La derecha separatista JxCat exige el traspaso de todas las competencias de carreteras a Cataluña

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), 14.0.2021. El vicepresidente del Gobierno de coalición nacionalsocialista separatista de la Generalidad de Cataluña, consejero de Políticas Digitales y Territorio y alto cargo de la derecha separatista del huido golpista del Procés Carles Puigdemont Casamajò, Jordi Puigneró Ferrer, durante una entrevista con Efe.

Lasvocesdelpueblo y Agencias.- Barcelona (España), sábado 14 de agosto de 2021.- El vicepresidente del Gobierno de coalición nacionalsocialista separatista de la Generalidad de Cataluña, consejero de Políticas Digitales y Territorio y alto cargo de la derecha separatista del huido golpista del Procés Carles Puigdemont Casamajò, Jordi Puigneró Ferrer, reclama al Gobierno de coalición socialcomunista del Presidente Pedro Sánchez Pérez Castejón el traspaso de todas las competencias en materia de carreteras a Cataluña para implementar, cuando acaben las concesiones todavía en vigor, el sistema de viñeta.

VÍDEO.

En una entrevista concedida a Efe, Ferrer señala que el Gobierno separatista apuesta por el modelo de viñeta, una suerte de tarifa plana para poder circular, pero ha dicho que «no sería razonable» que este sistema se aplicara solamente en las vías gestionadas por la Generalidad de Cataluña y no en las que tiene competencias del Gobierno de España.

Por ello, pide «el traspaso de todas las vías del Estado a la Comunidad autónoma de Cataluña para poder implementar un sistema homogéneo de viñeta, que haría posible una solución integral para todas las carreteras».

El vicepresidente separatista y hombre fuerte de JxCat en la coalición de Gobierno nacionalsocialista de Pere Aragonés García se expresa así a pocos días de que el próximo 31 de agosto finalicen las concesiones de cinco tramos de vías rápidas que pasan por Cataluña.

Tres de ellos pertenecen a vías de titularidad estatal: dos en la AP-7 (entre Tarragona y La Jonquera y entre Montmeló y El Papiol) y uno en la AP-2 (entre Zaragoza y El Vendrell).

Y otros dos tramos corresponden a la C-32 (entre Montgat y Palafolls) y la C-33 (entre Barcelona y Granollers), vías cuya competencia pertenece a la Generalitat.

«Siempre hemos defendido el sistema de viñeta, quien no lo ha querido es España. Pero no sería razonable que pusiéramos un sistema de viñeta solo en las infraestructuras viarias de Gobierno de la Generalidad de Cataluña», indica Ferrer.

Por ello, «en primer lugar» el Gobierno separatista solicita el traspaso de todas las carreteras y «a partir de aquí» comenzaría a aplicar el sistema de viñeta.

«Nosotros hemos puesto sobre la mesa el proyecto de la euroviñeta, una propuesta que España nunca ha comprado ni se ha mostrado de acuerdo con ella. Pero el tiempo apremia y si ellos no van a tomar una decisión, es muy sencillo: que nos traspasen las carreteras a la Generalidad de Cataluña, como en el País Vasco», insiste.

Además, Puigneró avisa que «el gran reto» una vez deje de haber peajes será cómo mantener en buen estado las carreteras.

«No nos podemos permitir el lujo de un mantenimiento mínimo y defectuoso, porque iría contra la seguridad vial», alerta el vicepresidente separatista.

Con el fin de las concesiones de la AP-2, la AP-7, la C-32 y la C-33 se liberarán 415 kilómetros de peaje en Cataluña, de forma que solo quedarán 130 kilómetros todavía en funcionamiento, según informa el departamento de la Vicepresidencia del Gobierno de coalición nacionalsocialista de ERC y JxCat que preside el antiespañol Pere Aragonés García (ERC).

El primer traspaso de autopistas a la Comunidad autónoma de Cataluña se llevó a cabo en 1995, —durante la V Legislatura del Reino de España con Felipe González Márquez, investido presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados tras la victoria del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las elecciones generales de 1993— precisamente en las que ahora son la C-33 y la C-32 Norte, por un total de 66 kilómetros y con las concesiones de Gobierno de España al separatismo que ahora expiran ya asignadas.

Una de las primeras consecuencias del fin de estas concesiones es la presentación por parte de Abertis de un expediente de regulación de Empleo (ERE) que afectará a 348 trabajadores, dado que Acesa e Invicat, filiales de este grupo, son las concesionarias de las citadas vías que hasta el 31 de agosto funcionan con peajes.

El pasado mes de mayo, el entonces conseller Damià Calvet afirmó en el Parlament que la viñeta, que definió como «un modelo de «tarificación ambiental finalista», permitiría recaudar entre 800 y 1.000 millones al año.