La Fiscalía recurre a la Audiencia de Barcelona la salida de prisión a uno de los «Jordis»

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FOTOGRAFÍA. PRISIÓN ELS LLEDONERS (BARCELONA), FEBRERO DE 2020. Vista del preso secuestrador de la Guardia Civil y secretaria judicial en la consejería de Economía el 20S de 2017, el actual presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, a su salida de la prisión barcelonesa de Lledoners con un permiso. Efe

Efe – La Fiscalía ha recurrido ante la Audiencia de Barcelona el permiso de 72 horas que la cárcel de Lledoners concedió al líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y que fue avalado por la juez de vigilancia penitenciaria, al considerarlo injustificado y que frustra el carácter intimidatorio de la condena. Barcelona (España), miércoles 19 de febrero de 2020. 

Así lo sostiene la Fiscalía de Barcelona en un escrito en que niega que pretenda que Cuixart cambie su pensamiento o ideología política, como apuntó la juez al autorizar el permiso de 72 horas, ya que lo que busca el ministerio público es que el líder de Òmnium siga un tratamiento específico para comprender que para lograr sus fines no existe otra vía que la que establece la «generosa» Constitución Española.

De forma paralela a este recurso ante la Audiencia de Barcelona para que anule el permiso de 72 horas a Cuixart, la Fiscalía también ha pedido recientemente al juzgado de vigilancia penitenciaria que revoque la aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario al líder de Òmnium, que le permite desde el pasado 13 de febrero salir de prisión para ir a trabajar a su empresa y ejercer voluntariado de lunes a viernes, durante nueve horas y media al día.

Después de que la junta de tratamiento de la cárcel barcelonesa de Lledoners propusiera el pasado 24 de enero conceder un permiso de tres días a Cuixart, la Fiscalía pidió al juez de vigilancia penitenciaria que lo revocara, argumentado que el líder de Òmnium no se ha arrepentido y que ha asegurado que «lo volvería a hacer».

La juez rechazó el recurso de la Fiscalía y avaló el permiso a Cuixart al sostener que ha tenido una «buena conducta» en prisión y que su frase «lo volvería a hacer» se limita a la «mera expresión de un pensamiento ideológico/político».

La magistrada también desestimó el argumento de la Fiscalía de que para conceder este permiso de 72 horas Cuixart debería seguir antes un tratamiento específico sobre el delito de sedición, lo que interpretó como su voluntad de que cambiara o modificara su pensamiento o ideología política sobre el derecho a decidir.

En su recurso ante la Audiencia, la Fiscalía replica a la juez que no es cierto, como «erróneamente» afirmó la magistrada, que pretendan que Cuixart cambie de ideología.

Lo que quieren, insiste el ministerio público, es que el líder de Òmnium se someta a un programa específico de tratamiento que le ayude a comprender que «para alcanzar los fines que pretende, legítimos en la generosa Constitución Española, no hay otra vía que la de la modificación legislativa por las vías legales que la propia ley establece».

La Fiscalía reprocha también a la juez que haya «olvidado» que Cuixart no fue condenado por reivindicar el derecho a decidir sobre la situación de Cataluña, lo que es «totalmente legítimo y respetable», sino por haber hecho tal reivindicación «fuera de los cauces legalmente establecidos».

Como ya hizo en el recurso que la juez revocó, la Fiscalía insiste en que no se pueden conceder este tipo de permisos a Cuixart porque no ha sido «reeducado», ya que no ha asumido la responsabilidad de sus actos, por lo que cree que persiste el riesgo de recaída.

«El interno presenta importantes distorsiones cognitivas, puesto que niega el carácter delictivo de su conducta, lo que necesariamente impide la modificación de conductas desajustadas, dado que no se siente obligado por las normas, sino sólo por sus planteamientos y códigos de conducta, por lo que él denomina ‘ley superior'», apunta el fiscal.

Según el recurso, existe el riesgo de que Cuixart use este permiso de 72 horas para la comisión de nuevos delitos o «para la realización de conductas contraproducentes para los fines de tratamiento penitenciario».

Con este permiso de 72 horas aún pendiente de resolución en el ámbito judicial antes de que Cuixart lo pueda disfrutar, el líder de Òmnium puede salir desde el pasado jueves, 13 de febrero, cada día de lunes a viernes de la cárcel para ir a trabajar y ejercer voluntariado, después de que la cárcel de Lledoners acordó aplicarle el artículo 100.2 del reglamento penitenciario, que requiere de la ulterior aprobación del juez.

La Fiscalía ya pidió el pasado viernes, 14 de febrero, a la juez que revoque la aplicación de este artículo que flexibiliza el régimen penitenciario a Cuixart, con el argumento de que supone un «tercer grado» y que su condena también tiene un fin de «intimidación» a la sociedad para disuadir la comisión de delitos.