasta ahora en el Parlamento de Cataluña, la marca blanca que reúne a todos los votantes de Convergencia: JxCat, la reordenación del espacio.

Los presos habían planteado la creación de una asamblea constituyente de JxCat, para alumbrar a un nuevo partido con estas siglas, y dar seis meses de margen al PDeCAT para decidir si se disuelve o no en esta nueva formación.

Los presos constatan en la misiva que, al ser rechazada su propuesta por la dirección del PDeCAT, esta ya ha decaído.

«Queremos evitar que aquella iniciativa pueda ser un objeto de tensión dentro del partido, ya sea en asambleas territoriales, sectoriales o en el mismo consejo nacional», señalan.

En la carta resaltan que en el PDeCAT existen «visiones diferentes de cómo se tiene que desarrollar el tránsito hacia un Junts per Catalunya (JxCAT) fortalecido y ordenado».

Y remarcan que todas ellas son «visiones legítimas» que, aseguran, tendrán la posibilidad de «defender en positivo y al margen de cualquier confrontación interna a lo largo de las próximas semanas».

Si el PDECAT y JxCAT no llegan a un acuerdo político, Convergencia podría presentarse a las elecciones catalanas en tres formaciones políticas.

¿Cómo repartirán el botín?